El Quijote en el arte de hoy
Antón Lamazares, Gonzalo Sicre, Bernardí Roig, Abraham Lacalle, Jorge Galindo y Manolo Quejido crean en exclusiva para El Cultural su imagen de la novela de Cervantes
6 enero, 2005 01:00El Quijote sigue vivo en el arte de hoy y, aunque no es motivo principal en la creación más nueva, sí está presente en la memoria colectiva de los artistas españoles del siglo XXI. Para unos es la imagen de una España con problemas que hoy sigue vigente, para otros la representación más clara de lo popular. Por eso, en El Cultural, hemos pedido a seis artistas vivos que creen su imagen de la novela de Cervantes, un sólo dibujo para representar al hidalgo, a su fiel escudero o a su amada. Son Antón Lamazares, Gonzalo Sicre, Bernardí Roig, Abraham Lacalle, Jorge Galindo y Manolo Quejido. Seis visiones muy distintas del imaginario cervantino en exclusiva para El Cultural.
Sueños de Dulcinea
Antón Lamazares
Sueños de Dulcinea es el título del dibujo de Antón Lamazares (Maceira-Lalín, Pontevedra, 1954), una mirada hacia lo femenino, lo rural, hacia la aldea. "Como hijo de aldeanos, me gusta ese cariñoso personaje, me resulta simpático que Don Quijote se enamore de una cuidadora de cerdos", dice. Un dibujo que, además, enlaza con su obra de raíces surrealistas, primitiva y tribal, que avanza de la abstracción al minimalismo poético.
La locura de los sueños
Gonzalo Sicre
Gonzalo Sicre (Cádiz, 1967) confiesa que no ha querido acercarse a la imagen más típica del Quijote y que por eso ha “viajado” al origen mismo del mito, es decir, a los libros de caballerías que enloquecieron al hidalgo y que vemos apilados en su dibujo, con la luna llena al fondo. La atmósfera sentimental que se respira en muchas de sus pinturas está presente en esta imagen nocturna. Una oscuridad característica también de la obra última de este pintor neo-metafísico.
Sancho Panza
Bernardí Roig
Bernardí Roig (Palma de Mallorca, 1965) ha elegido a Sancho Panza como imagen del libro de Cervantes. “Sancho es el otro lado. O el mismo lado visto de frente. Me ha interesado siempre esa dualidad del personaje. Es, en el continuo fracaso de Don Quijote, el rostro de la realidad. Y no por ello, precisamente, deja de alimentar fantásticas ambiciones”, explica. Un ejemplo más de la fascinación por lo transgresivo o el despliegue de lo perverso que tan bien se define en la obra de Roig, sobre todo en sus dibujos.
Quijote
Abraham Lacalle
Un Quijote con apariencia de vaquero es el dibujo de Abraham Lacalle (Almería, 1962), que cuenta hasta la fecha con numerosas exposiciones colectivas e individuales en galerías de Madrid y Nueva York principalmente. En su obra se encuentran constantes referencias, de forma irónica y sarcástica, a los grandes movimientos artísticos y literarios producidos a lo largo de todo el siglo XX. "Es una fuga de significado. Un vaquero o el Quijote en los límites del paisaje, como un símbolo nostálgico de la individualidad perdida".
Don Quijote
Jorge Galindo
Fiel a su complejo y variado imaginario, Jorge Galindo (Madrid, 1965) ha realizado un fotomontaje para recrear “su” original Quijote, “desde un prisma muy kitsch, teniendo siempre presente la iconografía popular, que me interesa mucho”, dice. Coleccionista de todo lo que cae en sus manos, Galindo ha utilizado una jarra para componer una suerte de collage con un grupo de manos que salen de la cabeza y cuerpo de la jarra. Un objeto quijotesco y extravagante típicamente “made in Galindo”.
Conflicto quijotesco
Manolo Quejido
Antes de recibir la llamada de El Cultural, Manolo Quejido (Sevilla, 1946) confiesa que no había pensado en el Quijote como tema pictórico. En su colaboración para estas páginas, Quejido pone de manifiesto un conflicto que, para él, “es el conflicto de este país, ligado a este símbolo o metáfora que es el Quijote”. Las banderas, la estatua de la madrileña Plaza de España, la Torre de Madrid, son los emblemas que para él mejor representan estos problemas.