Una baraja de Dixit.

Una baraja de Dixit.

Salud

El famoso juego de cartas que los psicólogos usan como terapia en España: "Revela el mundo interior"

Este juego de mesa no sólo es un gran conocido en las reuniones con amigos, sino que cada vez se observa más en terapia psicológica.

8 enero, 2024 02:01

Es muy posible que Papá Noel y los Reyes Magos dejen bajo los árboles de Navidad de España unos cuantos juegos de mesa. Después del confinamiento por la pandemia de covid-19, este tipo de ocio ha resurgido y mantiene todavía el impulso: el mercado de los juegos de mesa crece un 7% este año, tras haber generado un volumen de negocio de más de 140 millones de euros en el año pasado. En esta última edad de oro de los juegos de mesa, Dixit se ha convertido en uno de los más populares y más premiados.

Este juego se reconoce fácilmente porque tiene como protagonista un inmenso taco de cartas con ilustraciones de lo más peculiares. Una mujer con cuerpo de violín toca una melodía de la que salen niños, unos recién casados bailan en una jaula custodiada por un gato, un hombre hecho de papelitos camina en un día ventoso… Precisamente, el reto que plantea el juego es interpretarlas: después de repartir las cartas, un jugador será designado cuentacuentos y tendrá que contar una historia o decir una palabra que le sugiera la imagen sin mostrarla.

Lo realmente difícil llega cuando el resto de jugadores tienen que elegir entre sus cartas una que se adapte a esa historia o palabra. Luego se barajan todas y se debe votar qué carta era la del cuentacuentos. ¿Quién gana? Todos aquellos que han recibido un voto a su carta tendrán un punto, pero también quien haya atinado a acertar la correcta. Además, si nadie es capaz de adivinar la carta del cuentacuentos, todos menos él recibirán un punto. Por eso, no hay que pasarse de enrevesado, ni que sea evidente.

Conectar con emociones

"Me parece un juego muy bueno para entender el mundo interior del otro. Te tienes que poner en su lugar y predecir su forma de pensar. Pienso que esto refuerza capacidades muy buenas para el día a día, como la empatía, la autorregulación y la regulación de los demás", explica Marta Menéndez, una psicóloga que explica que utiliza estas cartas en sus sesiones con pacientes. Menéndez explica que este juego como herramienta en consulta está muy extendido en los psicólogos de terapia integradora y que ella misma lo conoció en uno de los centros donde trabajaba.

De hecho, el propio creador del juego lo ha usado con este propósito. Jean-Louis Roubira es, además de creador de juegos y compositor de música, psiquiatra infantil francés y explica en esta entrevista que, aunque en un principio no era el objetivo, observó que el juego ayudaba a la gente a comunicarse. Antes de lanzar el juego en 2008, el prototipo fue empleado en un centro educativo de adolescentes con problemas de comportamiento, de fracaso escolar e, incluso, delincuencia durante dos años para mejorar la habilidad del lenguaje.

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En cualquier caso, este juego también resulta útil en la terapia con adultos: "Lo uso mucho en pacientes a los que les cuesta hablar de emociones y profundizar en su historia de vida y en lo que significa, también en aquellos que son muy racionales o que quieren mantener siempre el control", explica la psicóloga. De todas formas, Menéndez explica que realmente cualquier paciente puede beneficiarse de usar estas cartas que son capaces de conectarnos en mayor medida con nuestro cerebro emocional.

Historia personal

"El córtex prefrontal es nuestro cerebro más nuevo, es donde está el raciocinio y nos permite muchas veces evitar emociones. La parte donde están estas últimas es un cerebro algo más antiguo y tendemos a conectar más con el córtex", explica la psicóloga. "Al final con la terapia y este juego, en concreto, intentamos que el paciente integre esa parte cognitiva y emocional de lo que siente". Sin embargo, para llevar a cabo este objetivo, los psicólogos adaptan un poco la manera de jugar.

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En este caso, no se reparten las cartas al azar, ni se designa un cuentacuentos. La psicóloga explica que muestra todas las cartas a su paciente y le pide que elija ocho con las que se sienta identificado o, también, con la que identifique algunos aspectos de su vida: laboral, en familia o en pareja. Luego los pacientes deben explicar por qué se han visto más representados en esas cartas que en las demás y es así como la parte más creativa y emocional del cerebro se pone a trabajar. 

"Con los pacientes que necesitan mantener el control también es muy útil porque, al fin y al cabo, están hablando contigo sobre algo externo a ellos", razona Menéndez. "No te hablan de ellos, sino de unas cartas. Ese distanciamiento reduce la hipervigilancia para evitar mostrar una vulnerabilidad. Al final, te cuentan cosas que no sabían que te iban a contar o que tenían encapsuladas". Utilizar estas cartas permite a la psicóloga, por tanto, conocer cómo funciona la manera de pensar de sus pacientes y cómo sus emociones se activan y se gestionan.