Centro Cultural Miguel Delibes

Las citas en torno al Año Santo articulan una temporada musical que se nutre de la actividad de la Sinfónica de Castilla y León en el Miguel Delibes y de los festivales de Segovia, Zamora o León.

Con el concierto que ofrecieron en 2007 Alejandro Posada y Maria João Pires para la inauguración del Centro Cultural Miguel Delibes (CCMD) se daba el primer paso en el largo y a menudo arduo camino hacia la excelencia en el ámbito de la cultura. En sus más de 54.000 metros cuadrados, confiados al arquitecto Ricardo Bofill, se alberga desde entonces el Conservatorio Profesional de Música y la sede permanente de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León -que esta temporada lidera el francés Lionel Bringuier- y también desarrollan su actividad las Escuelas Superiores de Arte Dramático y de Danza.

En estos tres años, los sinfónicos castellanoleoneses han tenido ocasión, a través de la Fundación Siglo para las Artes de Castilla y León, de emprender una serie de conciertos que no han escatimado en nombres para sus programas. Directores como Marc Minkowski, Vasily Petrenko o René Jacobs han subido a su podio, y por sus escenarios han visto pasar al pianista Jean-Yves Thibaudet, el violín de Frank Meter Zimmermann o la pirotecnia vocal de Cecilia Bartoli, que junto a Il Giardino Armonico, grupo residente del CCMD, ha grabado en Valladolid Il pianto de Maria y un superventas como Sacrificium.

Calidad y eclecticismo

Desde la Consejería de Cultura y Patromino de la Junta nos aseguran que la clave del éxito ha pasado por la calidad de las propuestas y la vocación eminentemente ecléctica de su actividad, que ha permitido conjugar el sabor añejo de orquestas como la Filarmónica checa o la Orquesta Nacional de Francia con las actuaciones de Enrique Morente o Chano Domínguez.

La ruta musical se continúa este curso con el peregrinaje que estructura la programación del Jacobeo 2010. Los ciclos de conciertos Corales y Música Popular Tradicional en los Caminos de Santiago, que interpreta el grupo Allondra, pasa por Redecilla del Camino y Covarrubias (Burgos), Fromista y Aguilar de Campoo (Palencia), Sahagún, La Virgen del Camino y Ponferrada (León), Wamba, Medina del Campo y Tordesillas (Valladolid) y Puebla de Sanabria (Zamora). La factura del Año Santo se completa con El órgano en los Caminos de Santiago, que a lo largo de un veintena de catedrales, iglesias y monasterios celebra el quinto centenario del nacimiento de Antonio de Cabezón. El ciclo se inspira en el Festival Internacional de Órgano Catedral de León, que cada mes de julio reúne a grandes nombres, como Gardiner o Herreweghe, y sirve de anticipo a El Pórtico de Zamora, otra cita en torno a la música antigua y barroca que, del 12 al 21 de marzo, ofrece, en manos del Ensemble Ausonie, La Grande Chapelle, Nicolau Figueiredo, Ensemble Modern Times 1800, Xavier Díaz-Latorre, L'Arpeggiata y el Cuarteto Casals, siete conciertos del máximo nivel internacional.

El mismo tipo de público convoca el Ciclo Sonidos de Sal, en Salamanca, o la Semana de Música Sacra de Segovia, que organiza cada mes de marzo la Fundación Juan de Borbón. Desde esta institución se organizan también el Festival de Segovia (julio), Música en los Barrios (diciembre), el Premio de la Música (que en la pasada edición recayó en Simon Rattle y el Proyecto Educativo de la Filarmónica de Berlín), la Escolanía de Segovia o la Sección de Investigación Musical que dirige Alicia Lázaro para la recuperación de partituras históricas. Se suma de esta manera a la "fonoteca viva" en que se ha convertido la Fundación Joaquín Díaz, en Valladolid, cuya labor difusora del patrimonio musical caste- llanoleonés cumple estos días un cuarto de siglo.