Arte

Ester Partegàs, el mundo como ficción

Grasas Saturadas

25 enero, 2007 01:00

Barbarie, 2007. Mural sobre pared

Galería Nogueras Blanchard. Xuclà, 7. Barcelona. Hasta el 8 de marzo. De 6.400 a 20.000 E.

La instalación Grasas saturadas consiste en una serie de fotografías, tipo documental y en blanco y negro, protagonizadas por unos personajes con bolsas de compra y logotipos. Las imágenes están manipuladas de manera que el rostro de las figuras está emborronado -como tachado- por el efecto de un spray o un garabato. A estas figuras se superponen, a modo de collage, frases y palabras extraídas de la prensa. Las fotografías, tituladas significativamente We, the people -en alusión a que todos estamos implicados-, poseen otro elemento complementario: unas cadenas de vinilo gigantescas cuelgan de la pared que recorre la galería, de las cuales penden unas letras: Barbarie.

Ester Partegàs (La Garriga, Barcelona, 1972) vive en la actualidad en Nueva York y su obra ha conseguido una notable proyección internacional. De hecho, el trabajo que ahora presenta en Barcelona es una versión de Barbarians, que dio a conocer en EE.UU. A lo largo de su trayectoria, una de sus líneas de trabajo ha sido la reflexión sobre el consumo. Su obra ha denunciado los efectos disolventes y perversos del consumismo, la pérdida de identidad o la deshumanización que conlleva, aunque ahora, según la misma autora ha explicado, busca más bien un espacio de reflexión.

Conceptualmente Grasas saturadas está vinculada a otra serie anterior titulada Shopping heads, que inició en 1998 y que ha ido trabajando con el paso del tiempo. En esta última, Ester Partegàs dibujaba con una simple línea la figura descarnada de unos transeúntes cuya cabeza se había sustituido -en un juego de contrastes- por una rutilante bolsa de color, una bolsa comercial con logotipos o marcas de bienes de consumo. En uno y otro caso, tanto en Shopping heads como en la serie que nos ocupa, We, the people, se trata de una decapitación. A estas figuras se les ha robado la identidad.

"Decapitación". éste es el aspecto que me interesa. No quiero contemplar la obra de Partegàs simplemente como una reflexión sobre el consumo, esto es, cómo la artista, legítimamente, ha presentado y contextualizado su trabajo según las lecturas al uso sobre su obra. Tampoco me pregunto sobre los límites de este discurso, porque más que reflexión sobre el consumismo, la suya sería una respuesta emotiva ante el estado de cosas que nos rodea. Prefiero abstraerme de esta retórica y abordar su obra desde otro punto de vista, precisamente desde lo no dicho o en sus aspectos implícitos. En este sentido, veo la presente instalación como una fábula. Una fábula para adultos en que la artista asesina a los personajes de su relato. Inventa un universo, lo puebla de figuras y los mata, ya sea asfixiándolos con bolsas como Shopping heads, o trasformando su rostro en una mancha informal. El rostro individual convertido en un derrame o un garabato: ésta es la crueldad con la que la artista castiga a sus criaturas en su micromundo de ficción. Y aún así -yo me imagino- estos personajes, como autómatas, siguen moviéndose y consumiendo… ésta es la "barbarie" a la que están condenados.