El cura y empresario vasco que ha dado formación a 12 estrellas Michelin

El cura y empresario vasco que ha dado formación a 12 estrellas Michelin

Actualidad gastronómica

El cura y empresario vasco que ha dado formación a 12 estrellas Michelin

Luis de Lezama lleva medio siglo dedicado a la hostelería reflexiona acerca de un sector en el que nunca 'ha perdido la fe'.  

15 julio, 2024 17:31
Luis de Lezama, conocido como "el cura empresario", ha dejado una huella indeleble en el mundo de la gastronomía. Este sacerdote y empresario vasco ha sido una figura fundamental en la formación de algunos de los chefs más destacados del mundo, habiendo influido en la carrera de profesionales que han alcanzado un total de 12 estrellas Michelin.
 
Preside el grupo hostelero Lezama, que incluye emblemáticos establecimientos como 'La Taberna del Alabardero', el 'Café de Oriente' y el restaurante del Senado. Su enfoque ha sido siempre combinar su vocación religiosa con su pasión por la hostelería, creando un legado que trasciende la cocina. En una entrevista con EFE, comenta que ha encontrado una vía civil para ratificar su personalidad de sacerdote, de hombre de fe y evangelizador,destacando que su trabajo en la gastronomía es una extensión de su misión espiritual.
 
Recientemente, fue honrado como académico de honor por la Academia Gastronómica de Marbella, un reconocimiento más en una vitrina ya colmada de premios, incluyendo el Premio Nacional de Gastronomía y la Medalla de Oro al Mérito Turístico. De Lezama bromea sobre su colección de galardones, diciendo que algún día se venderán en el rastro, pero que ahora prefiere tenerlos todos juntos.
Luis de Lezama, el cura empresario. Luis de Lezama (c) en el Restaurante El Alabardero donde ha recibido el último reconocimiento de académico de honor de la Academia Gastronómica de Marbella (Málaga).

Luis de Lezama, el cura empresario. Luis de Lezama (c) en el Restaurante El Alabardero donde ha recibido el último reconocimiento de académico de honor de la Academia Gastronómica de Marbella (Málaga). EFE/ Juan Carlos Domínguez

Uno de los logros más destacados de De Lezama es la fundación de la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla en 1993. Desde entonces, más de 7,000 alumnos han pasado por sus aulas, y varios de ellos han alcanzado la cima del reconocimiento culinario, incluyendo chefs como Ángel León y Jesús Sánchez, quienes ostentan tres estrellas Michelin cada uno.
La visión de De Lezama va más allá de la mera formación técnica; él aboga por una educación que cultive la personalidad y las habilidades humanas. Esto se refleja también en su trabajo con el Colegio Santa María la Blanca en Madrid, donde busca cambiar la educación para centrarse en el valor del capital humano. "Si cultivas la personalidad, los valores, las habilidades, en una educación personalizada eso triunfa", sostiene.
 
Además de su impacto en España, De Lezama ha llevado la cocina española a nivel internacional, abriendo 'La Taberna del Alabardero' en Washington en 1989. Su objetivo era revitalizar la representación de la gastronomía española en Estados Unidos, y su esfuerzo ha sido clave en la promoción de platos tradicionales como el bacalao al pilpil y la merluza en salsa verde.
 
A pesar de su éxito, De Lezama no es ajeno a los desafíos que enfrenta la industria. Reconoce las dificultades que los salarios bajos imponen a los trabajadores de la hostelería y lamenta la precariedad del sector de la limpieza. Sin embargo, su enfoque siempre ha sido positivo y proactivo, buscando soluciones y promoviendo la constancia y el esfuerzo como claves del éxito.
 
En un mundo gastronómico cada vez más dominado por las tendencias efímeras de los gastrobares, De Lezama apuesta por la restauración en profundidad, valorando la cocina ancestral y el compromiso con la calidad. Con 35,000 alumnos en formación a distancia, su influencia sigue creciendo, y su invitación a los jóvenes a unirse a su escuela en Sevilla refleja su continuo compromiso con la educación y la innovación.
 
Luis de Lezama es un ejemplo vivo de cómo la fe, la pasión y la dedicación pueden converger para crear un impacto duradero, no solo en la gastronomía, sino en la sociedad en general. Su vida y obra son testimonio de que la verdadera vocación puede encontrar múltiples caminos para servir y enriquecer a los demás.