Quién le iba a decir a Carlos Moyá que Rafa Nadal, aquel chavalín de Manacor con el que entrenaba de vez en cuando, del que era todo un mentor, le derrotaría a nivel profesional un 5 de mayo de 2003 en Hamburgo. Que ganaría cuatro Copas Davis, la primera al lado de Moyá en 2004. Que también triunfaría en Roland Garros, como él, y hasta nueve veces, además de en Wimbledon (dos títulos), el US Open (dos) y el Open de Australia (uno). Que igualaría su condición de número uno (1999) entre agosto de 2008 y julio de 2009 para volver a la cima dos veces más (junio de 2010-julio de 2011 y octubre de 2013-julio de 2014). Pero, sobre todo, quién iba a pensar hace años que Moyá y Nadal dejarían de ser tenista profesional y sparring para ser compañeros en la cúspide, rivales y, sobre todo, amigos incondicionales. Tanto como para acabar trabajando juntos.
Eso ocurrirá a partir de ahora, recién anunciada la incorporación del ya extenista mallorquín al equipo técnico de Rafa Nadal, donde acompañará a su tío Toni y a Francis Roig. Una decisión que al ahora número nueve del ránking ATP le causa "una gran alegría", al ser Moyá "una persona muy importante en mi carrera". Acompañará a Nadal tanto en los entrenamientos como en la competición y también será fundamental en el proyecto de la nueva academia de tenis de su amigo, auspiciada por Movistar.
Esta nueva inspiración profesional pilló a Moyá, como se suele decir, trabajando. No ha parado desde que se retiró de las pistas a finales de 2010: capitán del equipo español de Copa Davis entre octubre de 2013 y septiembre de 2014, director de su propia academia de tenis junto al también extenista Roberto Carretero y participante habitual en los torneos de la IPTL, que reúnen a leyendas del tenis con jóvenes promesas de este deporte. Fue precisamente compitiendo en uno de estos torneos cuando Toni Nadal le llamó para ofrecerle trabajar con Rafa.
"Es un jugador especial, pero sobre todo es una gran persona y un gran amigo en el que tengo mucha confianza de que vuelva a conseguir los títulos que todos esperamos", ha declarado Moyá, otra pieza más en el engranaje de "una estructura con grandes profesionales que ya desarrollan un trabajo excelente".
En cuanto el exnúmero uno del mundo dejó de ayudar al canadiense Milos Raonic, Toni Nadal no dudó en descolgar el teléfono para tratar de hacerse con sus servicios. "Carlos siempre ha sido una persona especial para nosotros y Rafael le ha tenido mucha consideración y aprecio desde su época de profesional, cuando siempre estuvo dispuesto a ayudarnos. Hemos entendido que es el momento ideal para que se incorpore", reconoce el tío y principal entrenador de Rafa.
Si al Nadal niño le hubiesen dicho hace años que trabajaría codo con codo con Carlos Moyá, toda una figura del tenis mundial cuando Rafa daba sus primeros pasos en las pistas, habría alucinado. Sin embargo, los sueños pueden cumplirse y ésta es la enésima demostración de ello. Porque, desde el principio, los caminos de Moyá y Nadal se encontraron continuamente: entrenamientos, partidos y vida en general. Quién sabe, quizá ahora vuelvan a triunfar juntos a nivel profesional. La alianza promete, de eso no cabe duda.
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