Exposiciones

Muntean/Rosenblum. Memento mori

Haz que la muerte escuche

28 septiembre, 2006 02:00

Untitled (Everything was as it had…), 2001

Comisario: Agustín Pérez Rubio. MUSAC. Avenida Reyes Leoneses, s/n. León. Hasta el 7 de enero

Primera individual en España y primera retrospectiva dedicada en el circuito internacional a la obra del tándem que forman el austríaco Markus Muntean (Graz, 1962) y la israelí Adi Rosenblum (Haifa, 1962): son circunstancias que potencian los aportes de esta exposición. Muntean y Rosenblum vienen trabajando conjuntamente en sus estudios de Viena y Londres desde 1992, cuestionando la "superpresencia" del cuerpo perfectamente construido de los adolescentes y jóvenes que aparecen en las revistas "de estilo de vida", lo que está provocando la desaparición de la verdad del cuerpo. Esta exposición comprende un conjunto importante de pinturas y dibujos, completado con vídeo, fotografía y escultura, conjunto que se ha distribuido en cinco grandes contenedores, que, exentos los unos de los otros, operan como camarines o gabinetes de coleccionista. El efecto visual del montaje resalta las facultades del gran espacio de las salas 1 y 2 del MUSAC (dejado esta vez en su luz natural) como contenedor arquitectónico de contenedores expositivos de factura industrial (con su interior intensamente iluminado), haciendo que la exposición funcione como una instalación. Así, las obras quedan separadas por la secuencia cronológica de su producción, al tiempo que se agrupan por criterios temáticos, de género y estilo. Con ello Agustín Pérez Rubio, comisario de la muestra, logra una singular puesta en valor de la obra, sus claves y contribuciones, así como una lectura clara de la línea maestra de su proceso.

Esa línea rectora sitúa a Muntean/Rosenblum en la corriente más nueva de artistas "de representación", de espaldas por completo a cuestiones de "realismo" y ajenos a las "figuraciones" del último tercio del XX. Sus prácticas indagan en la acción de trasladar e interpretar imágenes, concibiendo la representación como facultad narrativa que se produce sobre la estrategia de ambigöedad que facilitan los análisis y tránsitos efectuados entre objetividad y subjetividad, lenguajes y códigos, lo visible y lo invisible, los signos de la vida social y las maneras enigmáticas del arte. Con ello se potencian el distanciamiento crítico, un planteamiento del espacio plástico como paisaje híbrido en el que se amalgaman lo material y lo inmaterial, y una posibilidad diferenciada de evadirse de la fugacidad de las imágenes mediáticas, y cumplir con el propósito de permanencia de la obra de arte. Así lo hacen las obras de Muntean/Rosenblum que, centrándose en los arquetipos de las figuras juveniles de revistas de estilismo, moda y publicidad, las transforman en material pictórico y las reconstruyen en escenas de grupo. Asimismo las dotan de actitudes cada vez más próximas a la imaginería manierista, y de una estructuración polifónica que utiliza elementos plásticos de la tradición de la pintura religiosa barroca, asumiendo su patetismo. Esas composiciones de figura contrastan con la actualidad inequívoca de sus localizaciones. tanto interiores cuanto exteriores o paisajísticas, utilizando siempre como fondo ambientes urbanos. La obra transmite sentimientos de emoción y sorpresa, planteándose el arte como alternativa entre consumismo y religión.

En estos cuadros lo pintado se remarca dejando en blanco los bordes del soporte, que, con sus ángulos redondeados, presentan las escenas como en una pantalla de televisión. En esos bordes se incluyen textos literarios, que funcionan como alegorías. Ideas de transitoriedad y muerte cruzan frecuentemente por estas citas. Muntean/Rosenblum declaran que "para nosotros la función básica del arte gira sobre la muerte", coincidiendo con esa corriente de pensamiento que, desde Platón y Cicerón hasta el existencialismo, concibe la filosofía como meditación o conmemoración de la muerte. El interés por el tema del paso del tiempo y de la caducidad se incluye esta vez en el mismo título de la exposición: Make death listen ("Haz que la muerte escuche"), equivalente postmodernista del clásico Memento mori, reforzando la propuesta general de esta pareja artística, que consiste -según confiesan- en "hacer de nuevo visible el cuerpo real, en su propia moralidad, librándolo del terror psicológico que entrañan las imágenes corporales de las revistas ‘de estilo de vida’, que reflejan tantas cohibiciones sociales".

La evolución estilística y conceptual de Muntean/Rosenblum los ha conducido desde unos primeros trabajos marcadamente pop -figuras planas y hieráticas en composiciones sencillas-, hasta las recientes escenas barroquizantes -prototipos manieristas, estructura compleja y colorido saturado-, que los sitúa en la punta de lanza del arte europeo más actual.

La obra de Muntean/Rosenblum viene a constituir un retrato psicológico y social de la juventud educada en el capitalismo globalizador, en el que los valores de la imagen y el consumo sustituyen la naturalidad/originalidad del sujeto. También mostrarán sus trabajos este otoño en el Centro de Arte Santa Mónica de Barcelona. Sus obras se han visto en centros tan importantes como la Secession de Viena o la Tate Britain. Trabajan con Ardnt&Partner en Berlín y George Kargl en Viena.