Image: ¿Crisis en el mercado del arte?

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Arte

¿Crisis en el mercado del arte?

17 octubre, 2001 02:00

El mundo del arte tiembla, como toda la sociedad internacional, ante la crisis que acompaña siempre a los tiempos de guerra. La incertidumbre y las pocas garantías del transporte aéreo son las dos bazas en contra que en este momento tienen galerías y ferias internacionales. La temporada acaba de empezar y las primeras exposiciones del otoño han funcionado según lo previsto, pero eso no quita para que la mayoría se muestre asustada. La guerra aún no ha llegado a las galerías españolas, pero para muchos sólo es cuestión de tiempo que el arte pase a un segundo plano. Hemos hablado con galeristas y artistas para tomar el pulso de un sector que se mueve al capricho de los coleccionistas.

Las ferias internacionales serán a partir de ahora el mejor baremo para comprobar si la crisis afecta o no a nuestras galerías. Si bien es cierto que la gente tiene miedo a desplazarse y que algunas galerías norteamericanas no han podido acudir a Berlín o a París (las dos ferias que se han celebrado este mes), no es menos cierto que las galerías que han estado allí han venido satisfechas con los resultados.

Es el caso de la galerista madrileña Helga de Alvear: "En Berlín ha habido muchísima menos afluencia de público que el año pasado. Intentábamos animarnos unos a otros diciéndonos que ya hemos sobrevivido a otras crisis, pero la gente está desanimada. A pesar de todo, hemos vendido bien. El domingo, una hora antes del cierre de la feria, escuchamos el anuncio del inicio de la guerra. Entonces sólo pensamos en volver a casa". No es más optimista Norberto Dotor, director de la galería Fúcares (Madrid) : "Con José Manuel Vela nos ha ido bien, pero hay que tener en cuenta que es un artista joven y los precios no son elevados. Supongo que con artistas más establecidos, con precios más altos, la cosa será peor. Las ferias van a ser las más afectadas por esta crisis que va a influir en la posición directriz que hasta ahora ha tenido E.E.U.U. en el mercado del arte".

Para comprar arte debe haber tranquilidad y ahora los coleccionistas no están tranquilos. ésta es la opinión de muchos galeristas, como Joan de Muga, director de Joan Prats de Barcelona, quien asegura que "cuando la gente está preocupada el arte pasa a un segundo plano; la recesión económica nos afectará antes o después. El simple miedo a viajar hace que muchos coleccionistas no vayan a las ferias y no compren". En la misma línea está la opinión de Carles Taché (Barcelona): "La incertidumbre por el desconocimiento de lo que va a ocurrir crea un clima que no es el apropiado para las galerías", asegura.

La tensa espera

Esperar es la palabra que más se escucha al hablar de una posible crisis. Esperar a ver cuánto dura la guerra, a ver cómo reaccionan las bolsas internacionales, a ver cómo se desarrollan las citas de Colonia y Miami: "Estamos a la expectativa -dice también la galerista Soledad Lorenzo-. Ya antes del ataque terrorista se hablaba de ralentización, del inicio de la crisis; pero lo cierto es que el mercado del arte, por primera vez, no se ha visto afectado por esa ralentización que afectaba a las Bolsas. Puede tener algo que ver el hecho de que mientras ha durado la bonanza económica el mundo del arte no se ha lanzado a la especulación que han vivido otros sectores. En este último mes, en la galería no ha ocurrido nada que no estuviese previsto: hemos inaugurado con las vídeoesculturas de Txomin Badiola, que es un tipo de obra más para compradores institucionales que para particulares. Los coleccionistas están viniendo a la galería con normalidad, pero si la guerra continúa y la crisis va a más seguro que se nota".

Pero hay posturas más radicales: "El comprar arte se va a acabar", afirma tajante Helga de Alvear, "la inseguridad generada por la guerra se va a unir en España a la inseguridad de operar con una nueva moneda. El mundo está revuelto".

Las ferias

Volviendo a las ferias, que parecen ser las más perjudicadas por las circunstancias, ARCO (nuestra principal cita con el arte internacional) no se va a ver afectada de momento, al menos así lo cree, muy optimista, su directora, Rosina Gómez-Baeza: "Va a influir más en las ferias del otoño. Por ahora no hemos tenido cancelación alguna ni de los 175 ponentes internacionales ni de ninguna galería por este motivo. Los amantes del arte van a seguir interesándose y los coleccionistas comprando". Aunque Tomás March nos avisa de lo contrario: "En ARCO no sólo va a afectar la crisis, también influye la coincidencia en el calendario con el Armory Show, la feria neoyorquina. El caso es que varias galerías estadounidenses van a faltar en Madrid".

Seguramente, en todas las ferias habrá bajas. Helga de Alvear, muy vinculada a Art Basel, no viajará en diciembre a Art Basel Miami: "A pesar de mi relación con Basilea y de estar en el comité organizador, he decidido no viajar a Florida. No me apetece estar 10 días fuera de casa y tal y como están las cosas en Estados Unidos...". Juana de Aizpuru, en cambio, mantiene su programa "a no ser que ocurran hechos que desaconsejen viajar a la zona y en ese caso supongo que se suspendería la feria. Miami va a notar la crisis de lleno".

Los artistas

Entre los artistas, Manolo Valdés es el más optimista, lo importante para él son las ganas de seguir adelante: "Las cosas no han cambiado. En Las Vegas se inauguran dos museos; las subastas de Londres han ido bien. Yo mismo acabo de comprar una escultura de Julio González. El otro día, Oregon decidió hacer algo por Nueva York, vinieron mil personas y entre ellas había coleccionistas". Pero no es igual para todos, la exposición recién inaugurada en Munich de Luis Gordillo no ha ido como se esperaba, nos cuenta el pintor que "la obra estaba prácticamente vendida y ahora muchos coleccionistas se han echado atrás. Me han dicho que en Nueva York hay problemas y que están muy preocupados por el mercado". Un mercado que para Juan Genovés es imprevisible porque "aunque lo lógico es que la gente se retraiga en épocas de crisis y compren menos arte, yo recomendaría lo contrario. Si la crisis se acentúa es posible que bajen los precios y que sea una ocasión para comprar".

En cualquier caso habrá que esperar un tiempo para ver los efectos más nocivos de esta guerra que no ha hecho más que empezar. De momento, los ánimos están calmados.

Sobrevivir en las subastas

El mercado internacional del arte es un complejo y robusto fenómeno que no parece que vaya a verse afectado inmediatamente por la recesión. En general, las crisis del mercado del arte, como la que tuvo lugar en 1991, suelen notarse un tiempo después de los hechos que las han provocado: en 1991 la crisis estuvo provocada por la caída de las economías japonesa y escandinava del año anterior. Desde entonces el mercado ha sido menos especulativo y con unas bases más sólidas. Factores como el mal funcionamiento de las economías del sureste asiático y la gran incertidumbre que se respiró durante aquellos meses, han afectado poco a los resultados de las subastas importantes. Los analistas están de acuerdo en que lo que estamos viendo es un mercado más selectivo, con compradores que compiten por las mejores obras.

Esto se ha notado en las subastas celebradas en España desde el 11 de septiembre. El 3 y el 4 de octubre, Alcalá Subastas celebró en Madrid su primera venta con buenos resultados. Todos los lotes de calidad se vendieron bien y muchos por encima del precio de salida. Según el experto de Alcalá, Richard de Willermin, "nuestra subasta no se ha visto afectada por lo que está ocurriendo". Resultados parecidos mostró Durán entre el 24 y el 27 de septiembre. Incluso las ventas de las casas neoyorquinas se resintieron poco a pesar del terrible atentado. En la subasta de Christie’s de pinturas de los viejos maestros el 3 de octubre se vendieron el 89 por ciento de los lotes por su valor previsto y hasta se registró un récord de 3,8 millones de dólares (692 millones de ptas.) por un conjunto de cinco pinturas de Brueghel II, cuya estimación era de entre 1,8 (328 millones de ptas.) y 2 millones de dólares (364 millones de ptas.).

¿Van a seguir así las cosas? Según Juan Várez Fisa, responsable de Christie’s Iberia, el mercado es "sensible pero fuerte, con un continuo interés por las buenas piezas". Várez apunta que una prueba importante para comprobar la salud del mercado de las subastas de arte será la venta de arte moderno e impresionista que se celebrará en Nueva York a principios de noviembre. Si la buena situación va a continuar o no a largo plazo es más difícil de decir y hay algunos signos negativos que no dan muchas esperanzas, como la cancelación este mes de la feria de antigöedades más importante de Nueva York. Si la guerra continua y afecta a los países exportadores de petroleo la situación cambiará. Sin embargo, el arte de calidad ha demostrado que puede sobrevivir incluso en las peores crisis y los coleccionistas serios son difíciles de disuadir.