Ciencia

Los príncipes de Asturias de cooperación internacional

Daniel S. Goldin, director de la NASA y promotor de la Estación Espacial Internacional

24 octubre, 2001 02:00

El Príncipe de Asturias de la Cooperación Internacional ha recaído este año sobre la Estación Espacial Internacional (ISS), un proyecto en el que participan más de 20 países. El director de la NASA, Daniel Goldin, que aunque dimitió de su cargo la semana

"Con la ISS hemos roto todas las barreras culturales"

Después de nueve años al frente de la NASA, Daniel S. Goldin presentó hace siete días su dimisión (que no se hará efectiva hasta el 17 de noviembre), una decisión inesperada que sin embargo no le impedirá recibir de manos de Don Felipe de Borbón, el próximo viernes, el Premio Príncipe de Asturias de la Cooperación Internacional. No lo hará solo. Lo recibirá junto a sus homólogos de las agencias espaciales rusa, europea, japonesa y canadiense, con quienes ha trabajado conjuntamente en la construcción de la Estación Espacial Internacional (ISS) desde sus inicios en 1993. De hecho, jugó un papel trascendental en la obtención del apoyo del Congreso para el rediseño de la ISS. Desde su despacho en Washington D.C. Goldin explica a EL Cultural el significado que otorga al galardón.

-Este premio es un reconocimiento a tan noble proyecto como es la construcción de una estación espacial a 350 kilómetros de altura de la Tierra. Un proyecto que reportará grandes beneficios y ampliará los conocimientos de la humanidad en prácticamente. todas las disciplinas científicas. Cuando la gente piensa en tecnología, generalmente asocia ese concepto a algo perjudicial para el hombre.

Este premio nos brinda la oportunidad de demostrar al mundo que la tecnología y los avances científicos tienen de por sí una base positiva, encaminada a un mayor conocimiento del mundo uniendo nuestra innata curiosidad por explorar lo desconocido. Creo que S.A.R. el Príncipe de Asturias, otorgándonos este premio, reconoce el esfuerzo realizado por la NASA y las agencias espaciales de otros dieciséis países en la búsqueda de respuestas a tantos interrogantes que todavía nos planteamos y, sobre todo, en la capacidad de trabajo en equipo a nivel internacional que hemos demostrado.

-El premio destaca la labor en cooperación internacional. ¿Como ha sido el trabajo de coordinación entre tantos países involucrados en el proyecto?

-Hay que tener en cuenta que el proyecto empezó justo después de la Guerra Fría, cuando las relaciones entre algunos países eran bastante ambiguas. Todos tratábamos de acostumbrarnos al nuevo marco internacional, y gracias a que en el espíritu de todos se hallaba la intención de avanzar hacia un mundo mejor y el impulso por llevar a buen fin un proyecto tan gigantesco como la construcción de la ISS, ha sido posible unir todos nuestros conocimientos y esfuerzos. Con los años hemos tenido que ganarnos la confianza mutua. Puedo decir que, durante esta última década, la experiencia de trabajo ha sido maravillosa. Entre todos hemos logrado romper barreras culturales y estrechar lazos entre continentes y países que, hace unas pocas décadas, eran prácticamente impensables. A través de la ciencia y el trabajo y, sobre todo, mediante la investigación de lo desconocido, que nos afecta a todos por igual, hemos sentado las bases de un trabajo en cooperativa sin el que la construcción de la ISS, ya muy avanzada, no hubiera sido posible.

Desde 1992, este ingeniero mecánico con vocación de líder ha movido los complejos hilos financieros y estructurales de la NASA con la suficiente capacidad como para adaptarse a un presupuesto decreciente cada año. Su imagen va inevitablemente asociada a la máxima que define su gestión al frente de la agencia espacial: faster, better, cheaper (más rápido, mejor y más barato), una política de reducción de costes que aunque le ha mantenido en el puesto durante más tiempo que cualquiera de sus predecesores, también ha sido responsable de la pérdida de dos misiones a Marte debido a sendos errores consecutivos.

Capacidad de ahorro

-¿Qué balance puede hacer de estos casi diez años dirigiendo la agencia espacial más importante del mundo?

-Con unas reformas empresariales agresivas, hemos sido capaces de ahorrar un total de 40.000 millones de dólares, sin que ello suponga un menoscabo en la productividad, que de hecho ha aumentado un 40%. En la carta de dimisión que dirigí al presidente Bush señalé que el día más feliz de mi vida fue el 1 de abril de 1992, cuando me nombraron director de la NASA, porque fue la consecución de un sueño de la infancia. Ha sido el trabajo más maravilloso del mundo y me va a costar mucho abandonarlo. Pero me voy eternamente agradecido y con un respeto incondicional hacia los trabajadores de la NASA.

-No son pocas las presiones sociales que consideran injustificada una inversión de 37.000 millones de dólares (el presupuesto destinado a la ISS) en cuestiones aeroespaciales. ¿Qué respuesta da a este escepticismo?

-Muy sencillo. La vida es mucho más que consumo y supervivencia. La existencia de la Humanidad no llega a su fin con la desaparición de las actuales generaciones. Invertimos para el hoy y para el mañana. Además, puedo asegurar que cada dólar invertido en programas espaciales retribuye al menos dos dólares en beneficios directos e indirectos. No es un dinero destinado a fondo perdido. Cualquier grupo social o cultural que desea crear esperanza y ofrecer oportunidades a las generaciones venideras, necesita abordar proyectos colosales como es el de la ISS. Creo que esto lo entenderán muy bien en España, una nación histórica y eminentemente exploradora.

-¿Cómo puede afectar la guerra contra el terrorismo que está librando actualmente su país y el mundo occidental a los planes de trabajo trazados por la NASA?

-El presidente Bush dejó claro después del 11 de septiembre que la vida en América continuará con normalidad. Esto es extensible a la NASA y, por tanto, a la ISS. Todo se hará según lo trazado. Por muchos obstáculos que se interpongan en nuestro camino, la NASA seguirá creando optimismo para los jóvenes de todo el mundo, porque pensamos que ninguna generación venidera se merece un mundo peor o más cruel que el que ahora habitamos. No se puede empezar a construir algo tan monumental como la ISS para dejarla a mitad de trabajo. Puedo asegurar que, tal y como está anunciado, en el 2006 estará terminada.

Resultados a largo plazo

-A largo plazo, ¿qué beneficios y consecuencias depararán los hallazgos y experimentos que se realicen en la Estación Espacial?

-En cualquier campo de la ciencia es difícil predecir todas las consecuencias de los hallazgos. Un ejemplo es el de las armas bacteriológicas. La ISS es un escenario perfecto para la investigación en biomedicina. En este sentido vamos a lograr grandes avances. También estamos trabajando en comprender plenamente las leyes de la física. Es importante saber cómo ciertos materiales y agentes biológicos se comportan bajo leyes de microgravedad, porque así podemos obtener resultados fiables. La ISS proveerá un laboratorio orbital para investigaciones biológicas, químicas, físicas, ecológicas y médicas. Prácticamente todos los campos de la ciencia, incluyendo obviamente la astronomía, tendrán en la ISS un laboratorio de primera calidad


La construcción de la IIS comenzó en 1998 y, aunque ya funciona con normalidad, no estará terminada hasta el año 2006. En la realización del proyecto han participado más de 20.000 técnicos pertenecientes a 20 países. El Jurado del Premio Príncipe de Asturias ha querido simbolizar el galardón en las Agencias Espaciales de los Estados Unidos, Rusia, Japón y Europa por su destacada participación. El objetivo del proyecto es el de crear un laboratorio en la órbita terrestre para que científicos, astronautas y cosmonautas de todo el mundo trabajen conjuntamente en experimentos que no se pueden realizar en la Tierra.