Image: Vecinos con arte

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Arte

Vecinos con arte

30 julio, 2014 02:00

Obra de Petrit Halilaj que se puede visitar en Kunsthalle Lissabon.

Empecemos por nuestros países fronterizos esta guía para quienes vayan a viajar por Europa y todavía quieran ver más exposiciones de arte contemporáneo. En esta primera escala, Portugal y Francia.

Tal vez no sea el artista contemporáneo más conocido para el gran público pero Petrit Halilaj, un kosovar que no tiene aún treinta años, tiene una exposición estupenda en Kunsthalle Lissabon, uno de los espacios más interesantes de la ciudad. Halilaj, que participó en 2010 en la Bienal de Berlín de la mano de la comisaria Katrin Rohmberg con una gran instalación en Kunst Werke, ha realizado este año una extraordinaria muestra en WIELS, Bruselas, organizada por Elena Filipovic. El artista de Pristina muestra en Lisboa un discurso muy particular en el que se mezclan las experiencias cotidianas con su propia biografía y con asuntos de carácter geopolítico relacionados con la vidriosa historia reciente de su país.

En Culturgest puede verse otra de las exposiciones importantes del verano, la dedicada a Helen Mirra, una de las artistas más sugerentes trabajando hoy. La estadounidense tiene una obra que explora nuestra relación con la naturaleza a través de una aproximación sutil y minimalista. Es una práctica que quiere ahondar en la experiencia del paisaje a partir de gestos leves y cortos que se formalizan como pequeños acentos en medio de grandes vacíos.

En la siempre dinámica Fundación Calouste Gulbenkian pueden verse varios proyectos expositivos. Una exposición individual dedicada a una de las figuras más relevantes de la performance y la instalación, Tulia Saldanha, una artista que trabajó muy activamente en el círculo de Coimbra y que es un referente imprescindible para el desarrollo de las artes portuguesas en las décadas centrales del siglo pasado. Un proyecto también individual del artista lisboeta André Guedes basado en sus lecturas de William Morris con esculturas, trabajos audiovisuales y una profusa documentación. También puede verse una muestra que pone en diálogo al artista armenio emigrado a Estados Unidos Arshile Gorky con obras de la colección del centro en un proyecto firmado por un equipo de comisarios entre los que se encuentra Isabel Carlos, una de las comisarias más relevantes de Portugal. Y, finalmente, el programa The Next Future, con el que la Fundación quiere indagar en las prácticas artísticas realizadas en África, Latinoamérica y el Caribe. Es un programa que se puso en marcha en 2009 y que está basado en intensos procesos de investigación sobre las tensiones geopolíticas de nuestro tiempo, la deriva de lo que antes llamamos globalización y la vigencia del término en un mundo virtual y deslizante.

Si emprendemos camino hacia Oporto podemos parar en el Museo Colección Berardo, que tiene su sede en el Centro Cultural de Belem, donde puede verse una interesante exposición dedicada al siempre sugerente campo de los libros de artista, ediciones y todo tipo de material gráfico perteneciente a la colección Teixeira de Freitas.

Ya en Oporto, la visita obligada es, lógicamente, el Museo Serralves donde puede verse una exposición dedicada a Marwan, uno de los artistas árabes más aclamados de la segunda mitad del siglo XX. La muestra lleva la firma de Catherine David. Nacido en Siria en 1934, emigró a Berlín cuando tenía 23 años y en la ciudad alemana ha realizado la totalidad de su carrera. La exposición se centra en una etapa decisiva en su trayectoria, la década de los sesenta, en la que realizó un grupo extraordinario de pinturas de las que aquí pueden verse unas 140 obras. Bajo el título Artchitecture puede verse también una muestra que explora las siempre complejas relaciones entre las artes visuales y la arquitectura.

Francia


Instant Muraldel grupo ASCO, en el CAPC de Burdeos este verano.

Las opciones en Francia para este verano son infinitas. La programación de las instituciones es realmente inabarcables y este 2014 es uno de los años más ricos en exposiciones de interés que recuerde.

Comencemos por las ciudades más próximas a nuestra frontera, como Burdeos o Nîmes. El CAPC de Burdeos dirige la mirada a la escena artística californiana, y más concretamente a la ciudad de Los Ángeles. En esa ciudad vive ahora Aaron Curry, a quien se dedica la principal exposición, uno de esos artistas que triunfa en los mercados internacionales con un trabajo que podría calificarse, efectivamente, como muy americano. Formas orgánicas realizadas en metal deudoras del ideal surrealista a las que se aplica un cromatismo eléctrico caracterizan las obras de este artista que tiene entre sus referencias a algunos de los grandes escultores modernos como Henry Moore o Alexander Calder. También pueden verse muestras individuales de figuras muy jóvenes que residen también en aquella ciudad, como Dan Finsel y Carter Mull. Además, una exposición del colectivo ASCO, el estupendo grupo de artistas activo en los setenta y ochenta que orquestaron su particular cruzada a favor de los derechos de los chicanos en la zona oriental de Los Angeles. ASCO fueron unos de los grandes protagonistas de ese estupendo revival que en torno al arte californiano se organizó en diferentes instituciones del estado hace un par de años.

En Nîmes no se pueden perder la exposición de Walid Raad en el Carré d'Art. Reseñada no hace mucho en nuestras páginas, es una estupenda muestra de uno de los artistas árabes más importantes del momento. Es Raad un personaje esencial no sólo por su arte sino por su implicación en el desarrollo de la escena artística de la región, aunque desde tiempo vive en Nueva York donde el año que viene tendrá una importante retrospectiva en el MOMA. La exposición que propone el centro construido por Norman Foster hace veinte años se centra en dos de las series de trabajo más importantes del creador libanés: The Atlas Group, centrada en la historia reciente del Líbano, y Scratching on the things I would disavow, que ofrece una ficción prospectiva sobre lo que será el contexto artístico árabe en el futuro.

Ya en la Provenza, una primera parada podría ser Arles que, como cada verano, alberga su Reencontres de Arles, un festival de fotografía creado en 1970 y que constituye uno de los eventos clásicos no sólo del verano provenzal sino del programa expositivo que el país vecino organiza cada año. Arles siempre ha sido un festival ambicioso. El pasado año reseñamos algunas de las exposiciones importantes que ahí tuvieron lugar, como las excepcionales muestras de Giuseppe Penone y Lee Ufan y donde también destacó una soberbia muestra de John Stezaker. Este año, los grandes espadas son el brasileño Vik Muniz, sólidamente instalado en el ámbito más comercial de la fotografía o el español Chema Madoz, que muestra su trabajo de la mano de Borja Casani en una coproducción con PHotoEspaña. De entre los grandes atractivos del festival destaca la presencia de David Bailey uno de los grandes de la fotografía de moda, que muestra su trabajo producido por la National Portrait Galery de Londres.

En Avignon, la Colección Lambert cierra ahora sus puertas debido a las obras de ampliación que verán la luz en 2015. Pero Avignon, tan culturalmente activa en verano, no se quedará sin arte contemporáneo. Organizada por la Colección Lambert, toma prestada la colección particular de Enea Righi, una de las mejores colecciones privadas de Italia, y la expone en la Cárcel de Santa Ana, detrás del célebre Palacio Papal. La exposición lleva por título La desaparición de las luciérnagas, tomado de un texto publicado por Pier Paolo Pasolini en el Corriere en 1975. Se trata de crear un diálogo entre las obras de la colección y el contexto, tan extraordinario, de la cárcel, que se mantendrá inalterada para preservar su esencia. Será ésta sin duda una de las grandes exposiciones del verano francés.

Seguimos hacia Marsella, donde en el FRAC PACA puede verse una gran exposición del pintor suizo Adrian Schiess, uno de los artistas que mejor ha canalizado eso que llamamos pintura expandida o pintura que se aleja de los formatos tradicionales para aventurarse en el espacio expositivo. A Schiess, tras sus exposiciones en la galería Distrito Cuatro Schiess, le conocemos por su cuadros realizados con esmaltes sobre aluminio o sus impresiones digitales laqueadas que sitúa tanto en los muros como en los suelos. Las que propone son experiencias de carácter sensorial donde el color afecta de un modo tan racional como emocional.

A finales de agosto tendrá lugar en Marsella una nueva edición de la feria de arte Art-o-Rama, un evento de formato pequeño pero al que acuden este año dos galerías españolas, Nogueras Blanchard y PM8, el espacio vigués que viene realizando un estupendo trabajo en fechas recientes como ya pudo comprobarse en la pasada edición de ARCO.


Obra de Lucio Fontana expuesta en el Musée d'Art Moderne de la Ville de Paris.

Como última parada en la Riviera francesa, la ciudad de Niza propone exposiciones en Villa Arson dedicadas al estupendo tándem libanés formado por Joana Hadjithomas y Khalil Joreige, artistas que en sus lecturas del modo en que se trabaja el documento tienen ciertas afinidades con su compatriota Walid Raad, que expone su trabajo en Nîmes. El tándem presenta en esta exposición un trabajo que parte de la investigación en torno al spam, el inevitable compañero de fatigas de nuestros correos electrónicos. Con un número ingente de correos spam reunidos desde hace 15 años, Joana Hadjithomas y Khalil Joreige han modelado una narrativa que se formaliza en películas, esculturas, dibujos, fotografías y otros medios y que reúnen bajo el nombre Debo excusarme. Con este proyecto, y a través del tratamiento de estos mensajes, el dúo quiere crear una cartografía de nuestro presente que toca multitud de palos desde lo social hasta lo afectivo.

Si seguimos hacia el norte dejando a nuestra derecha las fronteras con Italia y Suiza llegaremos a Grenoble, donde uno de los espacios de arte contemporáneo más espectaculares de todo Francia, el Magasin, nos ofrece una muestra dedicada a Liam Gillick titulada 199C to 199D. Se trata de un proyecto en colaboración con los alumnos de la École du Magasin en el que se recuperan algunos de los trabajos más importantes realizados por Gillick desde los años noventa. Es un tipo de proyecto que ya realizó en 2013 con los alumnos del curso de comisariado del Bard College de Nueva York y que se traslada ahora al contexto francés. La idea es explorar el concepto de tiempo, tan central en el trabajo del británico, y ver cómo se asocia con factores clave para entender nuestra era capitalista.

Cerca de Grenoble pero más en el interior, la ciudad de Lyon nos recibe con su siempre atractiva oferta cultural que se suma a la belleza de sus barrios. En el IAC de Villeurbanne puede verse una de las exposiciones del verano, la dedicada a uno de los grandes del arte contemporáneo francés, Guillaume Leblon. Esta es una de esas soberbias exposiciones de escultura en las que el artista ha analizado con detenimiento el singular espacio del centro para crear una escenografía poderosa, impecable. Leblon, cuyo trabajo conocemos por sus sucesivas apariciones en la galería ProjecteSD de Barcelona, practica un tipo de escultura de carácter híbrido en la que lo orgánico se confunde con lo industrial, en la que lo antropomorfo se mezcla con lo minimalista. Conviene realmente no perderse esta expo si se está cerca de Lyon.

Si trazáramos una línea recta hacia el oeste desde Lyon podríamos llegar a Limoges. Desde esa ciudad del centro de Francia apenas hay un corto trayecto en autobús hasta uno de esos centros que siempre merece la pena conocer, el Centro Internacional de Arte y Paisaje de la Isla de Vassiviere. Aquí puede verse una exposición dedicada al grupo RADO, un colectivo formado por 9 artistas afincados en las inmediaciones de París que han venido trabajando en torno a un proyecto de carácter social en la región de Tulle. La exposición tiene lugar en los espacios proyectados por Aldo Rossi en Vassiviere y también en la iglesia de Saint Pierre en Tulle.

Sigamos hacia el Atlántico y hagamos parada en Carquefou, a las afueras de Nantes, donde se encuentra el FRAC de Pays de la Loire en el que puede verse una interesante exposición de uno de los artistas más interesantes del panorama internacional, el irlandés Gerard Byrne. Titulada A late evening in the future, la exposición tiene algo de retrospectiva, pues reúne trabajos realizados en los últimos diez años, y también algo de proyecto específico, pues las piezas han sido reelaboradas en su escenografía para adaptarse a la lógica espacial del centro. Byrne es uno de los artistas que con mayor rigor relee la historia del arte del siglo XX en el marco del advenimiento de los sucesivos movimientos políticos, sociales y económicos.

Aprovechando la corriente del Loira, continuemos hacia el estuario y paremos en Le Grand Café de Saint Nazaire, donde nos espera una individual de Bertille Bak, joven francesa nacida en 1983 cuya obra se centra en procesos colaborativos con diferentes grupos sociales. No es tanto una representación de la realidad de cada uno de estos grupos, en su mayoría marginales, sino un modo de insertarlos en una rueda creativa de la que surgen narrativas insólitas. Es una obra construida al alimón, no una obra de Bertille Bak sobre los diferentes estratos sociales.


Obra de Gerard Byrne en el FRAC de Pays de la Loire.

Llegamos a París y lo que primero nos llama la atención es la nueva presentación de la colección que muestra el Centre Pompidou, una ambiciosa relectura que ha llevado a cabo la conservadora jefe de la institución Christine Macel. Compuesta por 400 obras y titulada Une histoire, la exposición recorre el arte de las últimas tres décadas con trabajos que han entrado recientemente a formar parte de la colección y otros que se exponen ahora por vez primera. El recorrido arroja luz sobre las transformaciones que han acaecido en el mundo en los últimos decenios, poniendo el foco en la llegada de la era digital y el modo en que ha afectado a las sociedades contemporáneas. Junto a esta revisión (en la que se incluye un trabajo de la española Cristina Lucas), puede verse también una exposición documental que recupera la muestra Magiciens de la Terre, la mítica exposición que el Centre Pompidou presentó en 1989 de la mano de Jean-Hubert Martin. Es un proyecto en el que se trata de poner a disposición del gran público las herramientas para entender la importancia de la exposición en términos historiográficos.

En el Palais de Tokyo podremos ver un programa heterogéneo y abierto, como nos tiene acostumbrados la institución parisina. Múltiples proyectos de diferentes escalas se acumulan en los complejos espacios recién renovados. Desde el 14 de febrero y hasta el 7 de septiembre, el ciclo L'Etat du Ciel propone un crisol casi inabordable de elementos expositivos que se configuran en muy diferentes ritmos. Así, habrá exposiciones individuales que convivan con grandes colectivas de tesis en una suerte de etéreo caleidoscopio. Configuran esta propuesta poliédrica comisarios como George Didi Huberman y Arno Gisinger, que firman la colectiva Nuevas historias de fantasmas, que no es exactamente una exposición sino una especie de presentación a lo Aby Warburg. Didi Huberman ha estado trabajando en su peculiar percepción de la historia del arte durante 30 años. Este tipo de presentación, basado en su interés por el modo en que se relacionan las imágenes, tiene su origen en el proyecto presentado en Le Fresnoy en 2012.

Esta presentación dura todo lo que dura L'État du Ciel por lo que entendemos que tiene un componente vertebrador de todo el proyecto. Otros artistas que han pasado y pasarán son Ed Atkins, con una fascinante instalación titulada Bastards, o Eduardo Basualdo, que también está presente en la citada colectiva de la Fundación Gulbenkian de Lisboa. En esta fase veraniega del proyecto se podrá ver también la colectiva All That Falls, cuyo titulo parte de la célebre pieza radiofónica de Beckett. Comisariada por Marie de Brugerolle y Gérard Wajcman, versa, cómo no, sobre las mil perspectivas desde las que se puede auscultar el tema de la caída.

En el vecino Musée d'Art Moderne de la Ville de Paris, y a la espera de la gran exposición dedicada a Sonia Delaunay que inaugurará en octubre, el principal interés reside en la retrospectiva de Lucio Fontana. Es la primera gran exposición dedicada a este artista nacido en Argentina desde la realizada en 1987. Más de 200 obras entre esculturas, pinturas, dibujos o cerámicas recorren la obra de este artista esencial desde sus primeras incursiones en el arte en la década de los veinte hasta su muerte en 1968. También puede verse en el MAMV una muestra sobre la creación en Irán, acotada entre 1960 y la actualidad. Se detiene la muestra fundamentalmente en la pintura, la fotografía y el cine del país asiático y lleva la firma de, entre otros, la ubicua Catherine David.

En Le Plateau, en el barrio de Belleville, puede verse una interesante muestra comisariada por Philippe Decrauzat, un artista que expuso recientemente en este centro, y Mathieu Copeland. Bajo el titulo Waywords of Seeing, tomado de una pieza de uno de los artistas participantes en el proyecto, Dan Walsh, la muestra colectiva incide en los modos de percepción fragmentarios inherentes a la práctica contemporánea, siguiendo siempre los dictados abiertos, heterogéneos y enconados que confiere Copeland, un comisario que lleva años explorando los límites de lo que implica enfrentarse al arte contemporáneo.

Y en el Jeu de Paume, el artista colombiano Oscar Muñoz, uno de los más relevantes de su generación en Latinoamerica, presenta una gran exposición que reúne muchos de sus mejores trabajos agrupados en temas específicos. Bajo el título Protographs, combina en esta muestra un estudio sobre las propiedades técnicas y narrativas de la fotografía o el vídeo con sus temas habituales de trabajo, la pérdida, la memoria, el tiempo... Muchos recordarán aquel trabajo en una Bienal de Venecia, Proyecto de memorial, en el que el artista retrataba figuras con agua sobre una losa de cemento castigada por el sol y la escasa perdurabilidad del recordado. Hay una belleza en el trabajo de Muñoz que no está exenta de graves tensiones emocionales.