Sólo hay una persona capaz de hacer creíble a un superhéroe negro, ágil, con conocimientos en tecnología y magia, cuyos poderes llegan al masticar una hierba, y monarca de Wakanda, país donde se estrelló un meteorito de Vibranium, extraño y poderoso material muy llamativo para la voracidad "imperialista" que el rey en mallas se encarga de proteger y retener entre su patrimonio. Ese hombre con el don de la credibilidad -casi un superpoder- es Ta-Nehisi Coates (Maryland, 1975), periodista estrella en los EEUU, gracias a su trabajo en The Atlantic (especialista en asuntos sobre discriminación y represión racista) y a su libro de memorias Between the World and Me.
Marvel Cómics se ha movido con muchos reflejos y acaba de anunciar el fichaje de Coates para montar un capítulo de la dilatada vida de Black Panther, creado en 1966 por Stan Lee y Jack Kirby. El periodista se estrenará como guionista de cómic en una historia de ciencia ficción, que adquirirá un tono social y político hasta ahora inédito en este personaje. El título ya apunta maneras: Una nación bajo nuestros pies, listo a principios de 2016 y con película para 2017.
Los blancos han olvidado la escala de robo que les enriquece en la esclavitud; el terror que les permitió, durante un siglo, robar el voto.
“Es cierto que la mayor parte de mi vida la he pasado haciendo no ficción, pero los fundamentos de mi trabajo han sido pensar en lo que hace de una historia algo convincente”, explica Coates, que recuperará los antecedentes de la familia real de Wakanda y de su protagonista, T'Challa.
Marvel se ha convertido en una plataforma de oportunidades de moda, pero habrá que ver qué hace el incómodo autor con el personaje, porque es un rodillo incansable contra los tópicos políticos más cimentados en una sociedad que le hizo tragarse escenas de confusión y vergüenza desde los telediarios de su infancia en Baltimore. Entonces, los movimientos de derechos civiles eran reprimidos de las peores formas posibles. Los negros, recuerda con ironía, en aquellas imágenes parecían amar las peores cosas de la vida, como el “gas lacrimógeno que destroza sus pulmones o los manguerazos disuasorios que rasgan sus ropas y les abaten sobre las calles”.
Destruir al negro
Muchos años después Coates reclama una revolución de la conciencia norteamericana, que suponga una reconciliación con la propia imagen de la población y los hechos de su historia. El mensaje del periodista en su libro está claro: “Lo tradicional en EEUU es destruir el cuerpo negro, su legado”. “Los blancos han olvidado la escala de robo que les enriquece en la esclavitud; el terror que les permitió, durante un siglo, robar el voto; la política segregacionista que aplicaron en los suburbios”, escribe.
Probablemente sea exagerado, pero algunos ya lo han calificado como “el nuevo Albert Camus”, porque comparten claves como el ateísmo y la atracción por el absurdo vital. Between the World and Me es una reflexión acerca de lo que significa ser negro en Norteamérica y la pérdida de los derechos civiles de esta parte de la población. El libro apareció el pasado julio, en medio de uno de los momentos más críticos y calientes de las protestas de la población negra, y se convirtió inmediatamente en la referencia de una nueva generación de ciudadanos que ocupaba la calle para luchar contra la impunidad de la violencia policial.
En el libro fue creciendo una pregunta inesperada al tiempo que las cosas se encendían en la calle: ¿aumentan los ataques a los negros o crece la conciencia contra ella? Toni Morrison, último premio Nobel de Literatura para los EEUU, ya ha dicho que Coates es una “lectura obligatoria”, porque según la veterana autora, es el reemplazo intelectual del activista James Baldwin (1924-1987), autor de Ve y dilo en la montaña. De hecho, señala que en cinco décadas el país no ha cambiado nada. Las muertes de Eric Garner y Taylor Martin lo confirman y son “simplemente la forma superlativa de un dominio blanco cuyas prerrogativas incluyen cacheos, detenciones, palizas y humillaciones”, cuenta en su libro, escrito como si fuera una carta dedicada a su hijo Samori de 14 años.
La forma superlativa de un dominio blanco cuyas prerrogativas incluyen cacheos, detenciones, palizas y humillaciones.
Ta-Nehisi Coates es un amante de Dragones y Mazmorras, creció en el mundo de la tele por cable y el Atari en todas las habitaciones, donde era fácil entregarse a la pasividad y olvidarse de todo lo demás, a pesar de los telediarios. Entiende el arte del periodismo como una tecnología de gran alcance y sus investigaciones, copiosas y argumentadas sobre el encarcelamiento masivo, siguen iluminando las raíces racistas del país.
Brian Stelfreeze se encargará de la parte gráfica del cómic de Marvel que apareció dos años antes de la muerte de Martin Luther King, ruto de la lucha por los derechos civiles de la población negra. El personaje fue anterior a la creación del movimiento del Partido Panteras Negras. El listón político está muy alto para Coates -aunque la serie ha carecido del matiz político que caracteriza al periodista-, que deberá defender un símbolo contra la supremacía blanca. Es la hora de la reconciliación, no de las tortas.