Zombis para los últimos días del mundo
Fin de semana de todos los muertos, vivientes incluidos, así que Elcultural.es les propone un recorrido por su masacre en libros, cómics y cine. En tiempos de Apocalipsis, crisis y gripes, el zombi es el rey
30 octubre, 2009 01:00
Marta Caballero
Al monstruo más entrañable del cine se lo inventó un joven George A. Romero en los años sesenta. Una serie B alumbró un entonces inimaginable subgénero cuyas posibilidades son, parece ser, infinitas. Desde La noche de los muertos vivientes a la actualidad hay un camino intermitente de títulos en los que el zombi ha ido mutando: a veces en su forma más clásica -torpón, más bien lento-, otras incluso como risible criatura, y las más dotado de una agresividad hija del nuevo milenio (los living dead de estos días no se andan con chiquitas). Hasta que llegamos a la actualidad y de repente: ¡boom! Este ser putrefacto se hace dueño y señor, primero de videojuegos, y luego de cómics, libros y películas, muchas películas. Icono cultural, rey del fantástico, en este fin de semana de todos los muertos no puede faltar su terror pagano. Y no es broma: los economistas ya se afanan en encontrar todas las claves de la relación entre el grave estado de la economía y el auge del zombi. Así las cosas, y en estos tiempos apocalípticos, recorremos sus huellas y las de sus derivados por los distintos campos de la creación para celebrar la fiesta de los difuntos.
LIBROS
Regla número 1, conocer el terreno
El zombi, hijo primero del vudú y luego vástago adoptado del cine fantástico, ha dado, de un tiempo a esta parte, un buen mordisco a las páginas literarias y ensayísticas. Ahora que incluso hay profesores de Harvard que aseguran que una masacre zombi puede ser factible, el muerto viviente ha hecho la tinta correr sin ningún pudor. Les recomendamos en primer lugar el exigente volumen Cine Zombi, de Ángel Gómez Rivero, que acaba de publicar Calamar Ediciones. Se trata de un exhaustivo repaso a la historia de amor entre el cine y la criatura de marras que arranca en los orígenes del mito Haití y en el clásico de Jacques Tourneur, Yo anduve con un zombi, para luego abordar el impacto de la cinta de Romero hasta el desarrollo y consolidación del subgénero a través de las distintas cinmetografías del mundo. Si dispone de menos tiempo, el también reciente pero más breve tomo Zombi Evolution (T&B), de José Manuel Serrano Cueto, ofrece una digna panorámica del género. Por cierto que su autor firma en la red el diario blogueado de su alter ego zombi, Johnny Pútrido.
Por si acaso sucede
Desde hace unos meses, pueden encontrar en las librerías y entre las manos de sus vecinos de vagón en el metro Zombi. Guía de supervivencia, un verdadero manual, con sus trucos y sus reglas, para burlar a los muertos vivientes (en la línea en la que el protagonista de la archi taquillera Zombieland va enumerando las normas inquebrantables para no ser engullido por un zombi). Editada por Almuzara, su autor es ni más ni menos que Max Brooks (hijo del director Mel Brooks), responsable de la confirmación literaria del zombi gracias al volumen Guerra Mundial Z (2006). En aquella ocasión, el autor urdió un relato próximo al ensayo periodístico que se convirtió en un bestseller de tal magnitud que acabó por introducir una nueva tendencia literaria responsable de que hoy este tipo de obras emerjan como setas.
Jane Austen, esa revientacadáveres
Seth Grahame Smith se ha atrevido a dar una irrisoria vuelta de tuerca a la cuestión manchando de sangre los vestidos vaporosos y la cursilería congénita de la obra más famosa de Jane Austen transformándola en Sentido, sensibilidad y zombies. Hilarante relato, procedente de una fobia infantil del autor hacia la literatura de la escritora británica, se ha convertido en un éxito en Estados Unidos, donde ha logrado los primeros puestos de las listas de ventas. Tras una compleja pugna, ha sido Umbriel la editorial que ha conseguido los derechos y que acaba de llevarla a las librerías españolas, donde compite con otros títulos -nunca más divertidos que este- desde comienzos de esta semana.
Plaga a la española
En la línea del título anterior, un pontevedrés se subió al tren del género con Apocalipsis Z, que empezó, inspirado en la experiencia norteamericana, como una bitácora. El boca a boca hizo su trabajo y dictaminó que el libro se convertiría en novela en diciembre de 2007. Dolmen edita esta propuesta basada en la vida de un gallego que narra en primera persona sus peripecias en una Iberia infectada de muertos vivientes. El rigor literario está aquí al servicio de una historia que, con todo, engancha y entretiene. La misma editorial, fascinada ante el género (publica diariamente un blog alrededor de este asunto), ha publicado recientemente Naturaleza muerta, de Víctor Conde, que igualmente desarrolla una historia de supervivencia, amor y odio en un mundo dominado por los muertos.
De la isla a la nación: Zombie Island / Zombie Nation
David Wellington se ha convertido con estos dos tomos en uno de los autores fundamentales del género. Su estrategia estriba en saltarse todas las reglas impuestas y crear una historia en la que todo vale: zombies pensantes, granjas de carne y jerarquías de muertos, con sus líderes y sus masas obedientes. Camino de convertirse en trilogía, la saga, si no redonda, sí mantiene con dignidad algunos de los ingredientes clave de la creación zombi: acción y tripas.
El cómic viviente
Especial mención merece dentro de la prolífera ocupación del zombi en los tebeos la saga Los muertos vivientes, ágil y enérgico relato que con excelentes dibujos primero de Tony Moore y luego de Charlie Adlard, ahonda en aquellas cuestiones a las que Romero lleva 40 años dándole vueltas. Esto es, la reacción de los humanos en el mundo postapocalíptico tras la invasión zombi. La serie, firmada desde sus comienzos por Robert Kirkman y que ya lleva más de 60 entregas en Estados Unidos y ocho tomos en España, sigue la peripecia de Rick, un policía local metido a héroe de un grupo de supervivientes desconocidos que se afana en luchar contra los revividos pero, sobre todo, contra la perfidia del resto de hombres no convertidos. El asunto alcanza cimas de puro existencialismo y de drama sin abandonar por un momento la acción. Aviso para los de poco autocontrol, el enganche está asegurado de la primera a la última viñeta (aún no escrita: es habitual ver en las librerías especializadas a lectores preguntando a la desesperada si se ha publicado ya el noveno tomo en España. Paciencia). La idea va camino de convertirse en una serie de televisión de la mano del interesante cineasta Frank Darabont (La niebla).
ZOMBIS DE CELULOIDE
No hay espacio en este reportaje para abarcar todas las novedades cinematográficas relacionadas con los muertos vivientes. Sí diremos que el éxito de estos seres ha encontrado en esta década su cumbre. El regreso de George Romero con Land of the dead y remake de El amanecer de los muertos impulsaron un regreso al zombi y familiares que alcanzó su cumbre en espectadores con títulos como 28 días después, Soy leyenda (basada, por cierto, en la excelente novela de Richard Matheson), y en el ámbito nacional con la aplaudida y castiza REC (tampoco hablamos aquí de zombis, pero sí de lo que podríamos llamar primos hermanos). El reciente festival de Sitges ha puesto de manifiesto la expansión de este cine con títulos como La horda, Survival of the dead, REC2 y la celebrada y divertidísima Zombieland, que llegará a España no por Halloween sino por Navidad (se estrena el 25 de diciembre). Cintas como esta última se han puesto en primera fila a nivel de espectadores en Estados Unidos, pero mientras se estrenan aquí y no, les recomendamos para este puente títulos para ver en casa:
Truco o trato: Las historias cruzadas ya no funcionan en taquilla, así que la película Truco o Trato (de Michael Dougherty y producida por Brian Singer) ha llegado directamente al mercado de DVD en España hace unos días. Pero no por esto hablamos de un filme menor, sino todo lo contrario: es una pequeña joya de cine de terror que con una moderna forma de narración -varias historias en un mismo escenario: un pueblo estadounidense durante la noche de Halloween-, condensa todos los elementos clásicos del género. Excelente ambientación, originalidad en las tramas, risa, sustos y, cómo no, un momento zombi, hacen de esta película el estreno por antonomasia para la presente noche de Halloween.
Zombies party: Si van a tirar de videoclub, estos muertos británicos le asegurarán una noche divertida, con zombis y excelente humor. Dirigida por Edgar Wright, cuenta con inmejorables interpretaciones del hilarante Simon Pegg (también guionista), Kate Ashfield y Nick Frost. Algún susto se llevarán, desde luego, pero sobre todo tendrán carcajadas.
Cine español: Si prefieren cine en salas, aún están a tiempo de pillar REC2, la nueva entrega de la exitosa propuesta de Balagueró y Plaza. Sus infectados no son exactamente muertos vivientes, al menos no los tradicionales, y hasta aquí podemos leer. También continúa en la cartelera Infectados, de los hermanos Pastor, cinta rodada en Estados Unidos en la que la plaga se debe al fácil contagio de una enfermedad letal.
Diary of the dead: La penúltima película de Romero, el gurú de todas estas historias (la última sigue paseándose por festivales), acaba de salir de DVD. El veterano director se mantiene fiel a sus reglas -las mismas que impuso para el resto de cineastas del reino zombi- pero las adapta aquí a los tiempos que corren. La historia está grabada cámara en mano por un grupo de universitarios con poca madera heroica. Con todo, y si quieren celebrar esto del zombismo como está mandado, háganse un favor y vayan a los orígenes: alquilen directamente Night of the living dead y todo lo demás será adicional. O acudan a una de las marchas y fiestas zombis que este fin de semana hay programadas a lo largo y ancho del país. Muchas, por cierto, convocadas al calor del estreno del documental postrero de uno de los muertos vivientes más famosos de la historia: Michael Jackson.
Al monstruo más entrañable del cine se lo inventó un joven George A. Romero en los años sesenta. Una serie B alumbró un entonces inimaginable subgénero cuyas posibilidades son, parece ser, infinitas. Desde La noche de los muertos vivientes a la actualidad hay un camino intermitente de títulos en los que el zombi ha ido mutando: a veces en su forma más clásica -torpón, más bien lento-, otras incluso como risible criatura, y las más dotado de una agresividad hija del nuevo milenio (los living dead de estos días no se andan con chiquitas). Hasta que llegamos a la actualidad y de repente: ¡boom! Este ser putrefacto se hace dueño y señor, primero de videojuegos, y luego de cómics, libros y películas, muchas películas. Icono cultural, rey del fantástico, en este fin de semana de todos los muertos no puede faltar su terror pagano. Y no es broma: los economistas ya se afanan en encontrar todas las claves de la relación entre el grave estado de la economía y el auge del zombi. Así las cosas, y en estos tiempos apocalípticos, recorremos sus huellas y las de sus derivados por los distintos campos de la creación para celebrar la fiesta de los difuntos.
LIBROS
Regla número 1, conocer el terreno
El zombi, hijo primero del vudú y luego vástago adoptado del cine fantástico, ha dado, de un tiempo a esta parte, un buen mordisco a las páginas literarias y ensayísticas. Ahora que incluso hay profesores de Harvard que aseguran que una masacre zombi puede ser factible, el muerto viviente ha hecho la tinta correr sin ningún pudor. Les recomendamos en primer lugar el exigente volumen Cine Zombi, de Ángel Gómez Rivero, que acaba de publicar Calamar Ediciones. Se trata de un exhaustivo repaso a la historia de amor entre el cine y la criatura de marras que arranca en los orígenes del mito Haití y en el clásico de Jacques Tourneur, Yo anduve con un zombi, para luego abordar el impacto de la cinta de Romero hasta el desarrollo y consolidación del subgénero a través de las distintas cinmetografías del mundo. Si dispone de menos tiempo, el también reciente pero más breve tomo Zombi Evolution (T&B), de José Manuel Serrano Cueto, ofrece una digna panorámica del género. Por cierto que su autor firma en la red el diario blogueado de su alter ego zombi, Johnny Pútrido.
Por si acaso sucede
Desde hace unos meses, pueden encontrar en las librerías y entre las manos de sus vecinos de vagón en el metro Zombi. Guía de supervivencia, un verdadero manual, con sus trucos y sus reglas, para burlar a los muertos vivientes (en la línea en la que el protagonista de la archi taquillera Zombieland va enumerando las normas inquebrantables para no ser engullido por un zombi). Editada por Almuzara, su autor es ni más ni menos que Max Brooks (hijo del director Mel Brooks), responsable de la confirmación literaria del zombi gracias al volumen Guerra Mundial Z (2006). En aquella ocasión, el autor urdió un relato próximo al ensayo periodístico que se convirtió en un bestseller de tal magnitud que acabó por introducir una nueva tendencia literaria responsable de que hoy este tipo de obras emerjan como setas.
Jane Austen, esa revientacadáveres
Seth Grahame Smith se ha atrevido a dar una irrisoria vuelta de tuerca a la cuestión manchando de sangre los vestidos vaporosos y la cursilería congénita de la obra más famosa de Jane Austen transformándola en Sentido, sensibilidad y zombies. Hilarante relato, procedente de una fobia infantil del autor hacia la literatura de la escritora británica, se ha convertido en un éxito en Estados Unidos, donde ha logrado los primeros puestos de las listas de ventas. Tras una compleja pugna, ha sido Umbriel la editorial que ha conseguido los derechos y que acaba de llevarla a las librerías españolas, donde compite con otros títulos -nunca más divertidos que este- desde comienzos de esta semana.
Plaga a la española
En la línea del título anterior, un pontevedrés se subió al tren del género con Apocalipsis Z, que empezó, inspirado en la experiencia norteamericana, como una bitácora. El boca a boca hizo su trabajo y dictaminó que el libro se convertiría en novela en diciembre de 2007. Dolmen edita esta propuesta basada en la vida de un gallego que narra en primera persona sus peripecias en una Iberia infectada de muertos vivientes. El rigor literario está aquí al servicio de una historia que, con todo, engancha y entretiene. La misma editorial, fascinada ante el género (publica diariamente un blog alrededor de este asunto), ha publicado recientemente Naturaleza muerta, de Víctor Conde, que igualmente desarrolla una historia de supervivencia, amor y odio en un mundo dominado por los muertos.
De la isla a la nación: Zombie Island / Zombie Nation
David Wellington se ha convertido con estos dos tomos en uno de los autores fundamentales del género. Su estrategia estriba en saltarse todas las reglas impuestas y crear una historia en la que todo vale: zombies pensantes, granjas de carne y jerarquías de muertos, con sus líderes y sus masas obedientes. Camino de convertirse en trilogía, la saga, si no redonda, sí mantiene con dignidad algunos de los ingredientes clave de la creación zombi: acción y tripas.
El cómic viviente
Especial mención merece dentro de la prolífera ocupación del zombi en los tebeos la saga Los muertos vivientes, ágil y enérgico relato que con excelentes dibujos primero de Tony Moore y luego de Charlie Adlard, ahonda en aquellas cuestiones a las que Romero lleva 40 años dándole vueltas. Esto es, la reacción de los humanos en el mundo postapocalíptico tras la invasión zombi. La serie, firmada desde sus comienzos por Robert Kirkman y que ya lleva más de 60 entregas en Estados Unidos y ocho tomos en España, sigue la peripecia de Rick, un policía local metido a héroe de un grupo de supervivientes desconocidos que se afana en luchar contra los revividos pero, sobre todo, contra la perfidia del resto de hombres no convertidos. El asunto alcanza cimas de puro existencialismo y de drama sin abandonar por un momento la acción. Aviso para los de poco autocontrol, el enganche está asegurado de la primera a la última viñeta (aún no escrita: es habitual ver en las librerías especializadas a lectores preguntando a la desesperada si se ha publicado ya el noveno tomo en España. Paciencia). La idea va camino de convertirse en una serie de televisión de la mano del interesante cineasta Frank Darabont (La niebla).
ZOMBIS DE CELULOIDE
No hay espacio en este reportaje para abarcar todas las novedades cinematográficas relacionadas con los muertos vivientes. Sí diremos que el éxito de estos seres ha encontrado en esta década su cumbre. El regreso de George Romero con Land of the dead y remake de El amanecer de los muertos impulsaron un regreso al zombi y familiares que alcanzó su cumbre en espectadores con títulos como 28 días después, Soy leyenda (basada, por cierto, en la excelente novela de Richard Matheson), y en el ámbito nacional con la aplaudida y castiza REC (tampoco hablamos aquí de zombis, pero sí de lo que podríamos llamar primos hermanos). El reciente festival de Sitges ha puesto de manifiesto la expansión de este cine con títulos como La horda, Survival of the dead, REC2 y la celebrada y divertidísima Zombieland, que llegará a España no por Halloween sino por Navidad (se estrena el 25 de diciembre). Cintas como esta última se han puesto en primera fila a nivel de espectadores en Estados Unidos, pero mientras se estrenan aquí y no, les recomendamos para este puente títulos para ver en casa:
Truco o trato: Las historias cruzadas ya no funcionan en taquilla, así que la película Truco o Trato (de Michael Dougherty y producida por Brian Singer) ha llegado directamente al mercado de DVD en España hace unos días. Pero no por esto hablamos de un filme menor, sino todo lo contrario: es una pequeña joya de cine de terror que con una moderna forma de narración -varias historias en un mismo escenario: un pueblo estadounidense durante la noche de Halloween-, condensa todos los elementos clásicos del género. Excelente ambientación, originalidad en las tramas, risa, sustos y, cómo no, un momento zombi, hacen de esta película el estreno por antonomasia para la presente noche de Halloween.
Zombies party: Si van a tirar de videoclub, estos muertos británicos le asegurarán una noche divertida, con zombis y excelente humor. Dirigida por Edgar Wright, cuenta con inmejorables interpretaciones del hilarante Simon Pegg (también guionista), Kate Ashfield y Nick Frost. Algún susto se llevarán, desde luego, pero sobre todo tendrán carcajadas.
Cine español: Si prefieren cine en salas, aún están a tiempo de pillar REC2, la nueva entrega de la exitosa propuesta de Balagueró y Plaza. Sus infectados no son exactamente muertos vivientes, al menos no los tradicionales, y hasta aquí podemos leer. También continúa en la cartelera Infectados, de los hermanos Pastor, cinta rodada en Estados Unidos en la que la plaga se debe al fácil contagio de una enfermedad letal.
Diary of the dead: La penúltima película de Romero, el gurú de todas estas historias (la última sigue paseándose por festivales), acaba de salir de DVD. El veterano director se mantiene fiel a sus reglas -las mismas que impuso para el resto de cineastas del reino zombi- pero las adapta aquí a los tiempos que corren. La historia está grabada cámara en mano por un grupo de universitarios con poca madera heroica. Con todo, y si quieren celebrar esto del zombismo como está mandado, háganse un favor y vayan a los orígenes: alquilen directamente Night of the living dead y todo lo demás será adicional. O acudan a una de las marchas y fiestas zombis que este fin de semana hay programadas a lo largo y ancho del país. Muchas, por cierto, convocadas al calor del estreno del documental postrero de uno de los muertos vivientes más famosos de la historia: Michael Jackson.