El fútbol, muchas veces, se decide por pequeñísimos detalles. Esta frase, que conlleva un análisis mucho más elaborado que el que pueda parecer, no es un simple tópico, es sencillamente la verdad. Y si no se lo creen, el pase del Barcelona a las semifinales de Copa fue el mejor reflejo. No es que el cuadro azulgrana no se mereciera el pase, al contrario, pero sí que le beneficiaron los pequeños detalles, incluso también los arbitrales, sin ningún tipo de influencia en el resultado final. [Narración y estadísticas: Barcelona 5-2 Real Sociedad]
¿Cuántas veces han escuchado aquello de "el que perdona, lo paga? Y más si es el equipo pequeño el que perdona. Pues ese dicho acabó matando a la Real Sociedad, que no mereció pasar de ronda, pero que esas cosas que marcan un partido (esta vez una eliminatoria) le acabaron dando la espalda. Porque este partido del Camp Nou, que venía con un 0-1 en Anoeta de la ida, se decidió en treinta segundos. La Real tuvo una jugada de ataque nada más comenzar la segunda mitad en la que hasta llegó a tener dos ocasiones, la segunda muy clara. Willian Jose se topó con Cillessen, en una de esas acciones que es más fallo del delantero que acierto del portero. El partido iba 1-0, por lo que los vascos necesitaban dos goles. Marcar el primero en el 55' hubiera dejado mucho miedo en el Camp Nou.
Pero la Real falló y el Barcelona, en la continuidad de esa jugada, enarboló un contraataque que acabó con Iñigo Martínez arrollando a Neymar, que otra vez más provocó un penalti, anotado después por Messi (era el 2-0). El brasileño ha provocado más penaltis en este 2017 que goles ha marcado. Esa jugada vino marcada por un control con la mano de Suárez que no vió el colegiado, como tampoco vio una falta de Umtiti sobre Xabi Prieto que dio lugar al primer gol del partido, obra de Denis Suárez. Por eso también el encuentro se decidió en los pequeños detalles y esos fallos arbitrales, insiginificantes al final, también beneficiaron al Barcelona.
Todo lo que pasó después fue un grandísimo partido de fútbol porque ambos ya sabían que todo estaba decidido, con el Barcelona en el sorteo de este lunes (13:00 horas) y la Real Sociedad eliminada. Eso propició una bendita locura de goles y ocasiones que empezó ganando el cuadro vasco. Juanmi marcó el 2-1 con una preciosa vaselina, pero al minuto siguiente apareció Suárez y apagó las posibles ilusiones donostiarras.
Después llegó el gol de Willian Jose, que metió el balón en la portería demasiado tarde, y otros dos tantos azulgranas, uno primero de Arda Turan y otro de Denis Suárez, que completaba un doblete y finalizaba así sus mejores días como azulgrana. A pesar del contundente 5-2 (6-2 global), el Camp Nou prefirió pitar al árbitro al final porque a Messi no le pitaron un penalti en el último minuto. En el estadio azulgrana se celebró poco la clasificación, quizá porque están acostumbrados a llegar a esta ronda.
Es la séptima vez en los últimos nueve años que el Barcelona llega a semifinales de Copa. El dato es tan brutal como el que hará en caso de clasificarse a la final: sería su cuarta final consecutiva. Y ganó las dos últimas. El idilio con la Copa de España del Barcelona es más que curioso. Ahora esperará rival. O el más difícil, el Atlético de Simeone, el peligrosísimo Celta o la 'perlita' que todos quieren, el Alavés. Toque quien toque, el Barça será favorito en su competición. Quizá haya que plantearse, en términos futbolísticos, llamar a esta competición la "Copa del Barça".
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