Image: La colección de la Fnac y la historia de la mirada

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Exposiciones

La colección de la Fnac y la historia de la mirada

Alguien nos mira

20 enero, 2005 01:00

Clark & Pougnaud: La ascensión

Comisaria: Laura Serani. Muvim. Guillem de Castro, 8. Valencia. Hasta el 3 de abril

Tres años después de su inauguración, el Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad (MuVIM), la indefinición del proyecto desde su misma creación, así como la carencia de una colección fueron hipotecando las sucesivas iniciativas que allí han tenido lugar. Convertido más bien en un parque temático en el que toda suerte de efectos y ocurrencias virtuales pretendían divulgar el ideario de la Ilustración y su deriva en el pensamiento moderno, este museo fue dando cabida a todo tipo de presentaciones y proyectos sin orden ni concierto. La designación del profesor Román de la Calle como director, y el más reciente fichaje de Carlos Pérez, han incorporado finalmente la luz de la razón a un proyecto museístico perdido en la noche de los tiempos. Actuaciones últimas como la inauguración de la biblioteca y la puesta en marcha de un programa expositivo orientado a rastrear en el pensamiento moderno a través de la investigación sobre temas relacionados con el avance de la ciencia a partir del siglo XVIII, la cartografía y los viajes, el cartelismo, el dibujo, el diseño gráfico e industrial, la fotografía, el vídeo, el cine, la música y las experiencias multimedia, tratarán de paliar la carencia de colección y dar sentido y a los apellidos del museo.

En ese orden de cosas cabe entender la presentación de la colección fotográfica de la FNAC consistente en tres centenares de fotografías que, a modo de recorrido enciclopédico, podrían resumir la historia del medio fotográfico. En esta colección no sólo encontramos autores fundamentales como, entre otros, Berenice Abbott, Gabriele Basilico, Cartier-Bresson, Robert Capa, Robert Doisneau, Erwitt, Josef Koudelka, Larrain, Herbert List, Duane Michals, Tina Modoti, Man Ray, Bernard Plossu, sino que, en muchos casos, también podemos apreciar sus mejores obras. Por tanto, con semejante nómina y la calidad de muchas de las obras, la presente exposición está llamada a convertirse en un éxito de público.

No obstante, y aun cuando la relación de autores y la calidad de las obras, resultan incuestionables, no podemos decir los mismo del montaje de la exposición. El afán divulgador y "democratizador" del que hace gala la FNAC, y que pretende sustentar este montaje, no hace sino entorpecer el buen entendimiento de los materiales aquí presentados. Centrado en una organización de las obras según convencionales bloques temáticos (el desnudo, la ciudad, el fotoperiodismo, los paisajes, el bodegón, etc.), el montaje expositivo resulta terriblemente confuso. Es tal la acumulación que el abigarramiento de la información que recibe el espectador acaba por invalidar cualquier propósito divulgativo. Un mayor rigor en la selección, sorteando autores testimoniales, hubiera ayudado a centrar la atención sobre aspectos de la historia de la fotografía que han contribuido no sólo a fraguar un lenguaje artístico sino a entender nuestra relación con el mundo.

Por otra parte, se echan en falta autores fundamentales del medio, especialmente a partir de los años setenta. Los Becher, Barbara Kruger, Sherrie Levine, Richard Prince, Thomas Ruff, Andreas Gursky, Thomas Struth, Andrés Serrano, Jeff Wall, Cindy Sherman o Nan Goldin son ausencias que no se entienden en un contexto expositivo que pretende abarcarlo todo.