Horas después de colocar la Copa de los Mosqueteros en el museo de su academia, y antes de subirse a su barco para perderse en el mar, Rafael Nadal tomó una decisión previsible tras ganar Roland Garros. El martes por la noche, el español anunció su renuncia al torneo de Queen’s (del 19 al 25 de junio), donde tenía previsto abrir su gira sobre hierba antes de jugar en Wimbledon (a partir del 3 de julio). Así, el número dos mundial llegará al tercer grande del año sin haberse probado sobre césped en competición oficial, a falta de saber si disputa la famosa exhibición en Hurlingham para reencontrarse con las sensaciones en una superficie que lleva sin pisar desde el 2 de julio de 2015, cuando cayó con Dustin Brown en la segunda ronda de Wimbledon.
“Esperaba tomarme unos días de descanso y estar listo para jugar, pero a los 31 años, después de una larga temporada de tierra, y con todas las emociones de Roland Garros, he decidido tras hablar con los médicos y mi equipo que mi cuerpo necesita descanso si quiero estar listo para Wimbledon”, comunicó Nadal a través de su página de Facebook, mientras el torneo de Queen’s lamentaba la baja de su campeón de 2008, que tampoco pudo jugar el curso pasado por la lesión en la vaina del cubital posterior de la muñeca izquierda, que le apartó del circuito en mitad del curso.
“Llevo unos cuantos meses muy intensos”, había avisado el mallorquín durante una entrevista con este periódico tras celebrar su décimo Roland Garros. “Es el momento de analizar bien las cosas, de hacer el calendario adecuado para intentar mantener la frescura mental y por supuesto la física. Voy a intentar hacer el mejor calendario posible para llegar bien a Wimbledon”.
Tras la renuncia a Queen’s, el plan de Nadal está bien claro. El campeón de 15 grandes, que ha jugado 25 partidos sobre tierra (24 victorias y una derrota) desde el pasado mes de abril, dejará la raqueta unos días y desconectará en el mar, lo que hace siempre después de una gira larga. A partir de la próxima semana, el español empezará a pensar en su asalto a Wimbledon y pedirá permiso a la organización del Mallorca Open para entrenarse sobre las pistas de hierba del torneo, que se disputa del 19 al 25 de junio en Santa Ponsa. La coincidencia es bienvenida por Nadal, porque le ofrece una ventaja única: la de ponerse a punto muy cerca de su casa en un césped que está probado, testado y supervisado por el All England Lawn Tennis Club de Wimbledon.
Noticias relacionadas
- Dos o tres años para intentar ser el mejor de la historia
- Rafael Nadal: "Hoy no soy más especial"
- Habla el equipo técnico de Nadal: "Está por encima del Rafael de 2008"
- Nadal y Roland Garros: todo empezó con el doctor Bursgmüller
- La resurrección de Nadal
- ¿Puede volver Nadal al número uno del mundo?
- Por encima de todo, Rafa
- Los 15 torneos grandes de Nadal
- El mito devora a la leyenda: Nadal, 10 veces campeón de Roland Garros