Homo Ludens por Borja Vaz

Astro Bot: la excelencia en la realidad virtual

18 octubre, 2018 09:48

[caption id="attachment_657" width="560"] Imagen de Astro Bot[/caption] Casi de tapadillo ha llegado esta producción japonesa a las PlayStation VR. Entre tanto título gigantesco que arrasa el mercado en los meses de otoño (los Call of Duty, Assassin’s Creed y Red Dead Redemption de turno), el juego de Team Asobi, parte del afamadado Japan Studio, se ha hecho un hueco en tan apretada agenda por su incontestable excelencia formal. En los dos años que han transcurrido desde que Sony puso en el mercado su particular visión de la realidad virtual, una pléyade de videojuegos han desembarcado en la plataforma: muchos diseñados con un modo compatible con la tecnología, y otros pocos que la exigían para poder disfrutar de sus bondades. En este tiempo han aparecido varias propuestas interesantes que han profundizado tanto en las formas de inmersión en los mundos de ficción como en el desarrollo de un lenguaje de diseño propio. Uno de los títulos más celebrados, Moss, salió a principios de este año y demostró que una visión en tercera persona, con una clara distinción entre el avatar del jugador y el personaje controlable, era un auténtico filón para la realidad virtual. En ese sentido, y a pesar de estar desarrollado en la otra punta del mundo, Astro Bot toma el relevo de la obra de Polyarc, profundizando en sus innovaciones, expandiendo sus mecánicas y otorgándole a todo el conjunto un nivel de pulido que eleva el juego a un nivel sobresaliente. Astro Bot: Rescue Mission posee una estética claramente inspirada en Wall-E, la célebre película de Pixar sobre un robot de limpieza en una Tierra abandonada por el colapso medioambiental, y desde el punto de vista jugable las comparaciones con Mario son inevitables. Pero lejos de quedarse en un burdo ejercicio de plagio, la obra de Team Asobi utiliza estas referencias para impulsarse y crear el que probablemente sea el mejor título de PSVR. Es un juego de plataformas donde el jugador encarna a un robot que acompaña al epónimo Astro Bot, mucho más menudo, a través de una veintena de niveles rescatando a todos sus compañeros perdidos después de un fatal encuentro con un alienígena. Como en Moss, el control compagina al robot que encarna al jugador y al más pequeño que recorre los intrincados niveles. Pero a diferencia de este, aquí el jugador se sumerge por completo en el mundo virtual. En vez de verlo todo desde los márgenes, como si de un diorama se tratase, los niveles nos engloban por completo, permitiendo al pequeño robot pasearse en un ángulo de 360 grados. Todo está diseñado para jugarse sentado, pero resulta muy conveniente hacerlo sobre un taburete, porque en varios ocasiones nos tenemos que  girar por completo para atender a lo que tenemos a nuestras espaldas. Precisamente, varios de los secretos más escondidos y de las mecánicas más participativas nos exigen un cierto nivel de contorsión corporal. No es nada excesivo, y el hecho de que el movimiento del robot grande esté determinado de antemano (avanza sobre unos raíles de forma automática, y siempre de manera muy suave) soluciona de un plumazo los problemas de mareos que acusan muchas personas al experimentar la realidad virtual.

Pese a lucir una estética y una premisa a priori infantil y empapado en sensibilidad kawaii, Astro Bot es un juego muy inteligente, que maneja con pericia los tiempos, arrojando nuevas maneras de interactuar con el mundo de manera periódica, y sorprendiendo por todo el rango de interacciones que se crean entre los diferentes elementos. Uno de los mayores aciertos del diseño es la recreación física del mando de la consola, el Dualshock 4, en el mundo de ficción. Si el jugador encarna al robot que avanza por los niveles, su principal herramienta de interacción (pero no la única, ya que el propio casco encuentra muchos usos ingeniosos), el mando, también existe en el espacio virtual, y sus múltiples funcionalidades impactan el mundo de manera efectiva. Por momentos se convierte en un cañón de agua, o en una linterna, o en un cable propulsado o en otro dispositivo; todo al servicio de la interactividad con el entorno y con Astro Bot, el otro personaje controlable. No queda otra que calificar al juego de Team Asobi como imprescindible. No importa la edad del jugador, es un auténtico derroche de ingenio y creatividad que merece ser disfrutado por el mayor público posible. Es un proyecto que empieza a vislumbrar la madurez de la tecnología de realidad virtual, y que deja entrever las posibilidades que este camino nos podría deparar en un futuro. Todavía el nivel de adopción es bajo entre el público general, y no deja de ser una pena que aún muchos descarten de entrada estos títulos al considerarlos meras estratagemas de una industria siempre codiciosa. Pero nada más lejos de la verdad. La realidad virtual nos permite reinterpretar convenciones que han permanecido intactas durante décadas, e inaugura nuevas maneras de interactuar con las obras. A pesar de su carácter lúdico, muchas de las ideas que Astro Bot: Rescue Mission propone no estarían fuera de lugar en instalaciones museísticas modernas, donde la inclusión del espectador en la obra se ha convertido en el grial al que todos aspiran. Razón más que suficiente para seguir cayendo por esta madriguera.  
Image: Una Estampa de otoño

Una Estampa de otoño

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