Image: Robert J. Lefkowitz: Nos encontramos en el período más productivo de la investigación biomédica

Image: Robert J. Lefkowitz: "Nos encontramos en el período más productivo de la investigación biomédica"

Ciencia

Robert J. Lefkowitz: "Nos encontramos en el período más productivo de la investigación biomédica"

El científico estadounidense recibe el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento este 23 de junio

22 junio, 2010 02:00

Robert J. Lefkowitz

La lucha contra la enfermedad y la eficacia de los fármacos para erradicarla tiene un nombre: Robert J. Lefkowitz (Nueva York, 1943). Sus estudios de los receptores celulares, esenciales en los procesos fisiológicos del organismo, han llevado este catedrático de Medicina de la Universidad de Duke a plantar cara a multitud de patologías. A sus numerosos reconocimientos se suma estos días el de la Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento por su contribución a tratar enfermedades cardiovasculares.

-¿Estamos en una era dorada de la biomedicina?
-Naturalmente. Los descubrimientos científicos se producen cada vez más rápido, y las tecnologías disponibles para la investigación biomédica son hoy más potentes que nunca. Como resultado, los avances en muchas áreas son también más rápidos. En este sentido, este es el periodo más productivo jamás alcanzado en investigación biomédica.

-¿Es la lucha contra el dolor tan importante como la lucha contra la propia enfermedad?
-El alivio del sufrimiento humano, representado por la experiencia del dolor, es ciertamente una de las cosas más importantes y gratificantes que puede lograr todo médico. Sin embargo, en última instancia es más importante curar la enfermedad. Se puede aliviar los síntomas dolorosos de una enfermedad sin tratar su causa básica o ralentizar su progresión. Pero en estos casos es sólo la cura de la enfermedad, o la ralentización de su avance, lo que eliminará de forma permanente el dolor del paciente.

-La comprensión de los receptores, ¿hará que los fármacos sean más inteligentes? -La respuesta es sí. A medida que aumenta nuestra comprensión sobre los receptores, nuestra capacidad para diseñar fármacos más específicos también aumenta. Déjeme darle dos ejemplos. Cuando comencé mi carrera como investigador, muy a principios de los años setenta, se creía que había tres tipos diferentes de receptores para la adrenalina. Nos referimos a estos como 'subtipos' de receptores. Hoy sabemos que hay nueve subtipos diferentes de receptores para la adrenalina. Y como conocemos sus propiedades moleculares, ahora podemos diseñar fármacos que actúan específicamente sobre cada uno de ellos. Dado que los fármacos son mucho más específicos, tienen menos efectos secundarios, que se deben a la reacción no deseada de los fármacos con otros subtipos de receptores. Se trata de un fenómeno muy extendido. Sabemos ahora que hay 15 subtipos diferentes de receptores para serotonina, y cinco subtipos diferentes para la dopamina. Actuando de forma mucho más específica sobre estos subtipos de receptores los fármacos son más 'inteligentes' y por tanto tienen menos efectos secundarios.

-¿Cuál es la última hora en sus investigaciones?
-Bueno, a lo largo de los últimos años hemos descubierto que, además de funcionar estimulando una cascada concreta de reacciones bioquímicas, los receptores actúan también de una forma del todo distinta. Es decir, parecen tener dos modos de acción enteramente diferenciados, de los cuales se conocía sólo uno hasta hace unos pocos años. Esencialmente, todos los fármacos que hoy actúan sobre estos receptores fueron diseñados bien para estimular o bien para bloquear el único mecanismo entonces conocido de acción de los receptores. Pero ahora que entendemos que los receptores pueden influir en la actividad de las células de maneras completamente distintas, podremos desarrollar un tipo de fármacos del todo diferentes. Estoy muy emocionado por estos nuevos desarrollos en mi programa de investigación.

-¿Cómo intervienen los receptores en el proceso patológico?
-Le diría que los receptores son moléculas presentes en la superficie de las células, o dentro de ellas, con las que interactúan hormonas, neurotransmisores y fármacos. Los receptores se unen y reconocen estos fármacos y hormonas gracias a que las moléculas de estos compuestos encajan con la estructura -la forma- de los receptores. Se puede comparar con la entrada de una llave -el fármaco- en la cerradura -el receptor-. Algunos fármacos son capaces de abrir la cerradura: se denominan agonistas. Un ejemplo sería la adrenalina, que se utiliza tanto para estimular el corazón como para dilatar las vías respiratorias en el asma. Otros compuestos encajan en la cerradura, pero no la abren; en esencia, lo que hacen es bloquear la cerradura e impedir que la abran otros agonistas que genera nuestro organismo de forma natural. Un ejemplo son los betabloqueantes, una abreviatura de 'bloqueantes de los receptores beta-adrenérgicos'. Estos fármacos se usan, por ejemplo, para impedir que la adrenalina producida de forma natural actúe en los vasos sanguíneos y el corazón, con lo que se consigue reducir la presión sanguínea, mejorar el fallo cardiaco y tratar la angina de pecho. Otro ejemplo serían los antihistamínicos, que se unen a los receptores de histamina y bloquean la acción de la histamina que sintetiza el cuerpo. Así se alivia todo tipo de síntomas alérgicos.

-¿Tienen los receptores características comunes?
-Hay muchos receptores (cientos) que comparten una estructura similar, estudiada por mí a lo largo de mi carrera. Incluyen no sólo los receptores para adrenalina, histamina, serotonina y opiáceos, por mencionar sólo algunos, sino también las moléculas que median en los sentidos de la visión, el olfato y el gusto. Todos estos receptores funcionan de forma similar. Virtualmente todos los procesos fisiológicos en los humanos están regulados por esta gran familia de receptores. Y de acuerdo con esto, hay muy pocas enfermedades en las que no estén implicados de una forma u otra. Así que no es sorprendente que los fármacos que actúan sobre estos receptores, ya como agonistas o como bloqueantes, sean más de la mitad de todos los que se comercializan hoy en día. Así que, en un sentido muy real, los receptores son "la llave para tratar una amplia variedad de enfermedades".

-¿Cuáles son los principales desafíos científicos a los que se enfrenta la biomedicina en estos momentos?
-En mi opinión, el desafío más importante a que se enfrenta hoy día la investigación biomédica es entender los mecanismos moleculares y genéticos básicos responsables de los cánceres, y generar terapias eficaces para sus muchas formas de malignidad. A pesar de que se están haciendo grandes avances en esta área creo que las soluciones últimas, desafortunadamente, están aún bastante lejanas, y deberán ser específicas e individualizadas para las diferentes formas de cáncer y para cada paciente. Un segundo desafío, extremadamente importante, es el desarrollo de vacunas eficaces y tratamientos curativos para el azote global del VIH.