Nueva York (enviado especial)

La última imagen que los periodistas se llevaron de Rafael Nadal fue la de un tenista bajando cojo las escaleras de la sala de prensa del Abierto de los Estados Unidos. El viernes por la tarde, el número uno se marchó del último Grand Slam de la temporada tras retirarse de las semifinales contra Juan Martín del Potro (6-7, 2-6 y abandono), incapaz de aguantar el dolor de la rodilla derecha. La cara del español lo dijo todo: después de lesionarse en los cuartos de final del Abierto de Australia y sacar bandera blanca contra Marin Cilic, Nadal tuvo que retirarse de nuevo en Nueva York.

"He perdido cuatro partidos, dos de ellos como consecuencia de una retirada", recordó el mallorquín. "Esos dos han sido en cuartos y semifinales de un Grand Slam, cerca de poder luchar por el título. Es frustrante y muy duro para mí, pero es parte del juego y no me voy a quejar. Incluso así estoy en una buena posición en la historia de este deporte", añadió. "Estos momentos son duros, pero a la vez, te hacen seguir trabajando para tener nuevas oportunidades", aseguró. "Estoy teniendo dos buenos años. La temporada pasada fue increíble y esta iba a ser igual hasta este momento".

Nadal sintió algo en la rodilla durante el entrenamiento previo a su partido de octavos de final contra el ruso Khachanov y se la vendó por primera vez en ese encuentro, al comienzo del segundo parcial. A partir de ahí, el español fue liando con el problema, hasta que explotó ante Del Potro.

USA TENNIS US OPEN 2018 JUSTIN LANE Agencia EFE

"Siempre me han dicho que por mi estilo tendría una carrera muy corta, pero aquí sigo", dijo Nadal. "Aquí sigo porque me gusta lo que hago, tengo mucha pasión por el juego. Seguiré luchando y disfrutando para continuar compitiendo al más alto nivel", avisó el tenista. "Estoy jugando bien y disfruto en la pista. Estoy teniendo éxito. Con 32 años sigo siendo muy competitivo. Mucha gente de esta sala, incluido yo, jamás pensó que a la edad de 32 estaría luchando por títulos y peleando por las primeras posiciones del ranking", repitió.

"No se trata de perder, se trata de no tener la oportunidad de luchar por ganar", reflexionó el español. "Creo que durante toda mi carrera he peleado mucho en contra de estas cosas, pero no soy tonto. Cuando ha pasado tantas veces lo lógico es que vuelva a pasar, pero pienso en competir, en ganar y en jugar bien. Si pensase que me va a pasar tendría un doble problema al estar jugando: mis miedos y mis rivales".

Ahora, Nadal y lo de siempre: tras caer, volver a levantarse.

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