Illa lamenta el polémico concierto de Raphael: "No son tiempos de hacer actos tan masivos"
El artista reunió en la noche del sábado a 5.000 personas en el WiZink Center de Madrid. Aunque se cumplían las medidas, ha provocado malestar social.
21 diciembre, 2020 12:02Noticias relacionadas
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, se ha mostrado "disgustado" por el concierto de Raphael el pasado fin de semana en Madrid, que reunió a 5.000 personas, y ha recalcado que "no son tiempos" para celebrar "actos tan masivos" aunque estos cumplan con el aforo estipulado.
"Es verdad que cumplía el aforo, pero no son tiempos, cuando estamos pidiendo a la ciudadanía que sea muy prudente en estas fiestas, que restrinja muchos sus contactos y que tiene que estar alerta, de hacer actos tan masivos", ha señalado en una entrevista en RAC1.
Illa ha abogado así por "ir con mucho cuidado con este tipo de actos", a las puertas de las fiestas de Navidad para no acelerar la tercera ola de la pandemia. Ha explicado, además, que entre este lunes y el martes conversará con el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, como suele hacer a principios de semana con los representantes en la materia de las autonomías más pobladas.
El domingo, el WiZink Center, el recinto en el que se celebró el concierto de Navidad de Raphael, aseguró en un comunicado que se cumplieron todas las medidas exigidas para el desarrollo del evento e, incluso, se duplicó el espacio obligatorio entre butacas.
El teatro salió así al paso de la polémica generada en las redes sociales sobre la decisión de celebrar un evento multitudinario en un espacio cerrado cuando se acaban de restringir las reuniones familiares a seis personas de dos núcleos diferentes.
La presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, también ha corroborado que el espectáculo se celebró cumpliendo "todas las medidas de seguridad", aunque ha anunciado que, si sube la incidencia del coronavirus, "se suspenderán todos los eventos de las mismas características".
El comunicado de WiZink indica que "se abrió para la ocasión extremando las medidas de seguridad sanitaria para iniciar así la recuperación de la música en vivo, trasladando a la sociedad el mensaje de que la cultura es segura". El domingo por la noche Raphael celebró otro concierto con un similar número de asistentes "sin incidencias y respetando todas las medidas de seguridad", según fuentes de la organización.
Malestar social
El concierto recordó a las grandes noches de Raphael en este recinto, aunque la situación provocada por la covid-19 hizo que, salvo su música, todo fuese muy distinto a otras citas del artista de Linares en la capital, entre otras cosas, señala la nota, porque "Raphael hubiese llenado el aforo".
Díaz Ayuso, por su parte, ha declarado este domingo a los medios que entiende la "preocupación y el malestar" de la sociedad cuando ve imágenes de un concierto mientras hay restricciones por la pandemia, pero ha incidido en que el WiZink "ha respetado el aforo limitado del 30%, renueva el aire cada 12 minutos y ha cumplido con toda la normativa" anticovid, ha dicho durante la manifestación contra la ley Celaá.
Aunque la presidenta madrileña ha cifrado en un 30% la capacidad ocupada del aforo, el comunicado del WiZink precisa que hubo 4.368 personas en los asientos habilitados, un 25%, "cuando por normativa se hubiese podido activar hasta el 40% del aforo".
La capacidad total de esta instalación, que puede alcanzar un aforo de 17.400 personas, permitió duplicar el distanciamiento entre los asistentes y, aunque la norma establece un asiento de distancia entre el público, hubo dos. "Incluso -agrega la organización- no se usaron las filas de delante y detrás del público lo que aislaba totalmente a los grupos de asistentes".
Además, recuerdan los responsables del centro, el concierto contó con el visto bueno de la Delegación de Gobierno de Madrid a su Plan de Seguridad, que contaba también con Bomberos, Protección Civil y Policía Municipal.
Un plan establecía, "y así se hizo -afirma el WiZink-, que el recinto se iba a sectorizar, estableciendo módulos diferenciados de gradas: Goya, Felipe II, Fuente del Berro y pista, para limitar la movilidad de las personas", a cada uno de los cuales se entraba por puertas diferentes.
Asimismo, explica el comunicado del teatro, "los cerca de 300 profesionales que trabajaron en la organización, horas antes de comenzar el concierto se sometieron a un test de antígenos para garantizar su estado", datos que fueron incorporados al fichero de los test que está realizando la Comunidad de Madrid.