Image: Treintañeros: el relevo

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Exposiciones

Treintañeros: el relevo

Contexto crítico. Fotografía española del siglo XXI.

20 diciembre, 2013 01:00

Cristina de Middel: de la serie The Afonauts, 2011

Tabacalera. Embajadores, 51. Madrid. Hasta el 23 de febrero de 2014

Sin duda, esta interesante colectiva de fotografía será un eslabón más en la confirmación de Tabacalera: un centro de exposiciones que, ante el declive de instituciones vecinas y con sus cincuenta mil visitantes en las últimas citas, está prolongando el triángulo del arte madrileño hasta la castiza glorieta de Embajadores. La propuesta viene de la mano de Museology, en un tándem de los jóvenes comisarios Carolina García y Alberto Sánchez Balmisa junto a la veterana crítica y editora Rosa Olivares, auténtica alma mater del proyecto que, como en anteriores tentativas (Cien artistas españoles, Cien fotógrafos... bajo el sello EXIT), propone ahora una selección de veinte artistas españoles y treintañeros que hacen fotografía. ¿Formarán parte del relevo generacional en este siglo XXI?

Sin excesivas pretensiones teóricas ni aspirar a acotar tendencias, en el texto del catálogo se afirma la actual ruptura de barreras entre la fotografía y otras artes visuales, lo que explicaría la muy diversa formación de los seleccionados, desde las facultades de Bellas Artes a la arquitectura técnica. También el perfil internacional de estos artistas que, procedentes de todos los rincones de la geografía española, han continuado su formación y suelen trabajar fuera de nuestro país. Buena parte de los seleccionados son ya conocidos e incluso están integrados en el circuito comercial. Algunos alternan su producción más creativa con otras vertientes profesionales, o bien entienden su autoría como artistas a caballo del comisariado y su contribución a plataformas colectivas, tipo Blank Paper o The Invisible Project. En todo caso, si están aquí es porque han alcanzado cierta madurez en su proceso de formalizar imágenes.

En el cuidado montaje, sin embargo, se establecen diálogos más esclarecedores. Como la convivencia de fotografía y dibujo, entendida eso sí de manera muy dispar por Vanessa Pastor y Ángel de la Rubia. La preferencia por lugares vacíos (Rubén Acosta, Juan Baraja) y espacios sin presencia humana (José Guerrero, Paula Gortázar), aunque la narratividad quede aludida mediante el contraste naturaleza/cultura (Paula Anta, Alberto Saván), o bien, se dirime mediante signos de lenguaje (Aleix Plaidemunt). También es sintomático, porque lo venimos viendo en otros de la misma generación, la tendencia a fijar la soledad del individuo, erguido entre arquitecturas y paisajes (Ali Hanoon, Juan Carlos Martínez), cuando no al recurrente apunte biográfico -todo un clásico desde los 70-, ya sean retratos de clubbers (Jesús Madriñán), desordenadas instantáneas cotidianas (Anna Huix, Miguel Ángel Tornero), figuras familiares traumáticas (Ignacio Navas) o series de falso reporterismo casual que se amplían dependiendo del tiempo de exposición de cada imagen (Antonio Xoubanova).

Porque casi nada es lo que parece, todos estarían cómodos bajo la etiqueta de "nuevo documentalismo", ese que proyecta una mirada irónica y disfruta reconstruyendo y parodiando historias (Mikel Bastida, Cristina de Middel, Jorge Fuembuena, Julio Galeote), siempre más brillantes y aplaudidas cuanto más lejanas de nuestra realidad.