“Mientras todo el mundo publica fotos desde los Juegos Olímpicos, yo disfruto de mi familia y estoy feliz de pasar tiempo con mi pequeña princesa”. Ilnur Zakarin escribe desde Chipre con Cristina Zakarina en brazos. Debería estar en Rio, donde hubiera tenido la ocasión de cumplir los anhelos de su jefe Igor Makarov.
Zakarin es uno de los damnificados de esa resolución del COI de no permitir competir a los deportistas rusos que tenían una sanción por dopaje en su historial que anoche tumbó el TAS justo después del cierre de las ediciones de los periódicos europeos. Por ser uno de los primeros en competir, dado que la prueba ciclista de fondo masculino en carretera este sábado 6 y la contrarreloj tendrá lugar el miércoles 10, no podrá beneficiarse del dictamen. “Lleva toda la semana sin entrenar siquiera”, dicen desde su federación. Su sueño olímpico ha sido abortado con crueldad.
La prueba de fondo masculina, la reina, constará de 240 kilómetros de carrera con tres subidas de prácticamente primera categoría en el tercio final; en la femenina serán 136 kilómetros y sólo se afrontará una vez la subida. “Se nota que el recorrido no lo ha hecho la UCI y que a los organizadores locales se les ha ido la mano diseñándolo”, dice el técnico de una federación extranjera. “Sumando factores como el desgaste del Tour de Francia o las complicaciones de los viajes transoceánicos, pueden terminar veinte”. El británico Chris Froome, ganador del Tour de Francia, definió el recorrido propuesto como “una salvajada”.
Javier Mínguez, seleccionador español, dice que los ciclistas pueden llegar a meta “de uno en uno, o en grupos muy pequeños”. Para luchar por las medallas alinea a tres gregarios y dos ases. Uno, Purito Rodríguez, ha comunicado que esta carrera será el último acto de su larga y prolífica carrera deportiva. El otro as, el líder indiscutible y máximo favorito unánime, es Alejandro Valverde.
“Ganar los Juegos Olímpicos compensaría ese Mundial que me falta”, nos contó el murciano en junio. Valverde tiene uno de los palmareses más ricos del ciclismo mundial: una victoria en la Vuelta a España, podios en Giro d’Italia y Tour de Francia, tres Lieja-Bastoña-Lieja, un sinfín de clásicas y rondas de una semana de todos los colores. Sólo le falta un triunfo en una prueba por selecciones para poner el colofón a su leyenda. En los Campeonatos del Mundo ha conseguido dos platas y cuatro bronces; en los tres Juegos Olímpicos que ha disputado no estuvo en la pelea por las medallas.
Esta es la ocasión de Valverde para abrazar esa gloria que le esquiva pertinazmente. Frente a sí, un abanico amplísimo de rivales: desde escaladores puros como Romain Bardet o Chris Froome, hasta poderosos como Rui Costa o Bauke Mollema; rápidos como Julian Alaphilippe o Greg Van Avermaet y ciclistas de colmillo como Vincenzo Nibali o Tim Wellens. Es difícil prever el desarrollo de la carrera y quién tendrá las fuerzas necesarias para optar a la victoria en una prueba que será retransmitida por Teledeporte y acabará en torno a las 21:30.
La polémica de Armitstead
La manga femenina de fondo en carretera viene marcada por la polémica surgida en torno a la británica Lizzie Armitstead, vigente campeona del mundo, a quien le ha sido levantada en vísperas de los Juegos Olímpicos una suspensión por perderse tres controles antidopaje por sorpresa. Esta falta, cuyo castigo es una sanción de dos años, quedará sin efecto en el caso de la británica tras un oscuro proceso. En él se han considerado distintos factores atenuantes como que en una de las ocasiones su móvil estaba en silencio y el controlador antidopaje no fue a buscarla a la habitación de hotel en el que ella dormía; o que, antes de otro, la persona encargada de informar a los controladores de su paradero dejó de trabajar para la federación sin dar parte a la ciclista. El pelotón femenino reaccionó con indignación a la absolución de Armitstead y la historia se enmarañó con el marido de esta acusando a una de sus rivales de tener un affaire con un hombre casado.
Sea como fuere, Armitstead correrá el domingo en Río y es la máxima favorita. El perfil favorece a escaladoras más livianas como las estadounidenses Mara Abbott y Evelyn Stevens; también la neerlandesa Anna Van der Breggen, la sudafricana Ashleigh Moolman-Pasio y la polaca 'Kasia' Niewiadoma están en la primera línea de favoritas. Por parte española participa Ane Santesteban, que tras una meritoria temporada cazando puntos para poder figurar en esta prueba tendrá la oportunidad de gozar de una “recompensa” que es a su vez un “objetivo” para ella. Un puesto entre las diez primeras está a su alcance.
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