Image: Cacofonía poética

Image: Cacofonía poética

Exposiciones

Cacofonía poética

2014Poesía

11 abril, 2014 02:00

Obra de Eduardo Escala

Feijo Fine Arts. General Castaños, 7 1°izq. Madrid. Hasta el 24 de mayo.

Dice Francisco Carpio, comisario de esta exposición a3bandas, que a la poesía experimental le cuesta encontrar su espacio, porque muchos poetas la cuestionan como poesía y muchos artistas la infravaloran como arte. Tampoco es para todos los públicos: solo un entusiasta grupo de entendidos conoce y sabe apreciar todas sus tipologías y matices. En España hay una sólida tradición de poetas experimentales que arranca de las vanguardias y que ha sido bien narrada. Podemos mencionar, en los últimos años, las muestras organizadas por Artium/Patio Herreriano, Escrito está, y por El MAS de Santander, Escritura experimental española (1965-83), ambas con piezas de la colección de José María Lafuente -en breve en el Círculo de Bella Artes-, o La palabra imaginada, comisariada por el propio Carpio en el Museo Esteban Vicente en 2007, con un planteamiento más abierto. Ese mismo enfoque se aplica en esta muy interesante exposición, quizá única de este tipo en una galería comercial, en la que no solo confluyen diferentes tipos de poesía experimental sino también variadas extensiones de esa "actitud" al arte actual.

El conjunto es muy heterogéneo, lo que nos permite vislumbrar el dilatado horizonte de prácticas relacionadas con la interacción de palabras e imágenes o configuraciones visuales. Pero tal vez habría sido más efectivo concentrarse en un período y acotar tipologías, pues tanta variedad desconcierta y a veces es difícil ratificar los vínculos propuestos entre artistas tan distantes. Los seleccionados son quince, todos españoles salvo el tardo-surrealista belga Marcel Marien, el rumano-francés Isidoro Isou, fundador del Letrismo, el argentino Eduardo Antonio Vigo y los mexicanos Ricardo Rocha y Felipe Ehrenberg. Junto a Isidoro Valcárcel Medina, a quien se dedica una pequeña retrospectiva con siete muy buenos trabajos, Concha Jerez, con textos "sobre-escritos" de los 70, Eduardo Scala y Bartolomé Ferrando, con notoria actividad docente en el ámbito de la performance, son todos considerados referentes en este extenso territorio creativo. También lo es, sin duda, Joan Brossa, con dos composiciones de poesía objetual que entran en diálogo con dos esculturas de Pepe Espaliú, rememorando la relación que establecieron cuando este promovió la exposición del maestro en La Máquina Española, en 1988.

Hay aquí de todo un poco: escrituras que forman imágenes o que funcionan como representación pictórica, poesía fonética y sonora, arte postal, objeto surrealista y palabras-objeto, acción poética, matemática creativa... El espectador de arte actual agradecerá la presencia de Igansi Aballí, Mateo Maté y Chema Madoz, por mucho que el primero no haya elegido su obra más adecuada aquí y que la del segundo, siendo muy buena y teniendo su punto poético, esté poco sólidamente integrada aquí.