Oumaïma Barid en una escena de 'Animalia'

Oumaïma Barid en una escena de 'Animalia'

Cine

'Animalia', la sorprendente ópera prima marroquí que utiliza el cine fantástico para denunciar el patriarcado

La cineasta franco-marroquí Sofia Alaoui debuta con una obra de impecable facturasobre el desplome de una sociedad anquilosada en una serie de dogmas tradicionalistas.

5 abril, 2024 02:21

Animalia da la bienvenida al espectador con un conjunto de suntuosas postales que retratan una existencia tocada por el privilegio y la alienación. La protagonista, la joven Itto (magnética Oumaïma Barid), ha dejado atrás sus orígenes humildes para ingresar en la alta burguesía marroquí.

Un camino a la prosperidad que, sin embargo, sitúa a esta mujer sensible y sagaz en una jaula de oro que, desde la ruralidad, remite a la Graceland que Sofia Coppola imaginó para Priscilla (2023) o al palacio feudal que Zhang Yimou inmortalizó en La linterna roja (1991).

Atrapada en un universo tan relumbrante como opresivo, Itto encuentra una escapatoria de la mano de un misterioso incidente. De origen incierto, el acontecimiento tiene claras repercusiones naturales y sociales.

[Del Padrino de Coppola al Indiana Jones de Spielberg, las cinco grandes trilogías clásicas del cine]

Mientras se desplaza a la ciudad, en busca de su marido y su familia adoptiva, Itto comparte transporte con una mujer que exclama: “Esas luces en el cielo me recuerdan al golpe de estado de 1972”, en referencia a los “años de plomo” de la historia marroquí.

Sin embargo, el mayor indicio de que se avecina un desastre recae sobre la actitud violenta que va adoptando la fauna local, de los perros callejeros a las hormigas, pasando por diferentes tipos de ave.

Así, abrazando un registro alegórico similar al que puso en juego Lars von Trier en Anticristo (2009), Animalia construye una parábola sobre el desplome de una sociedad anquilosada en una serie de dogmas tradicionalistas.

La cineasta franco-marroquí Sofia Alaoui debuta en la dirección con una obra de impecable factura que reparte sus luces y sombras entre la obviedad de sus diálogos y la originalidad de su propuesta visual.

Del lado de la palabra, Animalia pone en boca de sus personajes una serie de réplicas que telegrafían las tesis del filme, apuntando a la hipocresía de las clases privilegiadas, a la religión como opio del pueblo y a la vulnerabilidad en la que se descubren las mujeres que osan expresarse con libertad.

Del lado de las imágenes, Animalia despliega una fascinante aproximación a diferentes enclaves del cine fantástico. Para evocar una catástrofe a gran escala, la película empieza acudiendo a un imaginario apocalíptico en el que reverberan los ecos de una crisis medioambiental.

Pero luego, cuando la enajenación del mundo animal va trasladándose a los humanos, Alaoui se decanta por poner el foco en una serie de rostros alelados que remiten a las adaptaciones fílmicas de La invasión de los ladrones de cuerpos, la novela de Jack Finney.

[Eloy de la Iglesia a los 80: aún más transgresor, visionario e imprescindible]

Así toma forma un conglomerado estético que presenta, como guinda del pastel, unas fugas cósmicas que no hubiesen desentonado en El árbol de la vida (2011) de Malick.

“Estamos inmersos en algo que no llegamos a ver”, le explica un chico a la protagonista, quien conduce su periplo vital y metafísico hacia una toma de conciencia sobre su condición de mujer enfrentada a las imposiciones de una sociedad patriarcal.

Animalia

Dirección: Sofia Alaoui.

Guion: Sofia Alaoui, Laurie Bost, Raphaëlle Valbrune-Desplechin.

Intérpretes: Oumaïma Barid, Mehdi Dehbi, Fouad Oughaou, Oumaïma Oughaou.

Año: 2023.

Estreno: 5 de abril