Image: Mateo Gil

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El Cultural

Mateo Gil

"En el cine español hay demasiado ruido"

22 enero, 2010 01:00

Mateo Gil. Por Gusi Bejer

Director y coguionista de la mayoría de las películas de Amenábar, Mateo Gil (Las Palmas, 1972) está doblemente nominado a los próximos Goya: al Mejor Guión por ágora y al Mejor Corto por Di me que yo. Además, prepara el rodaje de Blackthorn, su segunda película como director, y mantiene vivo el sueño de llevar a la gran pantalla Pedro Páramo.

Pregunta: Di me que yo es su primer trabajo como director en diez años.
Respuesta: Surgió de una gran frustración: justo cuando iba a empezar a rodar Pedro Páramo se cayó la financiación que teníamos. Fue un bajón tremendo y yo sentía la necesidad de volverme a poner tras la cámara. Además, acababa de dejarme una novia y pude reírme así un poco del asunto.

P: ¿Por eso el amor de las parejas en el corto es puro egoísmo?
R: Bueno, eso es porque muchas veces estamos con alguien por no estar solos. Sucede incluso en parejas que llevan muchos años, en apariencia muy sólidas.

P: Beso final al estilo del cine clásico: muy romántica, ¿no?
R: La idea era que en la forma fuera muy romántica pero no tanto en el fondo. Hay mucho cinismo. Utilizamos una imagen estándar de lo romántico para darle una nueva lectura en la que sale a relucir el egoísmo.

P: ¿Es Mateo Gil un director que escribe mucho y dirige poco?
R: Ahora estoy en una fase muy avanzada de mi próxima película, con guión de un amigo mío, Miguel Barros. Yo siempre quise ser director, pero surgió esa colaboración tan fantástica con Alejandro y me he tenido que meter de lleno en el mundo del guión.

P: ¿Cuándo comienza a andar el rodaje de Blackthorn?
R: Será a finales de marzo en Bolivia. Es un western y tiene como protagonistas a Sam Shepard, Eduardo Noriega, Stephen Rea y Magaly Solier. Me gusta el western, es uno de los géneros que más se presta a crear dilemas morales. Es muy político.

P: ¿Veremos el Pedro Páramo de Mateo Gil alguna vez?
R: De momento, el productor, Andrés Santana, sigue conservando los derechos de la novela. Sí, tarde o temprano esa película se acabará haciendo. Pero no es una película barata y no son buenos tiempos para producciones con cierto empaque que no sean en inglés. Además, resulta que México es más caro de lo que creíamos.

p: ¿Cambiará el cine con la dichosa crisis?
R: Esto lo único bueno que tiene es que plantea la posibilidad de reflexionar y darle una vuelta a las cosas. Lo que detecto es que los mecanismos de publicidad en cine están tan bien asentados y son tan eficaces que queda poco margen para un cine de mayor carga intelectual que emocional. Son ciclos, espero que pase.

P: ¿No lo dirá por ágora?
R: Aquí la película tiene a Alejandro como director con todo su tirón y muchos elementos tan atractivos como su protagonista. Creo que plantea debates de plena actualidad.

P: ¿Es Mateo Gil un genio a la sombra de Amenábar?
R: Ni mucho menos. Para mí siempre es un privilegio trabajar con una persona con tanto talento. Todo el mérito es suyo.

P: ¿Se siente bien tratado?
R: Creo que cuando salió Tesis (1996) era un gran momento para que irrumpieran nuevos cineastas. A mí me encargaron mi primera película y sólo tenía un corto a mis espaldas. Eso hoy es impensable.

P: ¿Sigue mucho las guerras del cine español?
R: Hay demasiado ruido. Todos los gremios tienen sus problemas y discusiones, sólo que en este caso se airean de forma estruendosa en los medios de comunicación. Creo que todos agradeceríamos más moderación.

P: ¿Cuál es su diagnóstico de fondo?
R: Es curioso, porque el principal problema, que es ese 5% que debían dar las televisiones, apenas se menciona en la Prensa. En toda esta guerra hay muchos intereses de medios de comunicación que están en contra de ese porcentaje. Por ahora, ha bajado del 5 al 3.

P: ...Quizá esto sea bueno para la calidad porque las televisiones han promovido un cine con un perfil creativo muy bajo, muy comercial.
R: Lo cierto es que en Europa el cine autóctono necesita ayudas públicas y de las televisiones para subsistir. El problema de fondo también es que éstas cada vez necesitan menos del cine para cubrir su programación.