Lorena Pérez-Jácome
Lorena Pérez-Jácome, coleccionista: "Hay que enfrentarse al arte desde la cotidianidad, de manera fresca y divertida"
Mecenas y periodista cultural, la mexicana gestiona junto a su marido, Javier Lumbreras, Collegium, un impresionante proyecto museológico en Arévalo (Ávila).
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¿Qué libro tiene entre manos?
El hombre de Guillermo Arriaga, fue mi maestro en la universidad y nos hicimos amigos. Tengo la suerte de leer los borradores antes de que lleguen a las librerías.
¿Cuál es el libro que más le ha 'autoayudado'?
La poesía de Rimbaud fue transformadora. Estuve totalmente seducida por el poeta maldito y confieso que tenía hasta su foto pegada detrás de mi puerta.
Si no se hubiera podido dedicar al arte, ¿qué hubiera querido ser?
Uy, tantas cosas… Filósofa, escritora o actriz. Me apasiona la idea de poder encarnar muchas vidas en solo una.
¿En qué se va a convertir Collegium?
En un centro de producción, investigación y creación de arte que tenga la capacidad de dialogar desde su particularidad con el mundo. En un revitalizador social.
¿Qué le aporta el arte contemporáneo?
Puertas a otras realidades y a otras formas de entender el mundo. Cuestionamientos. Emociones.
¿Por qué colecciona?
Para apoyar el sistema del arte y contribuir a su ecosistema.
Usted tiene un vódcast, Arte en diálogo: ¿cómo se enfrenta a la divulgación de arte contemporáneo?
Desde la cotidianidad, de manera fresca, divertida y accesible. Como señala Dora García: "El arte es para todos, pero solo una élite lo sabe". Queremos recordárselo.
Un acontecimiento histórico que le habría gustado vivir in situ.
La llegada de Hernán Cortés a Tenochtitlan para poder ser testigo del momento en que dos mundos se encontraron en el inicio de un proceso de sincretismo que redefiniría la historia y la identidad de ambos continentes.
Un disco/canción que se ponga en bucle estos días.
Karol G. Si antes te hubiera conocido, en el auto con mis hijos.
¿Cuál es la serie que ha devorado más rápido?
Las gotas de Dios. Se sale de la norma y la manera en que recrean imágenes a través del olfato ¡me alucinó!
¿En qué película se quedaría a vivir y en cuál no aguantaría ni un minuto?
En Coco, me siento familiarizada con ese mundo lleno de color, música y tradición mexicana, donde la familia y los recuerdos nunca mueren. Saldría corriendo de Santa Sangre de Jodorowsky, vivir en esa realidad disfuncional sería el mismísmo infierno.
¿Ha experimentado alguna vez el síndrome de Stendhal?
Sí, ante un Rothko. Sentí que me fundía en el lienzo, como si me absorbiera por completo.
No se muerda la lengua, díganos algo que ya no soporte del mundillo cultural.
Además de la pretensión, la pseudointelectualidad que envuelve ciertos ambientes y los consensos casi intocables sobre algunos artistas u obras. Echo de menos escuchar a alguien decir un simple "no sé quién es".
Una obra sobrevalorada.
La Mona Lisa. Con el tiempo se ha convertido en un fetiche. Su fama desmedida ha eclipsado otras piezas que, en muchos aspectos, son incluso más relevantes.
Un placer cultural culpable.
Ir al cine o ver en casa esas chick flicks hollywoodienses con mi familia, sin más propósito que reír a carcajadas y comerme una bolsa entera de palomitas.
¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado?
Huguette Caland en el Reina, que me fascinó, y Tarek Atoui en el Thyssen, una experiencia inmersiva que invita a la interacción. Ambos artistas de Beirut.
¿La inteligencia artificial matará la creación artística?
Para nada. Al contrario, creo que es una herramienta más para expandir la creatividad, materializar ideas y agilizar procesos. Sin embargo, no puede reemplazar la intención, la inteligencia ni el sentir humano.
España es un país…
Esplendoroso, que sabe "apapachar" a su gente de tal forma que nunca lo queramos dejar.
