Image: Rubén Guerrero

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El Cultural

Rubén Guerrero

"Mi trabajo está abierto a la accidentalidad"

30 marzo, 2016 02:00

Rubén Guerrero

El pintor expone La réplica afectiva en la galería sevillana Rafael Ortiz

Dice Rubén Guerrero (Utrera, 1976) que se deja influenciar fácilmente. Desde Zurbarán a Heimo Zobernig "podría dar una lista infinita de artistas con los que he compartido cierta afinidad en algún momento". Ecléctico, podría definirse el pintor. Tras la muestra individual, Nivel Cero, en la galería Luis Adelantado, recala en la sevillana Rafael Ortiz con La réplica afectiva, una muestra en la que realiza "desviaciones, réplicas y remixes de una misma obra desde planteamientos distantes". Tiene un aire de colectiva pero sin serlo. Y sin abandonar el sur del país expondrá un proyecto individual en el CAC de Málaga y viajará a Madrid, a la galería F2, para exponer su primera individual en la capital.

Pregunta.- ¿Qué se puede ver en esta nueva exposición individual de la galería Rafael Ortiz?
Respuesta.- Empleo enfrentamientos entre estrategias pictóricas que comprenden desde la mayor gestualidad hasta ejercicios puramente hard edge casi minimalistas; reviso los modos de hacer en pintura entendiéndola como una herramienta y no como un ejercicio de estilo.

P.- Ya el título adelanta algo de lo que tiene de especial esta muestra. ¿Puede ser que cada pintura, al igual que todas las esferas de la vida, tienen más de una lectura y una posible réplica según los ojos que lo miren?
R.- Efectivamente casi todos mis trabajos tienen un carácter doble, pueden leerse de forma simultánea en una dirección figurativa o abstracta; pero el título La réplica afectiva responde más al aspecto procesual y al carácter múltiple de la práctica pictórica.

P.- A caballo entre la abstracción y la figuración, entiendo que propones una reflexión sobre la pintura. ¿Cuál es tu reflexión principal?
R.- Me siento cómodo en ese territorio más limítrofe, donde la representación es menos enfática y emotiva que la figuración, tiendo a hacer una pintura más fría donde puedes reconocer parcialmente la morfología del motivo pero no puedes comprender totalmente de qué se trata. Propongo entender la pintura como una herramienta con múltiples posibilidades y no como un ejercicio de estilo.

P.- Considera importante que las obras dialoguen entre sí y con el espectador?
R.- Siempre y particularmente en este proyecto por tratarse de una propuesta con un planteamiento muy ecléctico, me preocupaba la relación entre las obras y la respuesta del espectador. Cada vez más considero la importancia del montaje de la exposición. A medida que lo planteo imagino una lógica interna que organiza todo el conjunto; pienso en el recorrido, juego con la relación de las partes como un diálogo, las fuerzo a relacionarse, provoco reacciones de confrontación o afinidad entre las obras según me interese. Entiendo el conjunto como una obra.

Sin título (Gp22-GT60) y Sin título (tepee)

P.- En este caso, al contrario de lo habitual, que es crear bocetos para llegar a la obra final, lo haces a la inversa. Desde una obra ya acabada propones diferentes modos y capas. ¿Cómo es el proceso creativo de tus exposiciones?
R.- Este no es el proceso habitual con el que desarrollo mis proyectos, únicamente para esta exposición he propuesto este ejercicio. Normalmente parto de sospechas generadas con frecuencia de proyectos anteriores, estas se van transformando en confirmaciones a medida que voy materializando el proyecto, va en paralelo al planteamiento teórico, nunca es anterior a la práctica pictórica ni cerrado de forma rígida, está abierto a la accidentalidad de su ejecución. Intento mantener un equilibrio entre el proyecto teórico y el proceso.

P.- ¿Cuál es el objetivo de trabajar de esta manera?
R.- En primer lugar indagar en la propia pintura, plantear un ejercicio de reflexión acerca de la práctica pictórica y explorar otros modos de hacer. Intento evitar el ensimismamiento en la práctica y disolver la idea de estilo tan convencionalmente unida a esta disciplina. Entiendo la pintura como una herramienta versátil que proporciona múltiples posibilidades resolutivas a un mismo problema.

P.- ¿De qué fuentes bebe a la hora de enfrentarse a nuevos proyectos?
R.- Coinciden tres. Con frecuencia los nuevos proyectos provienen de hallazgos o aspectos no suficientemente desarrollados de propuestas anteriores, de elementos cotidianos de mi entorno más próximo y de la historia del arte. En definitiva casi todo lo que me rodea.

P.- El folleto de esta muestra dice que remite a la serie Corrección perspectiva de Jan Dibbets. ¿Qué supone su figura y su manera de entender el arte para usted?
R.- Me refería a sus trabajos Corrección perspectiva realizados en 1969 donde, tanto en sus proyectos como en los míos, existe una necesidad de renunciar o poner en entredicho la veracidad de la propia representación. En su caso a través de la fotografía y en el mío de la pintura. Al igual que Dibbets empleo elementos geométricos integrados en el espacio pictórico que parecen desmontar en cierta medida su apariencia real desvelando paradójicamente su condición de artificio.

P.- La pintura, esa gran olvidada que dicen algunos, está viviendo un buen momento gracias a pintores jóvenes que la están cultivando. ¿Cómo es su estado de su salud en su opinión?
R.- Si debo medirlo por su presencia en ferias, galerías y museos, lo que a mi trayectoria respecta no percibo cambios muy sustanciales, ni a mejor ni a peor. Desde que me dedico a esto y a pesar de las innumerables veces que ha muerto y resucitado la pintura, siempre ha estado más o menos presente en estos espacios y continúan apareciendo jóvenes pintores con renovado interés.

@scamarzana