Cuando el mecenas es multitud
Los artistas buscan en internet la financiación a sus propuestas
5 noviembre, 2010 01:00Uno de los proyectos presentados en Kickstarter
Hace unos meses, cuatro estudiantes de informática de Nueva York tuvieron una idea: crear una red social libre y abierta en que, a diferencia de Facebook, los datos privados de los usuarios no estuviesen a disposición de ninguna empresa. El proyecto se llamaría Diaspora y utilizaría un modelo descentralizado y distribuido similar a las redes de intercambio de archivos, donde no hay ningún punto central desde el que controlar a los usuarios.Con poco más de 20 años y sin experiencia laboral, los creadores de Diaspora pensaron que necesitarían cuatro meses y 10.000 dólares para realizar el proyecto. Para recaudar el dinero, solicitaron apoyo a través de la red a los que quisieran ver la idea hecha realidad. En sólo una semana habían conseguido esta cantidad, pero las donaciones siguieron llegando: han conseguido reunir 200.000 dólares, veinte veces más de lo que esperaban. Ahora, los 6.500 contribuyentes que aportaron entre 5 y 1.000 dólares cada uno esperan que no les decepcionen.
La historia de Diaspora es posible gracias a Kickstarter (www.kickstater.com), el servicio de "crowdfunding" más popular de la red. Ésta y otras iniciativas facilitan que artistas y creadores puedan buscar apoyo económico para sus propuestas, a través de pequeñas -o no tan pequeñas- donaciones. Desde su lanzamiento en verano de 2009, Kickstarter ha ayudado a recaudar 20 millones de dólares para multitud de proyectos creativos. El sistema funciona a través de unas reglas muy precisas. Los creadores explican su idea y fijan una cantidad mínima que necesitan para realizarlo. Si el proyecto se acepta tienen hasta 90 días para convencer a los internautas de que lo apoyen, a través de vídeos y mensajes personales. A cambio de las donaciones, los "micromecenas" reciben recompensas. Por 5 dólares reciben un agradecimiento en los créditos; más de mil, se agradecen con una cena en casa del creador.
Kickstarter funciona según un modelo de "todo o nada". Al término de los 90 días, se entrega todo el dinero recaudado al creador (menos un 5% que se queda la compañia), si la cantidad que se fijó como objetivo se ha alcanzado. Si no, nadie gana nada.
Entre los proyectos de más éxito hay películas como Blue Like Jazz (300.000 dólares, por 100 apareces como productor de la película), libros como Punk Mathematics o productos de diseño experimental, como el Glif, un trípode fotográfico para IPhone. Su autor no podía arriesgarse a fabricarlo hasta que tuviese 500 compradores seguros; a través de Kickstarter ya ha conseguido más de 7.000.
Aunque Kickstarter sólo acepta proyectos desde Estados Unidos, en España hay otras iniciativas de micropatronazgo en activo. La pionera ha sido El Cosmonauta, una producción cinematográfica que intenta financiarse con microaportaciones desde la red. Las primeras plataformas españolas se lanzarán en 2011: Verkami, de funcionamiento similar a Kickstarter, y Goteo, promovida por el colectivo Platoniq. En sintonía con los llamados modelos de Giving 2.0 y la filantropía peer-to-peer, en Goteo se primarán las iniciativas culturales que generan un beneficio social y que ayuden a construir comunidad.