José Luis López Vázquez, Gracita Morales, Agustín González y Alfredo Landa
Gloria bendita. Y es que, si no existieran, las reposiciones habría que inventarlas; baste echar un rápido vistazo a la cartelera para saber el (los) motivo(s). Y qué decir si los exhibidores, en un acto de magnanimidad sin precedentes, nos brindan la oportunidad de volver a disfrutar en pantalla grande (que es, al cabo, donde se ve el cine cuando el cine es bueno) de una película española. El acabóse. "Atraco a las tres" (1963) es quizá una de las mejores obras de su director, el excelente y ya desgraciadamente desaparecido José María Forqué, un hombre acostumbrado a moverse entre los entresijos de la comedia como Pedro por su casa. En manos de Forqué, la historia de un puñado de empleados que un buen día deciden rebelarse contra la mediocridad y atracar el banco donde trabajan se empapa de humor, sí, y del mejor, pero también de triste resignación, de auténtica lástima por las anodinas vidas de estos hombres y mujeres que jamás -y, ay, lo saben- podrán cumplir sus simples sueños. Los actores, todos magníficos (López Vázquez, Gracita Morales, Agustín González, Cassen, Manuel Alexandre, Rafaela Aparicio, Alfredo Landa...); la fotografía, de Alejandro Ulloa, excelente; el guión (Vicente Coello, Pedro Masó y Rafael J. Salvia), suavemente neorrealista y bien trabado... En fin, ¿qué más puedo decirles? Que harían mal si deciden no participan en este tragicómico y entrañable "Atraco a las tres" de un Forqué crecido y sabio.