El Villarreal-Maccabi estuvo cerca de suspenderse: con cortes de luz y el campo inundado

El encuentro entre el Villarreal y el Maccabi Tel Aviv previsto para las 21:00 horas de este jueves estuvo al borde de la suspensión. Una tromba de agua, que se alargó durante varios minutos, inundó el terreno de juego haciendo imposible que el partido pudiera desarrollarse en condiciones óptimas. Además, debido a la climatología, también se produjeron varios cortes de luz intermitentes.

El propio Villarreal, junto a la UEFA y al club rival, se pusieron a trabajar para buscar una solución. El duelo correspondía a la jornada 3 de la Europa League. Sin embargo, todo apuntaba a que sería suspendido debido al escaso tiempo para remediar los contratiempos. Por si fuera poco, la intensidad de la lluvia no descendió lo más mínimo.

A pesar de que el Villarreal y el Maccabi seguían adelante con la planificación, confirmando en sus redes sociales los diferentes onces iniciales con los que iban a salir a disputar el partido, los periodistas allí presentes comprobaban cómo era una utopía intentar disputar la cita. A menos de una hora, la lluvia no cesaba y hasta cortaba la luz del Estadio de la Cerámica.

Poco después, a medida que el inicio del partido se acercaba, el propio Villarreal trasladaba vía redes sociales las condiciones meteorológicas que se estaban viviendo en el estadio. Sin dar detalles sobre la posible suspensión, mostraba con sus imágenes que jugar el encuentro no era viable.

Y, tras la charla con la UEFA y el Maccabi, se decidió tomar una primera medida: retrasar 30 minutos el inicio del partido, a las 21:30 horas, a la espera de que el tiempo diera la oportunidad de arreglar el césped y disputar el encuentro como estaba previsto. "Debido a la intensa lluvia, el inicio del partido de Europa League entre el Villarreal y el Maccabi se aplaza, por el momento, 30 minutos y comenzará a las 21.30h", comunicó el club español en sus redes sociales.

Ese no sería el último cambio de horario. En busca de poder disputar el partido sí o sí, la UEFA retrasó el inicio hasta las 22:00 horas. La premisa es que no habría ningún cambio más: si no se jugaba a esa hora, sería aplazado a otro día. Pero las buenas noticias llegaron a todos los aficionados.

Un milagro

La lluvia paró de caer y los trabajadores del Villarreal consiguieron arreglar el terreno de juego para que se pudiera disputar la jornada. Los 60 litros por metro cuadrado en 30 minutos, según lo notificado por el Villarreal, ya eran cosa del pasado. Cuando todavía faltaba media hora para que el duelo se jugara, y si no se aplazara, el Submarino Amarillo trasladó a todos sus seguidores que por fin se iba a poder saltar al terreno de juego. Una tarde complicada, pero acabó dando una tregua.

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