Image: Francisco García Olmedo

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El Cultural

Francisco García Olmedo

"En cuestión alimenticia casi nada es natural"

26 enero, 2010 01:00

Francisco García Olmedo. Foto: Sergio Enríquez

El bioquímico hablará sobre los alimentos naturales en Madrid Fusión, que arranca hoy con lo mejor de la gastronomía

Javier López Rejas
Tendencias, creatividad, nuevos talentos, últimas vanguardias y economía son algunos de los aspectos que se abordarán a partir de este martes en Madrid Fusión, un encuentro en el que se analizarán las múltiples disciplinas que tienen que ver con la gastronomía, incluida la ciencia. Buena prueba de ello es la presencia entre sus ponentes de científicos como el profesor Francisco García Olmedo, que intervendrá dentro del ciclo Eco-cocina con la conferencia El mito de los alimentos naturales. El Bioquímico de la Universidad Politécnica de Madrid todavía tiene reciente la publicación del libro El ingenio y el hambre (Crítica), un esclarecedor recorrido a lo largo de las prácticas agrícolas a través de su historia.

PREGUNTA.- ¿Cuál es el primer mito o error que le gustaría derribar en torno a los transgénicos?
RESPUESTA.- Mi intervención en Madrid-Fusión no es tanto para derribar el mito de los alimentos naturales como para dar testimonio científico de que casi la totalidad de nuestras calorías dietéticas son aportadas por alimentos que son artificiales desde hace unos diez milenios. Ninguna de las especies domesticadas de vegetales que nos sustentan son capaces de vivir por sí mismas en la naturaleza. Al seleccionar los llamados caracteres agronómicos en nuestras cosechas, el hombre neolítico y los que le sucedieron tuvieron que cercenar precisamente los caracteres que permitían a estas especies sobrevivir en vida libre. La transgénesis es sólo una anécdota triunfante en la larga historia de la modificación genética de las plantas por el hombre. En mi intervención haré referencia brevemente a los transgénicos, dada la inaceptable demonización a que han sido sometidos por la industria del miedo.

P.- ¿Cree que los transgénicos bien controlados pueden ayudar a paliar el hambre en el planeta?
R.- Los transgénicos han estado bien controlados desde el principio. Nunca una innovación ha estado tan bien controlada en la historia. El hambre en el mundo no es, como se repite a menudo, un mero problema de reparto sino, desgraciadamente, un problema complejo que, entre otras cosas, tiene un fuerte componente técnico. Por citar un ejemplo: sólo la introducción de las variedades semienanas de trigo en la India ha supuesto un aporte adicional de alimentos equivalente a las necesidades totales de 400 millones de indios. Los transgénicos están contribuyendo ya a paliar el hambre en el mundo. Basta desviar una parte de la producción de maíz transgénico en Estados Unidos a fines no alimenticios para que el precio del alimento básico mexicano, las tortillas de maíz no transgénico, dupliquen su precio y aumente el hambre. Necesitamos producir un 70 por ciento más de alimentos para el año 2050 y para cumplir con dicho objetivo tendremos que apelar a todas las innovaciones técnicas que podamos, incluida la transgénesis.

P.- ¿Hay base científica para oponerse frontalmente a este tipo de técnicas?
R.- En absoluto, a pesar de que se ha buscado con ahínco. Los transgénicos aprobados no presentan problema específico alguno para la salud humana o la de los animales, ni han generado ningún problema medioambiental. Tampoco se espera que los causen.

P.- ¿Qué papel debe jugar la ley?
R.- Las leyes y normativas que rigen los productos transgénicos son muy exigentes y, a menudo, redundantes. Los científicos estamos a favor de que se cumplan y de que se racionalicen. Estamos en contra de la actitud de algunos grupos y en especial de que dichos grupos actúen impunemente contra ella, por ejemplo, destruyendo unilateralmente ensayos de campo que cumplen todos los requisitos legales. La ley debe ser para todos.

P.- ¿Hay unanimidad en la ciencia a la hora de definir lo que es un transgénico?
R.- No hay ningún misterio en la definición de transgénico. La unanimidad es absoluta también respecto a la conveniencia de usar dicho avance técnico. Más de una docena de academias de ciencias que representaban a países desarrollados y en desarrollo que albergan el 75 por ciento de la humanidad firmaron un documento común respaldando tal idea.

P.- ¿De qué forma cree que se pueden conciliar los intereses económicos con las necesidades sociales en el mundo de la alimentación?
R.- Mediante unas políticas adecuadas. La FAO (Organización para la Agricultura y la Alimentación), aunque realiza una ingente labor positiva, se queda pequeña ante el reto, y lo mismo ocurre con la OMC (Organización Mundial del Comercio). Se está discutiendo la creación de una estructura internacional adecuada.

P.- ¿Se puede ser transgénico y natural a un tiempo?
R.- En cuestión alimenticia casi nada es natural. Los transgénicos son adecuados para cualquier tipo de agricultura, como pueda ser la de conservación o la mal llamada orgánica, aunque ésta última los prohíba por razones ideológicas.