Cuentacuentos en El dragón lector

Las librerías especializadas en el pequeño lector se han convertido en auténticos centros de ocio donde, además de libros, se suceden, en simpar algarabía, mágicos cuentacuentos, todo tipo de talleres, guías de lecturas y sorpresas inesperadas

No es necesario recordar la clave secreta, ni tener el pañuelo a mano para frotar lámpara alguna, ni es preceptivo hablar del revés, calzarse las botas de siete leguas o perseguir caminos asfaltados con migas de pan. Basta con abrir la puerta de la librería para gozar de la Aventura. Los pequeños establecimientos especializados en Literatura Infantil y Juvenil, en ardua competencia con macrosuperficies y similares, han apostado por la imaginación y la alegría para atraer a lectores bajitos y en crecimiento acelerado. Las actividades para el disfrute de niños y padres se han convertido en su santo y seña. Valgan unos ejemplos.

En la librería Kirikú y la bruja (Rafael Salazar Alonso, 17, Madrid) nos informan de que los sábados... ¡pasan cosas! ¿Qué cosas? Esther Madroñero relata cómo, a las 12:00, regalan a todos los que se dejen caer por allí una animación gratuita relacionada con uno o varios libros con el fin de activar la complicidad de niños y niñas de todas las edades. Pero es que para estas Navidades preparan además dos citas especiales. El viernes 18, a las 18.00 han invitado a la escritora Ana Cristina Herreros y al ilustrador Jesús Gabán a presentar su Libro de brujas españolas (Siruela). Y el 5 de enero, víspera de Reyes, invitan a roscón con sorpresa especial a todo aquél que se presenta con apetito e imaginación.

En El Dragón Lector (Sagunto, 20, Madrid) no dejan de abrir cada semana su misterioso y mágico "Baúl de los cuentos". Pilar Pérez nos cuenta cómo los sábados a las 12.00 y a las 18.00 horas abre la puerta del baúl ayudada por sus pequeños y ansiosos invitados y allí aparecen libros de cuentos, poemas y canciones. Estas Fiestas celebrarán tres actividades estrella: "Los libros de Papa Noel", donde los niños mostrarán sus regalos librescos; "Que llegan los Reyes", momento en el que se enseñaráporqué los tan esquivos Reyes no traen todo lo que se les pide; y la "Actividad Sorpresa", de la que, como es lógico, poco más hay que decir.

La Mar de Letras (Santiago, 18, Madrid) no cierra por Navidad, al contrario, pero pone en suspenso sus múltiples actividades ante la masiva afluencia de público que abarrota su exiguo local. Marta Anson destaca, no obstante, que la librería no ha parado en todo el año. Los sábados, a las 11:30, invitan a sus ya clásicos cuentacuentos. Además, dos veces al mes centran su atención en los más pequeños, con un original taller de tradición oral en el que enseñan canciones y juegos para buscar la risa de los bebés. Por no hablar de sus imprescindibles recomendaciones convenientemente clasificadas por edades.

En Barcelona, la más popular librería para lectores bajitos se llama Casa Anita (Carrer de Santa Eugènia 7). Oblit Baseiria, su alma mater, continúa engatusando la creatividad de los más jóvenes con sus cuentacuentos y talleres. Y, sin embargo, destaca, como apostilla a un año de crisis, que lo urgente, según se acercan los Reyes, "es vender".

Otras librerías imprescindibles que despliegan sus inquietos encantos a lo largo de la geografía hispana son Hydria y Carletes (Plaza de la Fuente, 17, Salamanca), Ibaizabal (Colón de Larreátegui, 21, Bilbao), Trazos (Pena s/n, La Coruña), Tam Tam (Micer Mascó, 6, Valencia), Los portadores de sueños (Jerónimo Blancas, 4, Zaragoza), y Libritos (Císter, 13, Málaga).

Niños y padres son los protagonistas en estos mágicos lugares de encuentro, los prime- ros para disfrutar y dar rienda suelta a la imaginación, los segundos para a-prender a ejercer de maestros lectores, una de las actividades formativas esenciales cuyo rédito futuro valdrá su peso en oro.