La pretemporada y la respuesta del 93% de los directores deportivos en las encuestas previas parecen haber enfriado la euforia vacacional de los aspirantes a arrebatar a los Golden State Warriors el anillo de campeón. Stephen Curry, capaz de emplear su verano en iniciar una agria polémica con el presidente Trump, jugar un partido de fútbol con el PSG de su idolatrado Neymar o anotar 40 puntos en tres cuartos de un amistoso “ha alcanzado su cima de juego física y emocionalmente”.
El que lo dice es su entrenador, Steve Kerr. Perfectamente cualificado tras enfundarse dos anillos en tres años o compartir pista como jugador con Michael Jordan. Por eso asusta su afirmación cuando apuesta a que “estamos, probablemente, ante el mejor Curry al que veremos nunca. El jugador con mayor impacto ofensivo de la historia".
Sea una bravuconada destinada a amedrentar a sus rivales o lo crea realmente, lo que está claro es que los aspirantes más cualificados se han lanzado a acumular talento para intentar contener la hemorragia ofensiva que destilan no sólo Curry, sino unos Warriors donde los Durant, Thompson, Iguodala y compañía pretenden prolongar su estilo y reinado.
Cinco aspirantes a cambiar la historia
Unos renovados Boston Celtics, liberados tras la marcha de Isaiah Thomas y bendecidos por las llegadas de Kyrie Irving o Gordon Hayward, parecen una alternativa más que fiable. Pero los Cleveland Cavaliers del Rey LeBron James (32 años), tras acoger al lesionado Thomas (28), a Derrick Rose (29) y a José Manuel Calderón (36) como directores de juego, han celebrado la incorporación de Dwyane Wade (35), apostando por la veteranía en busca de un último baile.
Una inercia puesta de moda hace unos años por los San Antonio Spurs de Pau Gasol, que buscan energía con la llegada de Rudy Gay. Los espectaculares Houston Rockets no renuncian a volar aún más alto que de costumbre con el fichaje de Chris Paul completando a “la barba” James Harden en la dirección y anotación. Por otro lado, los irreverentes Oklahoma City Thunder del MVP Russell Westbrook se han revalorizado tras la llegada de Paul George y Carmelo Anthony.
Pero, además de la lucha por el anillo, esta competición presenta detalles, algunos no tan conocidos, que desvelaremos puntualmente a los lectores de EL ESPAÑOL.
Los Ángeles acogerá el nuevo All-Star
Curry y LeBron podrían compartir equipo en el All-Star de Los Ángeles. El comisionado Adam Silver ha acabado con el tradicional Este contra Oeste, vigente desde 1951. A partir de esta temporada, los dos jugadores más votados podrán elegir a sus compañeros independientemente de su procedencia geográfica. Chris Paul, en representación del sindicato de jugadores, se mostró entusiasmado con las novedades: “Esperamos poder ofrecer un gran entretenimiento. Mejorar el All-Star era una prioridad para nosotros”.
El 51% del pastel para los jugadores
A diferencia de los que ocurre en la Euroliga o en las ligas domésticas europeas, el punto diferencial de la NBA es que el 51% del pastel económico va a parar a los bolsillos de sus jugadores. Gracias al BRI (Basketball Related Income), parte de lo ingresado por las entradas, derechos televisivos, 'merchandising', venta de bebidas o recaudación de los parkings en los partidos oficiales acaba repercutiendo en los jugadores en una cantidad fija anual y otra variable liquidada al final de cada temporada.
La declaración de la renta, una odisea
Si hacer la renta en Estados Unidos sin la ayuda de una empresa especializada puede convertirse en una pesadilla para cualquier ciudadano, en el caso de los jugadores de la NBA el asunto puede adquirir tintes dramáticos.
Por ejemplo, deben pagar impuestos diferentes en cada estado en el que disputan partidos oficiales como visitantes, por lo que no disponer de un contable avezado puede generar sorpresas desagradables al final del periodo tributable. Sobre todo para el aluvión de jugadores no americanos que sigue poblando la liga, generalmente poco acostumbrados a este sistema fiscal.
Revolución en las camisetas
Tras más de una década con Adidas, Nike ha desembarcado en la NBA. Como no podía ser de otra forma, la reina del marketing ha traído de la mano la inclusión de publicidad en los uniformes de los equipos. Sacrilegio para los puristas, inevitable paso hacia la modernidad para los ejecutivos. La primera propuesta en esta nueva era es un innovador sistema de transpiración acompañado por la inclusión de un chip que permitirá a los aficionados tener información exclusiva de sus ídolos, siempre que pasen por caja adquiriendo los productos oficiales de la liga.
Calendario más razonable
Mientras que la vieja Europa se desangra envuelta en guerras interminables sobre el calendario, la NBA ha aligerado las condiciones físicas de sus estrellas. En la presente temporada se empieza antes que nunca (el 17 de octubre) con el objetivo de reducir los “back to back” apasionantes para los aficionados, pero muy peligrosos para la salud de los jugadores, que debían afrontar dos partidos consecutivos con viaje incluido en dos días naturales. El número de partidos mínimo (82) no se reduce… de momento.
Menos tiempos muertos, más dinamismo
Con la intención de hacer los partidos más dinámicos (y de menor duración), “sólo” se podrán solicitar 14 tiempos muertos en un partido (antes eran 18). La duración única del “time out NBA” será a partir de esta temporada de 75 segundos. Cada equipo podrá solicitar siete (dos en los últimos tres minutos del cuarto final).
Otro año con Ñ...
Ya no está Sergio Rodríguez, que peleará por el cetro europeo en el CSKA de Moscú, pero la mejor liga del mundo seguirá hablando castellano gracias a la presencia de nueve españoles. Pau Gasol (San Antonio), Marc Gasol (Memphis Grizzlies), José Manuel Calderón (Cleveland), Serge Ibaka (Toronto Raptors), Nikola Mirotic (Chicago Bulls), Willy Hernangómez (New York Knicks), Juancho Hernangómez (Denver Nuggets), Ricky Rubio (Utah Jazz) y Álex Abrines (Oklahoma) serán los jugadores con pasaporte español en la mejor liga del planeta.
... Y no sólo por los jugadores
Los jugadores no serán los únicos representantes de España en la mejor liga del mundo. Desde los despachos con Chus Bueno (vicepresidente de la NBA), hasta en los banquillos con Jordi Fernández (ayudante en Denver), pasando por los gimnasios, con el preparador físico Toni Caparrós en Memphis, o las camillas, con los fisioterapeutas Joaquín Juan y José Antonio Sánchez, que atienden personalmente a algunas de las estrellas de la liga. Diversos son los ejemplos de importación de talento español por parte de la NBA.
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