Image: Fischli&Weiss

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Arte

Fischli&Weiss

Lo banal y lo sublime

21 junio, 2000 02:00

Mundo visible. Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona. Plaza de los ángeles, 1. Barcelona. Hasta el 11 de septiembre

Peter Fischli (1952) y David Weiss (1946) trabajan conjuntamente desde hace veinte años con lenguajes muy variados: vídeo, fotografía, escultura, etcétera, y han centrado su obra en torno a los problemas de la percepción y de la concienciación de la percepción. En efecto, si existe un mensaje entre las muchas y densas lecturas que nos propone su actual exposición es el de ser una reflexión sobre la ambigöedad de las imágenes y, concretamente, sobre los equívocos de la banalidad.

La obra principal que da título a la exposición, Mundo visible, está compuesta por un sinfín de imágenes turísticas, tópicas y típicas, presentadas a la manera de un gran atlas sobre una mesa de luz. Lo que interesa destacar es que cualquiera hubiera podido captar estas imágenes y que son, sin más, arquetipos de los medios de comunicación. Se trata en definitiva de imágenes banales. Pero cuidado: esta pieza se complementa con otras que, presentadas en el mismo espacio, introducen otros registros de sentido. Así, en cada extremo de la mesa-atlas se proyectan, por un lado, una serie de imágenes de carácter decorativo y, por el otro, un vídeo de una alcantarilla -y además con ratas- con todas las connotaciones que implica. Más aun, en la misma sala se proyecta otra serie de diapositivas que mezcla imágenes vulgares con otras de carácter truculento.

La doble dimensión de las imágenes entre lo trivial y lo sublime, entre lo banal y lo oculto es el tema clave de la exposición: la toma de conciencia del poder y la ambigöedad de las imágenes, a pesar de que éstas puedan ser absolutamente convencionales. El mismo Peter Fischli comentaba que las cartas postales, esas imágenes como, por ejemplo, las pirámides de Egipto o cualquier otra similar, eran absolutamente triviales pero al mismo tiempo poseían y conservaban una rara belleza. Tomar consciencia de ello y preguntarse por qué perviven y saturan nuestro espacio vital e intelectual a pesar de su trivialidad es una de las cuestiones que nos plantea la exposición.

La muestra concluye con una proyección de setas en gran formato y en primer plano. Unas imágenes triviales que la magia del gran formato y el primer plano nos hace descubrir con sus mucosidades y babosas como algo fascinante y repugnante a la vez. Me temo que el secreto de las imágenes está en esta mezcla de belleza y dimensión siniestra, algo que pasa desapercibido en lo cotidiano y que Fischli y Weiss revelan.