El actor Gene Hackman y su mujer Betsy Arakawa fueron hallados muertos en su casa de Santa Fe, Nuevo México, el pasado febrero.
El peligroso virus que mató a la mujer de Gene Hackman se encuentra en España de forma latente: así es la amenaza
Un estudio de 2022 detectó la enfermedad en topillos, especie muy frecuente en el campo español.
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El 26 de febrero, los cuerpos sin vida de Gene Hackman, de 95 años, y Betsy Arakawa, de 65, fueron encontrados en su hogar por una trabajadora. Las causas del fallecimiento han sido un misterio hasta hace unos días: Hackman murió por complicaciones de su alzhéimer avanzado; Arakawa, por la infección de un hantavirus.
El pasado viernes, el forense en jefe del estado de Nuevo México, donde vivían Hackman y Arakawa, explicó que ella falleció probablemente entre el 11 y el 18 de febrero por un síndrome pulmonar asociado a un hantavirus, un patógeno relativamente desconocido pero peligroso: tiene una letalidad del 38% entre los que desarrollan síntomas.
En realidad, se trata de una familia de virus integrada dentro del grupo Bunyaviridae, del que también forma parte la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.
Son zoonosis, es decir, se transmiten de animales a humanos. Los hantavirus, concretamente, son transmitidos por roedores a través de su orina, su saliva o sus heces. Las personas entran en contacto con estas excreciones al tocar superficies que contengan restos, como podría ser una lata de refresco que ha estado en un almacén con ratones y no ha sido convenientemente limpiada.
Lo más habitual, sin embargo, es que estos restos estén suspendidos en el aire y sean respirados por las personas, principalmente trabajadores del campo, como agricultores, ganaderos o veterinarios.
El periodo de incubación de los hantavirus es largo: una persona comenzará con los síntomas una o dos semanas después del contacto, pero a veces pueden pasar hasta seis semanas, lo que complica su detección: aunque no se transmite de humano a humano, los pacientes suelen ser ingresados en unidades de aislamiento de alto nivel hasta que se detecta el patógeno.
"Las ratas están más en contacto con nosotros de lo que crees. Tanto en las zonas rurales como en las alcantarillas de grandes ciudades. Y cada vez conocemos más enfermedades relacionadas", explicaba en un hilo de X Javier Membrillo, vicepresidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).
Los síntomas más comunes suelen ser fiebre, dolor abominal o de cabeza. En sus primeras fases puede provocar visión borrosa o miopía transitoria y, cuando es grave, manifestaciones hemorrágicas. No existe un tratamiento específico para este virus.
En todo el mundo se diagnstican unos 150.000 casos de infección por hantavirus de forma anual. Según el último informe del Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC), correspondiente al lustro de 2017 a 2021, ese año se reportaron 4.860 casos, 1,1 por cada 100.000 habitantes.
El 63,7% provenían de dos países: Alemania Finlandia. También se registraron 5 muertes en Austria, Eslovaquia, Eslovenia y Alemania. En nuestro país, en cambio, solo se detectó un caso en todo el periodo, en 2017.
De hecho, los casos de hantavirus en España se pueden contar con los dedos. El último de ellos se notificó el pasado noviembre, en Cataluña, en la zona rural de Berguedà. El paciente inició los síntomas a mediados de septiembre y fue ingresado en la UCI a principios de octubre.
Pero no hay que dormirse en los laureles. Un estudio de 2022 realizado por investigadores de la Universidad de Valladolid y el Instituto de Investigaciones en Recursos Cinegéticos detectó hantavirus en roedores de nuestro país por primera vez.
El 1,6% de los topillos que analizaron en la región de Tierra de Campos, de Castilla y León, portaban el patógeno. Este animalillo es muy común en el campo español: puede haber densidades de hasta 1.000 especímenes por hectárea durante los picos de población.
Con todo, los hantavirus europeos o del Viejo Mundo son distintos de los que acabaron con la vida de Betsy Arakawa, los hantavirus del Nuevo Mundo. Estos suelen provocar síndromes respiratorios, alterando la función pulmonar, mientras que los europeos atacan con más frecuencia a los riñones.
Hay varios tipos de hantavirus en Europa, algunos de ellos especialmente peligrosos, como los Dobrava o Hantaan. Sin embargo, el más común es la especie Puumala: el 99% de los virus detectados de los que se disponía información eran de este tipo, según el informe del ECDC. Esta es la forma más leve del hantavirus. Se estima que la mortalidad asociada es del 0,4%.
No obstante, al no haber vacunas ni tratamiento específico para esta infección, las autoridades sanitarias lo tienen en el punto de mira, y recomiendan tener controladas las poblaciones de roedores, evitar el contacto con sus excreciones y una desinfección adecuada, que incluye el uso de mascarillas.
El médico forense jefe de Nuevo México ha descartado que el caso de Arakawa (se desconoce cómo se infectó) forme parte de un brote. El último que se conoció en EEUU tuvo lugar en 2012 en el Parque Nacional de Yosemite y provocó tres muertes.
Por su parte, el ECDC advierte que no solo trabajadores del campo como agentes forestales, agricultores o veterinarios pueden estar expuestos, sino también personas que vayan de camping o se alojen en casas rurales.
