Image: Louise Bourgeois

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Exposiciones

Louise Bourgeois

“Soy una fondista solitaria”

29 julio, 2004 02:00

Louise Bourgeois

Incansable, a sus 93 años, Louise Bourgeois vuelve a España con un conjunto de obras, casi todas recientes, que presenta el viernes 6 de agosto en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga. En la muestra, que lleva por título Stitches in Time (puntadas en el tiempo), propone, entre otras cosas, un recorrido por sus características celdas y por algunas de sus obras gráficas más relevantes, realizadas algunas de ellas hace casi sesenta años. El Cultural ha hablado con ella ("la mayor de todos los artistas jóvenes" en palabras de la comisaria) sobre este proyecto, sobre los avatares de la creación actual y su relación, siempre intensa, con el arte más joven.

La obra de Louise Bourgeois se ha visto en España de muy diversas formas. Ha tenido una retrospectiva en el MNCARS y ha realizado varias exposiciones en galerías comerciales. Esta exposición del CAC de Málaga, compuesta por su obra más reciente, coincide en el tiempo con una muestra en Valladolid centrada en sus dibujos. Louise Bourgeois no obtuvo reconocimiento hasta principios de los setenta, cuando ya llevaba 40 años en el mundo del arte. Sabe, pues, muy bien lo que se cuece.

-El título de esta exposición es Stitches in time., algo así como "puntadas en el tiempo". ¿Cómo describiría el tono de esta muestra?
- El título Stitches in time pertenece a Frances Morris, comisaria de la exposición, y realmente es de gran belleza. Otorgarle un aspecto físico, una materialidad al tiempo es esencialmente lo que vengo realizando desde hace muchos años. Me interesa el pasado y la comprensión del mismo, tratar todas las cosas que no me fueron del todo bien en el pasado que de algún modo siguen vigentes y que me siguen afectando en mi manera de pensar y de sentir con respecto al "otro". La intensidad de estas inquietudes, de estos problemas y la imposibilidad de resolverlos me hace vivir sumida en una especie de caos. Tengo siempre la intención de construir un "todo", algo como mi mundo, homogéneo, sin fisuras, que no se diluya y que no me abandone. Esta muestra está compuesta, en parte, por mis trabajos más recientes. Todas las esculturas están realizadas con tejidos propios, ropa, sábanas, mantas... Son materiales que me han pertenecido siempre. Aunque ya no tengan ningún uso, tienen aún una gran carga de significados. Son como páginas arrancadas de un diario. El uso de los tejidos es de vital importancia para mí porque me ayuda a reconstruir mi mundo. Este ejercicio de reparación es también un ejercicio de reconciliación.

-Su trabajo ha rebasado todo tipo de clasificación de lenguajes y géneros. Podríamos decir que su material favorito es la biografía.
-Las dos dimensiones no me satisfacen del todo. Me gusta la fisicidad, la posibilidad de trazar una línea sobre una plancha de cobre para hacer un grabado. Cuando dibujo, me gusta hacerlo en ambos lados del papel o incluso hacer un agujero en él. Trabajar con tres dimensiones es algo muy enriquecedor y hacerlo en cuatro, con la inclusión del factor tiempo es ya algo realmente maravilloso.

-Hablando de tres dimensiones, en esta exposición tendremos la oportunidad de ver algunas de sus "celdas". No hay duda de que hay un componente escenográfico muy importante en su trabajo. ¿Hasta qué punto le es útil para representar cuestiones biográficas de corte metafórico?
-Las celdas son de gran utilidad pues me permiten aislarme y poder así explorar mis sentimientos. Representan un mundo cerrado que soy capaz de controlar pues los límites están impuestos y en el que todo queda a mi alcance. Esa es una de las claves de este tipo de piezas. Estas celdas tienen un fortísimo carácter autobiográfico. En ellas incorporo cosas que siempre me han acompañado junto con otras formas que he ido creando. Todo el contenido de la celda tiene carácter simbólico.

-La comisaria de la exposición, Frances Morris, se ha referido a usted como "la mayor de los artistas jóvenes". Usted tiene un contacto muy frecuente con jóvenes artistas. Qué le ofrece el arte más joven? ¿Cómo afecta a su trabajo el seguimiento a los jóvenes?
-Todos los domingos reúno a un grupo de jóvenes artistas en mi casa. Vienen y me enseñan sus trabajos. No sólo son artistas visuales sino también poetas, músicos, actores... Es cierto, siempre he sentido fascinación por la gente joven. Es altamente enriquecedor. A veces te encuentras gente muy curiosa... y muy loca.

-¿Se siente atraida por los lenguajes que utilizan los artistas jóvenes?
-Realmente no. Los artistas siempre buscarán el camino más conveniente para expresarse. Yo no necesito mirar la obra de otros artistas en busca de inspiración. Siempre he dicho que soy una fondista solitaria.

-En esta muestra también va a mostrar una serie de grabados (He disappeared into complete silence) que muchos han considerado como de lo mejor de toda su producción gráfica. Son arquitecturas y formas abstractas que inmediatamente remiten a la figura humana.
-He disappeared into complete silence implica a la arquitectura para incidir en la metáfora de las relaciones humanas. Las relaciones pueden ser de todo tipo. Pueden ser frías, cálidas, distantes, falsas, imaginarias...Esto está expresado en forma de edificios y también de textos. La comunicación todavía me parece muy difícil. Es difícil poder agradar a la gente y que a la gente le gustes. Una buena parte de mi trabajo ha tratado sobre esto.

-Hace tiempo dijo usted que había querido ser artista para sentirse útil. Después de una larguísima trayectoria y con su conocimiento del mundo del arte, ¿Cree aún que un artista puede ser útil?
-Creo que los artistas podemos contribuir a muchas cosas. Yo hago lo que hago, y si la gente se siente "tocada" por lo que haces mucho mejor. Yo no soy ni una profesora ni una predicadora. No le debo nada a nadie pero los artistas tenemos ese acceso al inconsciente. Es una bendición y a la vez una maldición. De lo que tengo certeza es de que cuando estoy creando me siento mejor persona.