Zaha Hadid acaba de recibir el premio Mies Van der Rohe de arquitectura (premio de la UE), uno de los premios, junto al Pritzker, más importantes en este ámbito de la creación. La arquitecto iraquí es, sin duda, una de las creadores más sugerentes en la actualidad. Nacida en 1950 en Bagdad, inició sus estudios en arquitectura en la prestigiosa AA londinense donde se graduó con mención especial en 1977. Poco más tarde comenzó a enseñar en el mismo centro y allí conoció a Rem Koolhaas a quién sucedería en 1987 como Unit Master. Desde entonces ha ocupado cátedras en las universidades más prestigiosas del mundo como Harvard, Columbia, Chicago y actualmente Yale.

No hay en su obra el interés por la severidad de los medios o por la pureza de la forma que caracterizaron el trabajo del artista de Aquisgrán. Muy al contrario, la iraquí mira a una naturaleza de orden dinámico con espacios que evocan, como ha declarado en numerosas ocasiones, alegorías del fluir del agua, o la acción del viento, inmersos siempre en diálogos con el entorno. Es frecuente en su obra una percepción de linealidad rotunda, una línea que se adapta al emplazamiento de manera trepidante, como si de caminos se trataran, creando un torrente de volúmenes que tratan de escapar del concepto de caja cerrada, de bloque compacto. Sea vertical u horizontal, todo proyecto comprenderá una continua y sutil reverberación de la naturaleza haciendo que el edificio forme parte del territorio y propiciando que los volúmenes se sucedan sin fractura ni fricción alguna. Entre sus obras más destacadas, podemos encontrar buenos ejemplos de esta original percepción de la espacialidad en el Centro de Arte Contemporáneo de Roma, que ya se encuentra en estado de construcción, en el Centro de la Ciencia en Wolfsburg, Alemania, o en la gran Mezquita de la ciudad francesa de Estrasburgo.

El nuevo edificio creado para el CAC de Cincinatti es una creación de ritmo vertical en el que se genera un diálogo entre los diferentes volúmenes. éstos, en apariencia rotundos, reflejan por el contrario una evidente liviandad, con sus ángulos curvos y suaves y la utilización de materiales como el vidrio y los paneles metálicos, huyendo así de la idea de cubo o masa cerrada. Si bien hablamos de una onstrucción vertical y apoyada en la superposición de cuerpos, el CAC escapa de la rigidez del tradicional estilo funcionalista trasladando los interiores al ámbito de lo público y haciendo del exterior un territorio accesible desde las salas. Una interacción, en suma, de conceptos y lenguajes de gran interés visual y estructural. Tras unos tres años de obras, abre ahora sus puertas con una exposición que se inscribe en los mismos presupuestos conceptuales básicos del edificio y de la artista.

Cuatro perspectivas de lo social Comisariada por Thom Collins, Senior Curator del centro, "Somewhere Better than this Place: Alternative Social Experience in the Spaces for Contemporary Art" rastrea, desde todos los campos de la creación actual (film, video, fotografía, pintura, escultura, sonido e instalación) la relación entre el individuo y el lugar. Al igual que el edificio de Hadid, que explora la relación entre el edificio y su entorno, esta exposición investigará la relación entre la obra de arte, el espectador y el espacio.

La exposición se estructura desde cuatro puntos de vista: la construcción social de la identidad, los discursos de orden social, la diversidad de patrones de las relaciones sociales y, finalmente, la interacción de lo social con la idea de "sublime". Cuatro prismas desde los que modelar una idea de la situación del orden social contemporáneo. La primera parte de la exposición versa sobre la identidad, y, por consiguiente sobre el género, la adicionalmente cuestionadas desde el momento en que estas se forman. El concepto de identidad es un tema recurrente tanto en la creación individual como en las exposiciones colectivas donde suele ser un problema a tratar. De todos los artistas que se expresan en términos de identidad y género destaca Patti Chang, cuya obra ya se ha podido ver en España en el Espacio Uno, con una obra titulada "Contortionist" con la que se enfrenta a las categorías que le atañen como la feminidad, su origen asiático o su homosexualidad, o la interesante obra del francés Gilles Barbier. Glenn Ligon, cuya pintura recibiera el aplauso de la crítica en la asada Documenta o Yinka Shonibare, de quién no hace mucho comentamos su exposición en Kiasma, son otros de los artistas incluidos en esta sección.

En el segundo grupo se advierte una voluntad de investigar sobre los diferentes discursos que afectan nuestro pensamiento como la ciencia, las leyes o la filosofía. Destacan aquí las obras de Francis Alys, cuya obra pronto podremos ver en España, René Green, Marjetica Potrc, artista eslovena cuya obra se puede ver actualmente en el IVAM o Zhang Huan, artista chino que utiliza la performance y la fotografía para mezclar conceptos propios de la cultura tradicional asiática y la occidental. Huan realizará una performance con un gran número de voluntarios. Eventos de este calibre tuvieron lugar recientemente en Santiago de Compostela con una performance sobre el peregrinaje.

Continúa la exposición con una mirada hacia los quehaceres diarios, actividades rutinarias a través de las que se generan importantes vínculos y diferenciaciones entre las culturas, modos de vida, características de cada estrato social o referentes de cada etnia que se vierten aquí para dar forma a nuestra percepción de las diversas esferas de la sociedad. Artistas como Por último, los "encuentros con lo sublime" destacan las diferentes experiencias derivadas de la contemplación de la obra de arte. Los artistas aquí reunidos reflexionan sobre la capacidad de la obra de arte para conmover o simplemente alcanzar la sensibilidad en el espectador. Aquí destaca la obra de Tillmans, Janet Cardiff o Tobias Rehberger. Las instalaciones propuestas tratan de generar las experiencias de lo sublime en la colectividad que contempla la obra, sensaciones que afloran a lo largo y ancho del espacio expositivo generando un diálogo que intuimos realmente fructífero.