Pionero William Henry Fox Talbot
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13 junio, 2001 02:00Parte del Queens College, Oxford, 1843. Copia sobre papel salado
Ver imágenes de William Henry Fox Talbot en la actualidad significa volver a los emocionantes primeros años en los que la fotografía apenas balbuceaba e inocentemente comenzaba a tantear sus propios límites. Seguramente Talbot jamás pudo imaginarse la trascendencia fundamental de lo que había inventado, ni cómo llegaría a cambiar la cultura visual de Occidente en los siglos XIX y XX. Pero ya en estos comienzos podemos detectar en estado germinal lo que llegarían a ser las problemáticas principales del medio, sobre todo el constante debate entre arte y ciencia que atormentaría a la fotografía en años sucesivos. Henry Fox Talbot es ante todo conocido por inventar el sistema negativo-positivo fotográfico, que él llamaría "calotipo". A diferencia del daguerrotipo, del que solo existía una imagen única, el calotipo de Talbot permitía crear múltiples copias de un negativo original, presagiando en gran medida la mecanización y seriación de la imagen de los medios de comunicación de masas del siglo posterior. Teniendo en cuenta que el modelo negativo-positivo ha llegado a ser el predominante, resulta sorprendente que en su momento no tuviera toda la acogida que uno podría esperar. Esto es debido fundamentalmente al grano del negativo, visible en las copias, y que contrastaba con la nitidez de la imagen conseguida directamente sobre la superficie esmerilada del daguerrotipo. El propio Talbot defendía esta textura como un efecto "Rembrandt" de enormes posibilidades estéticas.Talbot fue un hombre formado en la universidad y en contacto con los debates intelectuales del momento, y como gran cantidad de inventores de su época, interesado en una multitud de áreas científicas y artísticas, entre ellas la astronomía, las matemáticas, la óptica y la literatura. Durante su luna de miel en un viaje a Italia en 1833, concibió la idea de fijar la imagen que veía en la superficie de cristal de su cámara obscura. A su vuelta a Inglaterra consiguió transferir la forma de una hoja de árbol a un papel químicamente sensible. Tras sucesivos experimentos, finalmente en 1835 fijó varios negativos de su casa ancestral en Lacock Abbey, incluyendo una imagen pequeña, tamaño sello, de una ventana con cristales en forma de rombos. Esta imagen nos recuerda a lo que se considera como la primera fotografía de la historia, el heliógrafo de Nicéphore Niépce en 1827, una vista de unos tejados desde la ventana del fotógrafo. Tanto uno como otro encierran una misteriosa aura de silencio, un cierto deslumbramiento fascinado, como el de las primeras visiones de un bebé cuando apenas comienza a diferenciar la luz de la oscuridad.
Pero quizás la obra más conocida de Talbot sea Pencil of Nature, (Lápiz de la Naturaleza), una edición con fotografías del propio Talbot que se editó entre 1844 y 1846. Esta publicación incluía un texto con el que se explicaban las posibles aplicaciones científicas y prácticas de la fotografía. Talbot veía el medio fotográfico primordialmente como un instrumento que ofrecía evidencia visual de hechos concretos, pero en Pencil of Nature detectamos también sus aspiraciones artísticas. En fotos como La puerta abierta contemplamos una escena cotidiana, una escoba descansando sobre una puerta entreabierta, tratada de una forma estética. Esta foto, y otras en Pencil of Nature remiten a la estética de la pintura holandesa del siglo XVII, por la que Talbot sentía especial predilección. Otra edición de Talbot fue Annals of Artists in Spain, (Anales de los artistas en España), el primer libro con fotografías que reproducían obras de arte.
El interés de Talbot por el arte es evidente, incluso llegando a destacar tímidamente el medio como un instrumento de expresión artística especialmente indicado para aquellos sin talento para el dibujo y la pintura. De hecho, el calotipo tuvo más arraigo en los círculos artísticos que el daguerrotipo. La posibilidad de hacer copias ligeramente distintas unas de otras, así como el retoque del negativo original, o la selección de distintos papeles con tintes de colores recordaban más a técnicas de estampación y grabado que a la fotografía. Se instaura con los calotipos de Talbot un interés por lo difuminado, que inmediatamente es construido como un efecto artístico más cercano a la pintura. El excesivo detalle fotográfico del daguerrotipo parecía amenazar las aspiraciones artísticas de muchos fotógrafos; al ver una plasmación tan directa y aparentemente transparente de la realidad, sentían su interpretación artística minimizada. La difuminación del calotipo permitió a las primeras generaciones de fotógrafos experimentar artísticamente con un medio que todavía se estaba inventando a sí mismo.
Las ambiguas inquietudes artísticas de Talbot no son más que un prólogo del intenso debate que se generó en décadas posteriores entre consideraciones artísticas y científicas del medio. Hasta cierto punto, este debate sigue manteniéndose en la actualidad, que en el fondo es lo que realmente le da riqueza y complejidad al medio. A lo largo de los 175 años de la historia de la fotografía ha sido precisamente su naturaleza bicéfala, ni totalmente científica ni completamente artística, la que tanto ha dificultado su inclusión como una de las artes. Con la obra de Henry Fox Talbot recordamos que esta fecunda polémica ya estaba escrita en los orígenes mismos del medio fotográfico.
William Henry Fox Talbot (Melbury, Inglaterra, 1800 - Lacock Abbey, 1877) fue el descubridor, en enero de 1839, del proceso negativo-positivo sobre papel, el "calotipo". Fue también autor y editor del primer libro comercial ilustrado con fotografías, The pencil of Nature (1844). Luchó más de una década en los tribunales por la patente de su invento, que le fue reconocida en 1854. Dedicó sus últimos años a descifrar inscripciones cuneiformes asirias. Murió en 1877, mientras escribía la historia de sus inventos fotográficos.
Huellas de luz. El arte y los experimentos de William Henry Fox Talbot, exposición organizada por el National Museum of Photography, Film and Television de Bradford, Gran Bretaña, se podrá ver en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Santa Isabel, 52) del 19 de junio al 2 de septiembre.