Image: El club del videoclip

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Exposiciones

El club del videoclip

LABoral

27 julio, 2012 02:00

Michel Gondry. Kylie Minogue, Come into my World, 2002

Eclipse. [Retro]perspectiva en 50 fases del vídeo musical. Laboral. Los Prados, 121. gijón. Hasta el 22 de octubre.


LABoral y Fundación Telefónica auspician esta retrospectiva dedicada la vídeo musical fieles a su filosofía como instituciones públicas comprometidas con la difusión del arte, en un caso continuando con su reflexión sobre el sonido en su vertiente artística y, en otro, apoyando la relación arte-tecnología-innovación. La exposición es un recorrido por la historia del videoclip desde 1975 hasta hoy, a través de 50 piezas de una modalidad artística que tiene mucho que ver con el crecimiento audiovisual de la cultura moderna.

El recorrido histórico comienza con el famoso Bohemian Rapsody de Queen de 1975, considerado el primer videoclip que fija las características de este género audiovisual, aunque muchos estudiosos han situado sus orígenes en la evolución de algunos programas de música transmitidos en televisión desde la Segunda Guerra Mundial (El Show de Sullivan, por ejemplo) o la exitosa serie The Monkees. En la muestra se recorren piezas pioneras, como las de David Byrne y la aparición de la MTV como primera cadena musical -su emisión inicial incluyó de manera metafórica Video Killed the Radio Star-, hasta el gran exponente de los 80: Thriller, de Michael Jackson. La madurez del género se ejemplifica con piezas de los 90, cuando los directores comparten categoría artística con los intérpretes y se incorporan de manera efectista toda suerte de infografías y recursos visuales. Sólo a fines de esa década se regresa a un cierto minimalismo, en una especie de hartura de tanta virguería tecnológica, hasta rozar la calidad del vídeo doméstico, como se percibe en Praise You de Fatboy Slim. También se aborda la realidad actual del videoclip, analizando las posibilidades de internet en la difusión de contenidos, su inclusión en la nube, la ejecución amateur de los fans y la interesante contaminación con el videoarte.

Junto a esa visión retrospectiva se incluyen dos secciones monográficas dedicadas al británico Chris Cunningham y al francés Michel Gondry, curiosamente ambos vinculados en algún momento de su trayectoria a la innovadora cantante islandesa Björk. Ambos conocidos directores del género, Cunningham ofrece un lenguaje opresivo y desconcertante, mientras que Gondry es más surrealista, onírico y narrativo. La selección es acertadísima, con All is Full of Love de Björk, Frozen de Madonna o Come Into my World de Kylie Minogue.

Puesto que no se recogen más obras españolas que la modernísima Embrujada del músico asturiano Tino Casal o Lógico que salga mal de Manos de Topo, la muestra incluye una sala de documentación con una recopilación de videoclips asturianos desde 1984. Responde, en parte, a los interesantes materiales de los Concursos de Maquetas que cada año convoca el gobierno asturiano. Hay obras muy conseguidas, a pesar de los medios reducidos, como las de Sofía Fernández Castañón, Producciones Santo Grial, Ramón Lluis Bande o las ya históricas propuestas de Íñigo Botas.

No cabe duda de que eCLIPSe va a ser una de las grandes citas expositivas del verano español. Un pretexto para repasar la cultura visual y musical de varias generaciones que se han entusiasmado con la fusión de música, imagen, movimiento y narración de estos videoclips promocionales que son ya parte de nuestra historia cultural y audiovisual.