Valero Rivera (Barcelona, 1985) ya tiene casi olvidado el turrón, las Navidades junto a la familia de su mujer en Nantes y las conversaciones circunstanciales con su padre –no hace falta aclarar quién es, basta con repetir nombre y apellido– antes de la concentración. España debuta el sábado ante la República Checa (18:15 horas) en el Europeo de Croacia y le toca centrarse en lo importante: el balonmano. Eso sí, viaja con capítulos pendientes de ‘La casa de papel’ para compartirlos con su compañero de habitación (David Balaguer) y, a sus 32 años, con la máxima de disfrutar por bandera. Y así lo hará. Como siempre, entrará al campo con el pie derecho –por aquello de las supersticiones– y buscará colgarse una medalla. ¿Y si ganan? “Me comeré un buen solomillo”, bromea en esta entrevista con EL ESPAÑOL.
El sábado comienza el Europeo, ¿les ha dado tiempo a bajar el turrón de las Navidades?
Ya estamos acostumbrados. Son muchos años con este tipo de concentraciones y, bueno, tenemos nuestros días libres para estar con la familia, pero el resto lo dedicamos a entrenar para estar listos para los partidos que vienen. Se puede incluso comer algún turrón. Las Navidades se disfrutan. Luego se hace un poco más de dieta y ya está.
Empezando por lo básico, háganos de analista de las tres selecciones a las que se enfrentará España en el Europeo: República Checa (sábado, 18:15 horas), Hungría (lunes, 18:15 horas) y Dinamarca (miércoles, 20:30 horas).
República Checa es difícil: son gente fuerte y grande, y tienen a muchos jugadores en la liga alemana. A Hungría la conocemos más: son un equipo que corre mucho y que será difícil. Y Dinamarca… es candidata al título. Tendremos que estar bien mental y físicamente si queremos ganar. Todos los partidos son claves. Si te despistas en un Europeo, te ganan.
¿Es optimista?
Sí que lo soy. Pero tenemos que ir partido a partido porque jugar un Europeo siempre es difícil. Pero sí, la verdad es que la meta que nos hemos puesto es llegar a semifinales y conseguir alguna medalla.
Después de aquella no clasificación a los Juegos y el quinto puesto en el Mundial, ¿es más necesario que nunca que España gane una medalla?
Sí que es necesario para volver a enganchar a la gente como hemos hecho otros años. Por la gente y por nosotros. En el último Europeo fuimos subcampeones.
Alguien desde su casa puede pensar que se ha pegado un bajón, ¿influye que haya tanto internacional jugando fuera de España?
Yo no creo que influya. Al final, que los jugadores estén fuera también es positivo porque tienen otras experiencias y es enriquecedor para el conjunto.
Lo que sí está claro es que el bajón de la selección ha venido acompañado del de la ASOBAL.
Sí, pero poco a poco está un poco mejor. Salen jugadores nuevos y las cosas se están haciendo bien. Esperemos que en unos años podamos tener una liga competitiva. Por otro lado, hay equipos que han mejorado y eso se puede ver en Europa. Esperemos que con un poco de ayuda todo esté más igualado.
En ese sentido, ¿el Barcelona es una bendición –por aquello de que sube el nivel– o un problema –por aquello de que lo gana todo–?
Bueno, el Barça es un equipo que va a por todo, pero cada vez es más difícil, sólo hay que ver el partido contra el Guadalajara del otro día. Nadie nos regala nada.
Hubo un tiempo en que el balonmano fue el tercer deporte de España, ¿le hace falta un Real Madrid a la ASOBAL?
La Liga tuvo un bajón con las desapariciones del Ciudad Real y del Atlético de Madrid, y espero que poco a poco vuelva a ser más competitiva. ¿Un Madrid? Bueno, no estaría mal por la rivalidad que tienen estos dos clubes (por los blancos y el Barça), pero es imposible.
Pero no me negará que le vendría bien al balonmano y a la selección.
Sí, sí, le vendría bien al balonmano y a la selección.
Y a la selección, ¿le vendría bien un Piqué en lo mediático?
Estamos bien los que estamos.
Volviendo al balonmano. Es el segundo gran campeonato después de Cadenas. ¿En qué se nota?
Ribera es más calmado, más reflexivo y táctico. Estuvimos con él en el Mundial y ahora llevamos más tiempo y eso es importante. El trabajo que hemos hecho se nota. Estamos con mucha ilusión.
¿Es más exigente con usted este Ribera con ‘b’ o su padre, el Rivera con ‘v’?
Cada uno es diferente. A mi padre lo conozco y me exigía. Hablo con él de los partidos y, bueno, me dice en lo que puedo mejorar y eso, pero ya está.
¿Pueden tomar su ejemplo los Dujshebaev?
Es diferente porque son dos y entre hermanos se pueden ayudar más. Alex tiene su camino hecho y Dani casi que también: juega en el Celje y está en la selección.
Los Dujshevaev, los Rivera, los Uríos, los Entrerríos… ¿La cosa va de familias en el balonmano?
Sí, imagino que es natural. Cuando eres pequeño te fijas en tus padres y hermanos y eso se nos da bien. Pero no vale con eso. Igual tienes más posibilidades, pero te tienes que ganar el sitio después.
Ya para terminar, ¿qué le ha pedido a 2018 más allá de la medalla?
Tener salud y estar bien.
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