Pintar huevos de Pascua con tintes naturales, un plan divertido para hacer con niños
Se acerca una semana de vacaciones escolares y el plan que os proponemos es perfecto para que los más pequeños pasen una tarde muy entretenida.
22 marzo, 2024 06:00Con los escaparates de las pastelerías llenos de monas y huevos de Pascua, y con una semana de vacaciones escolares por delante, os traigo un plan buenísimo para pasar una tarde entretenida con los pequeños. Vamos a hacer nuestros propios huevos de colores y, lo mejor de todo, es que lo vamos a hacer con unas "pinturas" que solemos tener en la cocina, porque se pueden comer.
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La naturaleza está llena de color, de pigmentos, en definitiva, de arte. Y con esos pigmentos vamos a pintar nuestros huevos que, por comodidad, van a ser huevos duros. Los huevos duros se conservan en perfecto estado durante varios días si los guardamos en la nevera y, como los vamos a pintar con cosas que también se pueden comer, no tendremos que tirarlos después, sino que podremos usarlos en ensaladas, para rellenar o para lo que consideremos oportuno.
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Aunque se pueden teñir también los huevos crudos, es más cómodo, sobre todo si se va a hacer la actividad con niños, utilizar los huevos duros -ya cocidos- porque son más fáciles de manipular sin que se rompan. Se pueden teñir tanto huevos blancos como huevos morenos, aunque con estos últimos los colores pueden variar un poco. El abanico de colores que podemos conseguir es muy amplio, pues es fácil conseguir los tres colores primarios y, a partir de ahí, éstos se pueden mezclar entre ellos para obtener cualquier otro color que deseemos.
Por ejemplo, si cocemos unos cuantos arándanos, tendremos un líquido azul oscuro con el que podremos conseguir unos huevos de un color azul intenso; con el agua de cocer un puñado de pieles de cebollas, obtendremos un colorante de un tono naranja cobrizo con el que tendremos huevos de ese color, que será aún más intenso; si mezclamos ambos tintes, el resultado será un color gris más o menos oscuro en función de las proporciones de la mezcla.
En la cocina tenemos muchos ingredientes que son colorantes y tintes naturales, ni siquiera es necesario comprar colorantes artificiales cuando queremos que la comida cambie de color. Y tenemos algunos tan mágicos como la lombarda, que puede pintar cosas de azul o de rosa, dependiendo de si son ácidas o alcalinas. Los huevos, que tienen pH alcalino, se volverán de un bonito color azul turquesa si los bañamos en el agua de cocer una lombarda. Es divertidísimo.
Además, muchos niños tienen la manía de llevarse a la boca las cosas con las que juegan, así que si a los peques les cuesta comer verduras, siempre se las puede introducir en un juego o en alguna otra actividad lúdica.
Cosas de comer que sirven para pintar
- Remolacha: Se ralla una remolacha cruda en agua y se lleva al fuego durante unos minutos, se deja enfriar y se cuela. Jugando con la cantidad de agua tendremos un color más o menos intenso. Con esta hortaliza se obtienen tonos de rosa.
- Pieles de cebolla roja: Se cuecen las pieles, se cuela el agua de cocción y se deja enfriar. Sirven para obtener tonos marrones rojizos.
- Pieles de cebollas amarillas: El agua de cocción colada sirve como tinte para obtener tonos naranjas cobrizos.
- Té rojo: La infusión de té rojo también nos sirve como tinte para obtener huevos de ese color.
- Col lombarda: Solo tenemos que cortar unas cuantas hojas, que pueden ser las exteriores más estropeadas, en tiras finas, las cocemos, dejamos enfriar todo junto y colamos el líquido. Sirve para teñir huevos de color azul turquesa.
- Arándanos: Podemos usar los arándanos enteros o utilizar las pieles que se obtienen como residuos al hacer un zumo y colarlo. Estas pieles se cuecen, se dejan enfriar y se cuela el líquido de cocción. El resultado, si se utilza sobre huevos blancos, es un azul ultramar intenso y brillante.
- Flores de hibisco o hibiscus: Están presentes en muchos tés y su infusión sirve para obtener huevos de un color azul índigo muy oscuro.
- Cúrcuma: Disolviendo una pequeña cantidad de cúrcuma en polvo en agua caliente y filtrando la mezcla una vez enfriada podemos hacer huevos amarillos.
Luego, podríamos obtener también huevos de otros colores haciendo mezclas con éstos. Por ejemplo, con cúrcuma y arándanos, podemos hacer huevos verdes, o con lombarda y remolacha, sacaremos huevos de color morado. Hay que tener en cuenta también, que los colorantes azules, sobre huevos morenos, presentarán matices verdosos. Del mismo modo, los colores amarillos serán más anaranjados sobre huevos morenos, los naranjas serán más intensos y los cobrizos tirarán más a rojos. En cualquier caso, tanto si los huevos son blancos como si son morenos, podemos conseguir colores realmente bonitos.
Cómo teñir huevos de Pascua
El proceso es sencillísimo, una vez que tengamos los colorantes preparados habiendo cocido los ingredientes elegidos y habiendo enfriado y colado, y tengamos los huevos cocidos y a temperatura ambiente, lo que hay que hacer es poner los líquidos en un bote de cristal, preferiblemente con tapa y que tenga capacidad suficiente para introducir los huevos que queremos teñir.
Para fijar el color, lo que haremos es añadir una cucharada de vinagre blanco por cada taza de colorante -cada taza nos servirá para teñir tres huevos-. Bajar el pH del colorante hará que el baño reaccione ligeramente con la cáscara del huevo, que es alcalina, y la desgastará un poco, dándoles un bonito aspecto envejecido.
Una vez tengamos listo el baño con el colorante y el vinagre ya podemos sumergir los huevos duros -sin pelar- en él y dejarlos reposar en la nevera para que se vaya fijando el color. Si no hacemos nada más, obtendremos huevos colorados en tonos pastel. Si queremos que los colores sean más vivos, tendremos que aplicarlo en varias capas, y es algo sencillo de hacer. Para aplicar una nueva capa de color, tal como explican en The Kitchn, simplemente hay que sacar los huevos del baño, secarlos bien con papel de cocina y volver a introducirlos en el baño. Repitiendo el mismo proceso varias veces, conseguiremos colores más concentrados.
Finalmente, cuando los huevos alcancen el color deseado, se pueden frotar con un poco de aceite vegetal y sacarles brillo con un trozo de papel de cocina. Estos huevos pueden guardarse en la nevera y utilizarse para comer sin ningún problema aunque parte del color haya traspasado la cáscara.