Las últimas noticias que teníamos de Jordi Colomer en España fueron dos colectivas: Ficciones documentales en Caixa Forum, el verano pasado y (Neo)retratos, la colectiva de verano que organizó en Juana de Aizpuru en su galería de Barquillo. También formó parte de Monocanal en el Reina Sofía. En 2005 tendremos la oportunidad de ver su obra de una manera más amplia en sendas muestras del Patio Herreriano y el Espacio Uno. Hasta entonces sirva pues de aperitivo esta exposición francesa que recorre buena parte de su producción desde principios de los años noventa, y que incluye piezas realizadas en muy diversos formatos, desde el dibujo y la escultura hasta la videoinstalación.

La obra de Colomer tiene un marcado carácter teatral. él mismo, de modo significativo, tituló una exposición Alta Comedia en el año 1993, una exposición que mostraba esculturas de madera de connotaciones mobiliarias que subrayaban una trabajada puesta en escena con claros matices alegóricos aquí y allá. La progresiva utilización del vídeo acentúa esa idea de teatralidad tan presente en su obra pero también le sirve, como ha afirmado en repetidas ocasiones, para "dilatar la escultura en el tiempo". Como han aseverado algunos críticos, la obra del artista catalán gira en torno a las posibilidades de la representación y su desdoblamiento en un juego de espejos. Colomer comenzó a estudiar Historia del Arte para después empezar estudios de Arquitectura. Escultor en esencia, ha construido un tipo de obra que versa precisamente sobre una idea de la arquitectura como algo que forma parte indisoluble de nuestras vidas, como el lugar donde se conforma la experiencia, como escenario, en definitiva, donde se forja la memoria individual y colectiva. En los últimos años, su obra ha derivado en una crítica de mayor carácter social, con dardos envenenados hacia la especulación y su deriva estética, asombrado ante el devenir de nuestras ciudades. Fruto de este sentir, la serie Anarchitekton, concebida como un work in progress iniciado en 2002, constituye un buen ejemplo que hay que entender como una lectura crítica con un gran calado irónico.

La exposición muestra muchas de sus obras más relevantes. Comienza con la instalación A l"anglaise, para dar paso después a una sala en la que se pueden ver sus Prototipos. Las mencionadas piezas de Anarchitekton se pueden ver después, justo antes de Le dortoir (en castellano algo así como dormitorio común), un vídeo en el que la cámara actúa como un voyeur que asciende por los pisos de un bloque de apartamentos a medida que avanza la noche a su encuentro con el amanecer. En la siguiente sala se puede ver la escultura-instalación El lloc i les coses para después llegar a Simo, trabajo central en la carrera de Colomer. Se trata del primer trabajo en vídeo del artista y en el que cuenta con la participación de una actriz profesional, una obra en la que plantea un cuestionamiento de las escalas, una inquietante percepción de la idea de consumo.