The Art of Bloomsbury
La vanguardia inglesa
14 noviembre, 1999 01:00La Tate Gallery revisa la trayectoria de los artistas que formaron parte del Grupo de Bloomsbury Roger Fry, Vanessa Bell y Duncan Grant, en sus avances hacia la modernidad pictórica.
En la capital londinense se ha iniciado una celebración muy extensa dedicada a la famosa generación de artistas, escritores e intelectuales conocidos bajo el nombre de "Bloomsbury", barrio de Londres en el que vivieron desde principios del siglo XX hasta finales de 1930. Los miembros más destacados de este círculo son el biógrafo Lytton Strachey, el economista John Maynard Keynes, los escritores E.M. Forster y Virginia Woolf, el editor y analista político Leonard Woolf y los pintores Vanessa Bell, Duncan Grant y Roger Fry. El legado intelectual de este grupo ha jugado un papel crucial en todas y cada una de las disciplinas estudiadas por sus miembros. Bien es cierto que el arte, donde sus miembros fueron los responsables de introducir la modernidad en Gran Bretaña, ha sido quizá la disciplina menos reconocida y asociada a los "Bloomsbury". Y es por ello que la celebración mencionada se centra casi exclusivamente, a excepción de la retrospectiva de cine en el National Film Theatre, a la producción artística de este grupo, a través de una exposición central en la Tate Gallery, "The Art of Bloomsbury", con cerca de 200 obras de Vanessa Bel¡, Duncan Grant y Roger Fry.La muestra está dividida en diferentes secciones, cada una de las cuales lleva por nombre el título de una obra escrita por uno de los miembros del grupo: "Some Early Impresslons" (Sir Leslie Stephen, 1903), "The Voyage Out" (Virginia Woolf, 1915), "Essays in Biography" (John Maynard Keynes, 1933), "A Room of One's Own" (Virginia Woolf, 1929), "Vissions and Design" (Roger Fry, 1920), "Beginning Again" (Leonard Woolf en 1964) y "Transformations" (Roger Fry, 1926). El resto de las salas completan la exposición con documentos, libros, fotografías, dibujos, litografías, etcétera.
Uno de los méritos más destacados de la muestra, aparte de ser una de las más completas de este grupo y contar con algunas obras casi "inéditas" por pertenecer a colecciones privadas, es el magnífico trabajo llevado a cabo por su comisario, el historiador de arte Richard Shone, que ofrece una mirada totalmente nueva y global a esta faceta visual de Bloomsbury así como a su contribución a la vida cultural de Gran Bretaña. En este sentido, la primera sala sirve de introducción exhaustiva a los rasgos artísticos comunes de estos pintores cuyas temáticas y preocupaciones giran en torno a naturalezas muertas, paisajes, composiciones de figuras y retratos. La obra "Apples: 46 Gordon Square", de Vanessa Bell es uno de los ejemplos más relevantes de estos temas recurrentes con una combinación característica entre interior, reflejado a través de la naturaleza muerta, y exterior, con la vista a la Plaza Gordon en pleno barrio de Bloomsbury. La pintura también cobra una especial importancia al tratarse de uno de los primeros trabajos conservados de Bel¡, tras de la destrucción de su estudio durante un bombardeo en 1940.
Pero este, diríamos, tímido o conservador despertar pictórico de los artistas de Bloomsbury iba a experimentar un choque artístico que marcaría para siempre su obra, tal y como refleja el resto de la muestra. El evento en sí tuvo lugar en noviembre de 1910, cuando Roger Fry organizó la exposición "Manet y los post-impresionistas" con obras de Cézanne, Gauguin, Van Gogh, Matisse y Picasso, cuyo impacto queda perfectamente reflejado a través de las propias palabras de Vanessa Bell: "absolutamente sobrecogida". En el caso específico de Ducan Grant es a partir de este período cuando se aprecian influencias eclécticas en su obra que van desde el Puntillismo a los mosaicos bizantinos, pasando por el ballet ruso y acabando por las esculturas africanas. Y en lo que respecta a Roger Fry, encontró un vehículo perfecto de asimilación de esta nueva corriente a través del paisajismo, como bien se refleja en "Ste Agnés, Sur de Francia". La exposición sigue el viaje pictórico del grupo con una nueva exploración de su género más característico, el retrato y el autorretrato, que se convierte en un mero reflejo del papel tan crucial que jugaron las relaciones personales dentro del grupo de Bloomsbury, como en el retrato que Duncan Grant hizo de Vanessa Bel¡, que sería su pareja desde 1915, o los autorretratos posteriores de Grant y Bell.
Otra faceta interesantísima que nos muestra "The Art of Bloomsbury" es que no sólo se limitaron a la pintura, sino que a través de los talleres Omega, creados entre 1913 y1919 por Fry, el grupo también experimentó con los muebles, tejidos, alfombras, cerámica, etcétera, caracterizados por una exuberancia de colores e imaginación en los diseños. El biombo de Vanessa Bell¡, "Painted Omega Screen", es uno de los objetos más representativos de esta experiencia artística.
La llegada de la I Guerra Mundial marcó de nuevo la trayectoria del grupo, en concreto de Grant que, al haberse declarado objetor de conciencia, fue obligado a trabajar en el campo, por lo que la pareja se trasladó a la famosa casa de Charleston que se convertiría en su residencia y taller de pintura hasta el final de sus vidas. Este cambio de vida quedó reflejado en su trabajo con el dominio de los retratos y paisajes, que combinan esa dualidad entre interior/exterior que ya había sido tratada con anterioridad.