Galería Arnés y Ropke. Madrid. Colmenares, 11.Hasta el 21 de octubre.De 240.000 a 7.000.000 peseta
Unas pinturas sobre tela y tabla y, sobre todo, trabajos sobre papel fechados en 1975, forman el conjunto de obras de A. R. Penck (Dresde, 1939) que hoy se exhibe en Madrid. Todos forman una muestra interesante que permite conocer a este artista precoz y polifacético que ha cultivado en gran medida la pintura sobre papel pero también la escultura de aspecto totémico y la música. Penck aparece en estos trabajos como un pintor precisamente musical, muy libre y de variados recursos, cultivador de formas propias de la segunda mitad del s. XX pero con un indudable sello personal. Tanto cuando recurre a la expresión más salvaje y puramente pictórica (la mancha y su extensión, el brochazo, el delirio de líneas...) como cuando usa su personal iconografía abiertamente primitivista, ingenua y casi pop, en sus obras más monocromas y redondeadas en las mas vibrantes y sueltas, en la figuración inquietante o en la abstracción, Penck indaga en un ámbito que pertenece a lo orgánico, a una especie de era vegetal, cretácica o, al menos, anterior a la historia. A esa expresión natural tiende siempre y tal parece ser la razón de su labor.