Arte internacional

Cristina Iglesias, cruce entre pasillos

Hasta el próximo 25 de junio se puede ver en el Museum Ludwig de Colonia una gran instalación de la escultora española Cristina Iglesias

23 marzo, 2006 01:00

Tres corredores suspendidos

Museum Ludwig, Colonia. Alemania. Hasta el 25 de junio

"Tres corredores suspendidos" es una clara evocación de otros grupos de trabajo fundamentales en la obra de la artista donostiarra (1956) como son las "celosías" y los "pasajes". Las celosías se han convertido ya en un "modo de actuación", casi en un medio más para articular todo su lenguaje escultórico.

Cristina Iglesias es una de los muchos artistas que han indagado en torno a la función de la escultura desde su derrocamiento definitivo como monumento, a mediados del siglo pasado y su ingreso en la dialéctica de interrelaciones constantes que caracteriza el quehacer escultórico en la actualidad. Es además, una de los artistas españoles que dinamizó la escultura en los años ochenta, los años del despegue del arte en nuestro país, los años dorados del mercado del arte español.

La obra de Cristina Iglesias no sólo se aleja del pedestal y de la idea de la escultura conmemorativa sino que prosigue su camino hacia el paisaje. Entran así en juego factores que hasta ahora desconocíamos en el campo de la escultura como la idea de tránsito, la posibilidad de recorrer la pieza, tanto física como mentalmente, lo que supone una experiencia que se prolonga en el tiempo. El espectador no se encuentra, así, frente a algo sino decididamente "en" un lugar. Es como el recuerdo de una vivencia, como se ha dicho en alguna ocasión. Caminar por la ciudad, doblar una esquina, ser sorprendido por un golpe de luz, agazaparse bajo una marquesina para protegerse de la lluvia.

En la obra de Cristina Iglesias hay esa noción del lugar visitado, que queda anclado en el recuerdo. Este tipo de experiencia es el que se podrá vivir en esta exposición alemana. Porque en este trabajo, como en su obra en general, hay una relación evidente entre la escultura y la arquitectura. En una entrevista dijo que el pabellón de Mies en Barcelona era la mejor escultura que conocía. A lo largo de su trayectoria, la obra de Cristina Iglesias ha tenido la oportunidad de relacionarse con espacios arquitectónicos de gran interés que han propiciado muy sugerentes diálogos como el Guggenheim de Nueva York y Bilbao, el Palacio de Velásquez de Madrid o el Stedelijk Van Abbe Museum de Eindhoven.

Esta exposición en la denominada sala "DC: Saal" del prestigioso Museum Ludwig de Colonia ha sido organiza por mediación de la SEACEX y consiste en una gran instalación en la que la artista plantea un recorrido por pasillos que resultan del cruce entre planos horizontales, que hacen las veces de muros y que corren en paralelo, y verticales, que serían techos que se disponen sobre los ejes horizontales. Estos planos son una deriva de sus famosas celosías.

Cristina Iglesias ha jugado con diferentes motivos a la hora de realizar estas celosías como la decoración vegetal y el lenguaje. Pero no es éste un lenguaje legible pues, como Raymond Roussel, el lenguaje se interpreta aquí como "certeza y confusión". A Cristina Iglesias pronto le cautivaron estos juegos y caprichos del lenguaje. Hay una alusión a lo mental en estas celosías que encarnan signos lingüísticos que se contrapone a una percepción más táctil de las celosías con motivos vegetales. Pero no se abandona esa idea tan presente en su trabajo de separación, de frontera ni aquella otra de la escultura como generadora de espacios. "Tres corredores suspendidos" es otra etapa más de ese ejercicio de búsqueda constante en la obra de la artista donostiarra.

Se podrá ver durante toda la primavera, hasta el próximo 25 de junio.