De Dickens y los monstruos
Zemeckis y Jonze dignifican el género
11 diciembre, 2009 01:00Una imagen de Donde viven los monstruos
El cine infantil amplía sus miras. Destaca la poética "Donde viven los monstruos", de Spike Jonze, o "Cuento de Navidad", de Robert Zemeckis, junto a títulos más previsibles como "Lluvia de albóndigas", "Alvin y las ardillas" 2 o "Planet 51".
Metáfora y fantasía
Donde viven los monstruos es, sin duda, la estrella de la programación cinematográfica infantil de esta Navidad ya que esta historia además de fascinar a los niños, como demuestra el duradero éxito de la novela homónima de 1963 de Maurice Sendak en la que está basada, deslumbrará a sus padres gracias al ingenio visual y la capacidad de penetración psicológica de su autor, Spike Jonze, director de Cómo ser John Malkovich, y uno de los creadores de videoclips más aclamados de los últimos años.
El filme cuenta la peripecia de Max (Max Records) un niño de unos diez años para el que la vida es una mezcla de sueño y pesadilla. Sus sentimientos a flor de piel y su extrema sensibilidad le conducirán con frecuencia a situaciones angustiosas, hasta que encuentra un nuevo mundo más allá de sus fronteras en el que llegará a reinar sobre un pintoresco grupo de monstruos. El viaje como metáfora y la fantasía como refugio son los dos elementos de una película que abraza sin nostalgia pero con cierta tristeza el universal tema de la pérdida de la niñez y la consecuente desaparición de la inocencia.
Homenaje a Dickens
Otro gran autor del cine de Estados Unidos, Robert Zemeckis (Forrest Gump), ya está arrasando entre los más pequeños con su vistosísima adaptación del clásico de Charles Dickens Cuento de Navidad. Los elementos clásicos, ahí está ese paradigmático Mr. Scrooge, quintaesencia del hombre rico y desagradable, incapaz de sentir un mínimo calor en su corazón, se conjugan con la novedosa animación de la película. Tras las experiencias (no siempre exitosas) de Polar Express y Beowulf, Zemeckis insiste en rodar a actores reales que después reconvierte en personajes de animación mediante técnicas digitales.
Planeta animado
Y reciente en la cartelera aún brilla Planet 51, la película española de animación más ambiciosa de la historia. Con sus 50 millones de euros de presupuesto y su excelente factura, esta historia sobre un astronauta de la NASA que aterriza en un planeta en el que se vive como en los Estados Unidos de los años 50, ya está dando sus frutos en taquilla. Con guión de Joe Stillman (el mismo de la popular Shrek) contiene un mensaje sencillo pero intachable (el respeto por quienes son diferentes) y basa su potencial en sus laboriosa animación así como en su uso del humor, trufado de algunos chistes más adultos para que éstos no estén mirando el reloj cada cinco minutos. La animación, por supuesto, sigue siendo el terreno privilegiado del cine infantil y se acumulan los títulos que así lo demuestran.
Renos y ardillas
En cartel ya está la divertida (y un tanto surrealista) Lluvia de albóndigas. La película cuenta la aventura de Flint Lockwood, un inventor sin mucha suerte que acierta con uno de sus proyectos más descabellados, que en vez de agua caiga del cielo comida. Al principio, los terrícolas estarán encantados con la novedad pero el chaparrón pronto dejará de tener tanta gracia cuando comience a adquirir un tinte mucho más peligroso.
El filme, que ha sido muy bien acogido en Estados Unidos, también puede verse en 3D, lo que tiene la gracia añadida de que uno puede ver cómo la albóndiga prácticamente se estampa contra las butacas. Y la animación europea, concretamente alemana, se dejará caer por los cines el 23 de diciembre con Nico, el reno que quería volar. Se trata de un producto marcadamente infantil inspirado en una vieja leyenda nórdica que tiene como protagonista al hijo de uno de los renos que llevan la carroza de Papá Noel. La aventura comienza cuando abandona Laponia para emprender un largo viaje en el que quizá verá cumplido su sueño: volar.
Y los más pequeños también son los destinatarios indiscutibles de Alvin y las ardillas 2, que llega tras el éxito de la primera parte. En esta ocasión, las simpáticas ardillas verán alterada su rutina con la aparición de un grupo de féminas con las que, en un principio, entablarán una batalla. Y de máximo interés para niños pero también para mayores es Número 9 (1 de enero), producción que viene avalada por Tim Burton. El filme se traslada a un escenario apocalíptico en el que un grupo de supervivientes tratará de reconstruir la civilización.
De canguros a espías
Pero no sólo de animación vive el cine infantil. Dos veteranos del calibre de Robin Williams (un clásico del género) y John Travolta se reúnen en Dos canguros muy maduros, estrenada la semana pasada. Como es preceptivo en este tipo de argumentos, sus protagonistas acabarán descubriendo, cómo no, lo "importante de la vida". Aún en cartel, está arrasando G-Force, licencia para espiar, filme plagado de efectos digitales en el que varios animales se convierten en el nuevo cuerpo de élite del Gobierno de Estados Unidos. Su misión, era de esperar, salvar al mundo.