Con el rostro cubierto por una gorra de béisbol blanca, una hora después de llegar a los cuartos de final del Masters 1000 de Miami, Rafael Nadal explicó con claridad los motivos por los que no estará en la eliminatoria de Copa Davis entre España y Serbia, que se disputará en Belgrado entre el 7 y el 9 de abril con una plaza de semifinales en juego.
“Evidentemente, me encantaría estar con el equipo, pero desgraciadamente no voy a estar”, se arrancó el campeón de 14 grandes tras vencer al francés Mahut. “Tengo casi 31 años y los que me conocen de cerca saben que he sufrido bastante con las lesiones estos últimos años”, continuó el balear. “Tengo que hacer las cosas lo mejor posible para intentar evitar lesiones. En este sentido, eso es algo que no se puede controlar, pero sí que puedes intentar hacer el calendario de la forma más acorde posible para no tener cambios drásticos de superficies o sobrecargas extra de entrenamientos o partidos”.
Ir a Serbia con España obligaría a Nadal a pasar de pista dura al aire libre (Miami) a pista dura bajo techo (la superficie elegida por los locales) y le dejaría con una sola semana de margen para hacer luego la transición a tierra batida, porque el Masters 1000 de Montecarlo arranca el próximo 16 de abril. Para el mallorquín, que no juega en arcilla desde junio de 2016 (Roland Garros), es un riesgo doble que podría resucitar sus problemas en las rodillas y que pondría en peligro su puesta a punto para la parte más importante de su temporada, que comenzará en Mónaco y acabará en París, pasando por Barcelona, Madrid y Roma.
“El hecho de jugar en una pista cubierta diferente a la de Miami me obligaría a tener que esforzarme mucho para adaptarme”, aseguró el español.“Luego tendría una sola semana de transición a pista de tierra, donde hace un año que no juego. Es una situación prácticamente imposible a día de hoy”, lamentó Nadal. “Para mis rodillas es veneno hacer cambios tan drásticos. Tengo que evitarlos y hacerlos de manera progresiva. Para mí, todo hubiera sido distinto si la eliminatoria la hubiésemos jugado en casa, en tierra batida. Ojalá hubiese sido en España para poder hacer un cambio progresivo a la tierra”, siguió. “No ha sido así y espero que el equipo responda y que podamos estar en semifinales. Soy consciente de la dificultad y más si juega Djokovic, pero lo siento. A estas alturas tengo que cuidar mi físico para estar sano y alargar al máximo mi carrera”.
Tras caer en la final del Abierto de Australia y llegar a Mallorca, Nadal tomó la decisión de renunciar a la eliminatoria contra Croacia después de seguir el consejo de los médicos, que le recomendaron descansar para reponerse de la paliza física acumulada en los dos primeros torneos del año tras muchos meses sin competir. El mallorquín, que tampoco estuvo en Rotterdam (lo tenía previsto en su calendario), reapareció en Acapulco con casi cuatro semanas de recuperación encima, necesarias para afrontar el torneo mexicano y los dos Masters 1000 del calendario (Indian Wells y Miami) sin tregua. La situación es parecida ahora porque el objetivo sigue siendo el mismo: gestionar con cabeza los esfuerzos para prolongar su vida útil como jugador.
Nadal, sin embargo, no es el único que ha decidido poner su salud por delante en la escala de prioridades. Roberto Bautista, segundo español del ranking (18 mundial) y líder en la serie contra Croacia (ganó sus dos puntos individuales), siguió los pasos del mallorquín y declinó ir a Serbia para recuperarse de los problemas abdominales que arrastra desde Indian Wells, el mismo problema que le impidió saltar a pista a jugar la tercera ronda contra Pablo Carreño en el primer Masters 1000 del curso.
“Me sabe muy mal, me duele no ir después de haber jugado muchas eliminatorias en Segunda División, después de haber luchado por estar ahí”, explicó Bautista tras caer con Roger Federer el martes en los octavos de Miami. “Ahora mismo creo que tengo que mirar un poco por mi físico. Es una decisión que me ha costado tomar, pero mi equipo y yo consideramos que es lo apropiado”, añadió. “Me levanto todas las mañanas con muchas agujetas en el abdominal. Prácticamente no he sacado en dos semanas, he jugado tres partidos seguidos y el abdominal está muy cargado, es una zona que tengo delicada. Me toca pensar un poco en mi futuro".
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