EL "COMPLEJO" ESPAÑOL
Si yo fuese autor de una película, consideraría algo más honroso ser seleccionado por cualquiera de estas secciones que por la oficial, pero en un cine cada vez más "de productores" como el nuestro, eso importa poco, aunque suela ser preludio de futura inclusión en el concurso y hasta de premio: si algo le gusta a un Festival más que "descubrir" un cineasta (aunque lleve hechas 20 películas y sea una celebridad en su tierra) es consagrarlo. Y como hemos decidido últimamente superar en "chauvinismo" a los franceses y vivir creyendo que el cine español es el mejor del mundo (y bueno cuanto se hace), y Cannes suele empezar cuando está reciente el 2 de mayo, se produce un curioso fenómeno de indignación patriótica (del que no se libraban ni los pretendidos "izquierdistas", cuando los había), y no pretenden que salgamos a la calle gritando "abajo los gabachos" de milagro.
Desde mi punto de vista, nada "interesado", debiera quizá reflexionarse un poco en los motivos de que tal cosa suceda: si todavía subconscientemente, para convencer a alguien de que vea una película española, se recurre al argumento de que "no parece española" y en muchas regiones se pretende evitar a toda costa parecer español, y los modelos que se siguen son siempre extranjeros, no puede extrañar que las películas que actualmente se hacen en este país se parezcan en exceso a las francesas, italianas, suizas y hasta holandesas como para que llamen la atención. Y menos, desde luego, que las producidas en el Japón, Taiwán, Hong Kong, China, Corea, la India o Irán, a ojos occidentales mucho menos "standardizadas" que casi todas las que se ruedan en Europa y en América. Si encima está de moda el cine oriental, no es fácil que una película española atraiga, por buena que sea, si no tiene algo "especial" que la distingue: ese algo puede o no ser su "españolidad" (que nada tiene que ver con la odiada "españolada"), y ese es el secreto de Almodóvar: que consigue hacer películas identificables como españolas (pasen en Madrid, en Andalucía o en Barcelona), pero modernas, que indican que algo ha cambiado y sigue cambiando en este país.
Eso, con independencia de que hayan sabido reconocer los seleccionadores una película verdaderamente estupenda: que yo sepa, hay por lo menos una... pero ignoro si la han visto.