Las cuatro razones por las que Alemania ha llevado a su equipo B a la Copa Confederaciones
El seleccionador germano Joachim Löw prefiere trabajar de cara al futuro que quemar el presente en un torneo con pocos atractivos. Los germanos se enfrentan este jueves en las semifinales a México (20:00 horas).
29 junio, 2017 01:14Noticias relacionadas
- Horario y dónde ver en TV el Alemania – España del Europeo sub-21
- Inculpan a seis personas por la tragedia del estadio de Hillsborough 28 años después
- El autor del Informe McLaren dice que hay 150 futbolistas rusos bajo sospecha por dopaje
- Quaresma - Cristiano, la conexión que Portugal recupera 15 años después
- Una exhibición de Saúl Ñíguez para la mejor España sub-21 de siempre
- La fiabilidad de la Alemania de siempre; el drama perenne de Inglaterra
- Por qué las plantillas de Messi se hacen a mano y las de CR7 las fabrica un robot
¿Stindl, Werner, Goretzka…? ¿Dónde están los Müller, Neuer y cía? ¿Por qué Alemania no ha llevado a los titulares? Más de uno se habrá hecho esta pregunta durante la Copa Confederaciones. Y es normal. Joachim Löw, en su convocatoria, decidió prescindir de los hombres que le dieron el Mundial, una decisión controvertida para muchos (tan solo el 13% de los alemanes, según el Süddeutsche Zeitung, confiaron entonces en el triunfo de su selección), pero también lógica por muchos motivos. Los repasamos antes de su enfrentamiento este jueves (20:00 horas) contra México en las semifinales.
LA SOCIEDAD ALEMANA NO EXIGE LA VICTORIA
¿Se imaginan qué pasaría si España, de participar en la Copa Confederaciones, no hubiera llevado a su equipo titular? Seguramente, habría críticas al seleccionador. Se diría, casi seguro, por orden: que si devalúa la competición, que si es una falta de respeto a los más veteranos, que si no mira por los rivales ni por los espectadores… De hecho, de perderla, podría llegar a caer la cabeza del técnico español. Sin embargo, en Alemania no ocurre nada de esto. Nadie se va a quejar si la selección teutona no vuelve con la Copa Confederaciones de Rusia. A la opinión pública le da igual. Y con razón: es posible que ésta sea la última edición de un torneo devaluado desde hace tiempo. Por eso mismo, Joachim Löw no tuvo ningún problema a la hora de hacer su convocatoria.
DEMASIADAS COMPETICIONES
Joachim Löw entiende que, de todas las competiciones que tiene que jugar Alemania, la Confederaciones es la de menor enjundia. Además, reconoció: “tres torneos en tres años es un límite”. Por eso mismo, el seleccionador alemán ha decidido no quemar a sus más veteranos. Para qué. “En Alemania hay mucho debate sobre si la Copa Confederaciones tiene sentido o no”, confesó el técnico germano. Y, ante esa duda, decidió probar y competir con el que se ha venido a llamar el equipo B.
VISIÓN DE FUTURO
“Vamos a participar en el torneo con una plantilla joven. Queremos que los que estén con nosotros aprendan nuestras ideas, nuestros mecanismos y que entrenen con nosotros. El objetivo es acercarlos un poco más al nivel mundial”, explicó el seleccionador. O, dicho de otro modo, Löw optó por llevar a los jóvenes por dos motivos principales. El primero, ver si pueden competir al máximo nivel y tomar responsabilidades en un gran torneo. El segundo, saber con qué jugadores puede contar de cara al Mundial de Rusia 2018. Es decir, la Confederaciones le ha servido al técnico de campo de pruebas para el futuro. Sólo pensando en el fútbol, en Alemania y en lo que está por venir. Jamás en lo que piensen de él por esta maniobra.
SU EQUIPO B ES MEJOR QUE MUCHOS A
Alemania sigue siendo fiable a pesar de jugar con los menos habituales. ¿La prueba? Está en semifinales tras ganar a Australia (2-3) y Camerún (3-1), y empatar ante Chile (1-1). Por tanto, ¿para qué cambiar? Alemania, en su conjunto, ha decidido ‘sacrificar’ un torneo menor en beneficio del que está por venir el próximo curso: el Mundial de Rusia 2018. Y lo hace con plena confianza en su seleccionador, que no sufrirá en ningún sentido en caso de caer eliminado. Aunque, dicho esto, lo normal es que le gane a México y esté en la final. Y, una vez allí, poco importará quién juegue. A un partido cualquiera puede ganar. ¿Y si la Mannschaft gana con el B? Entonces sólo quedará quitarse el sombrero y aplaudir.