Gregor Schneider
Arte en el mundo
6 marzo, 2003 01:00Para las diferentes exposiciones en las que participa, Schneider presenta zonas de su casa. En la Kunsthalle de Hamburgo presentará cinco salas correspondientes a cinco habitaciones. El artista lleva transformando el espacio interior del edificio desde 1985. Espacios dentro de espacios que se encuentran, a su vez, dentro de espacios. Schneider recibe a los visitantes
en una sala de estar. Ofrece un café y se sienta a conversar. Por medio de un mecanismo de motor, el suelo ha girado cuarenta y cinco grados y la puerta, en vez de quedar detrás, queda a la derecha. Del mismo modo hay estancias en las que entra la brisa desde el exterior y por la otra ventana se cuela la luz del sol. Pero no es real. Un ventilador silencioso y luces de neón determinan el efecto.
Schneider quiere constatar su presencia física en el mundo. Al mostrar sus espacios en los diferentes centros de arte, Schneider está mostrando partes de su casa y no de manera metafórica. Traslada los espacios íntegramente desde Rheydt. Por medio de las ransformaciones constantes de su entorno más próximo incide en una cuestión clave que es la activación de ese espacio, la relación que el artista ha creado con su casa de toda la vida. Es una serie de espacios que conforman un gran trampantojo tridimensional. No deja de ser significativo que, por la sucesión interminable de tabiques, pasillos y falsos techos, le resulte complicado resolver la traza original de su casa.