Stanislavblog por Liz Perales

Un director para dotar de contenido el Teatro Español

11 julio, 2014 13:53

Juan Carlos Pérez de la Fuente dirigirá el Teatro Español en los próximos cuatro años, por lo menos. Su candidatura ha sido elegida entre 27, a propuesta de un comité de expertos, y, aunque no he leído con detenimiento su proyecto, me atrevo a presumir que va a incidir en la dramaturgia española, clásica y contemporánea. Fue el signo que le distinguió durante el tiempo que estuvo al frente del Centro Dramático Nacional, de 1996 a 2004, y la senda por la que ha continuado hasta hoy como productor independiente y director y escenógrafo.

Ahora le tocará lidiar con el teatro por excelencia de la ciudad, igualmente estarán bajo su responsabilidad los dos espacios del Matadero y deberá “informar” de la programación del Price y del Centro Cultural de la Villa de Madrid para evitar solapamientos. No dudo de que, conociendo la forma tan concienzuda de trabajar de Pérez de la Fuente y de su mano derecha, Rosario Calleja, su proyecto esté anclado sólidamente.

El Teatro Español ha cambiado mucho en los tres últimos lustros y una de las labores que sigue sin resolver es la de su contenido, es decir, de explicar a los ciudadanos por qué el Ayuntamiento administra un teatro y qué se propone hacer en él. Esa labor corresponde a la corporación, que tiene pendiente desarrollar los estatutos del coliseo, pero en colaboración con su director, que debe darle el rumbo cultural. Por eso, el proyecto de Pérez de la Fuente deberá, ahora, adaptarse a los destinos que el Ayuntamiento establezca, concretamente a través de la empresa que lo gestiona (Madrid Destino).

Pérez de la Fuente destacó en el CDN, precisamente por considerar que su función principal del Centro era poner en valor el repertorio dramático patrio. Y así lo hizo, con célebres y hermosos espectáculos de Buero Vallejo, Antonio Gala, Francisco Nieva, Fernando Arrabal y Max Aub.  Y el repertorio español ha seguido siendo su santo y seña cuando abandonó el teatro nacional, estrenando espectáculos de Calderón,  Galdós, Arniches, Jardiel, Alfonso Saste y hasta su más un reciente Juanita Narboni, adaptación de la memorable novela homónima de Ángel Vázquez. Muchas obras de estos autores las ha dirigido como productor y director privado y manteniendo unos niveles de calidad muy estimables.

El director continuará por esta vía de consolidar un repertorio español, prestando una atención especial a los autores vivos (a los maestros y a las distintas generaciones de creadores), pero también habrá espacio para los autores universales, y en particular para el teatro iberoamericano, dice su proyecto, que se puede consultar aquí.

Uno de los aspectos más valorados de su candidatura es el que se refiere a la finalidad que el Ayuntamiento quiere dar al teatro y que se recoge en el anexo de las bases del concurso. Este especifica que “es propósito del Ayuntamiento dotar al Teatro de un liderazgo artístico ambicioso, innovador y que inspire confianza, sobre todo en una primera fase de reorganización y de cambio, para motivar a los artistas, creadores y profesionales del sector a nivel local, nacional e internacional con la calidad del trabajo. Y crear y llegar a públicos de todo tipo a través de una programación diversa aprovechando al máximo las oportunidades”. Es decir, se pretende que el Teatro Español sea un lugar para la investigación escénica, que concite a los grupos de artistas de la ciudad, que conviertan al teatro en una marca de referencia. El director tiene un gran trabajo por delante para desarrollar este capítulo y crear equipos de trabajo.

No se especifica qué número de producciones artísticas hará, pero sí que aboga por la coproducción con otros teatros de titularidad pública, así como con compañías privadas. Él ha dirigido durante más de dos lustros su propia productora y sabe de las dificultades y desafíos a los que se enfrenta el productor privado. Por ello, presumo que sabrá equilibrar los intereses públicos con los de las empresas privadas.

Como novedades de su proyecto, figura el destinar la sala 2 del Matadero al teatro para adolescentes, una decisión en línea con un capítulo que quiere potenciar: la captación de nuevos públicos. Es una buena idea, ya que no hay ningún teatro en la ciudad dedicado a este segmento de población.

Y otro punto fuerte de su proyecto es la internacionalización, aprovechando precisamente la celebración, el próximo año, del 400 aniversario de la titularidad municipal del teatro, que permitirá llevarlo por las ciudades de todo el mundo.

Image: Kerry James Marshall, negro sobre negro

Kerry James Marshall, negro sobre negro

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